Pecado Mortal

5.

Abrió sus ojos a más no poder al escuchar eso de su querido gato -Lo olvidé por completo- Miró asustado a su jefe -¿Está bien? ¿La lastimó mucho? Debería disculparme con ella, Moxy, a él no lo agradan los visitantes-

Llegaron a la recepción, caminaron a la entrada -¿Siempre hacen la misma obra en diciembre?- sonrió, miró al hombre frente a el que solo esperaba a que subiera a su auto, solo asintió y entro.

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-Esta bien- dijo aún escribiendo en el teléfono -Solo sangró un poco, mañana veremos eso ¿Te parece?- Razonó -Mejor dicho que ahorita podrás decirle, ya está en el lugar-

Subió a su auto y espero que Jesús subiera, aventó el maletín al asiento trasero y encendió el auto

-Tu suite es la presidencial, casi nunca es ocupada, es mía, el Golden Imperium es únicamente para ejecutivos, Imperium Premiere y los demás son uso común, puedes quedarte en esa y tú casa seguirá a tu disposición- Avanzó hacia la avenida y sonrió

-Eres agradable, no te pareces en nada a tu padre- Movió la mano libre y lo tocó del brazo -Veras que nos la pasaremos increíble-

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Sonrió al escuchar que la vería pronto, por completo había olvidado que su gato era así

-¿Y tú donde vives? Veo que tienes muchas habitaciones o casas para ti- lo miró sonriente

Sonrió por el comentario -Nunca había escuchado eso- Lo miró para después observar hacia el frente  -Será divertido, me esforzaré y haré que valga la pena todo lo que has hecho hoy por mi-

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Suspiró pensativo -No muy lejos de aquí, algún día te llevaré, si quieres podemos ir después-

-Tengo varias casas aquí y en el extranjero, quiero iniciar cadenas de hoteles en otros países pero aún no se presenta la oportunidad- Bostezó -Cada vez se vuelve esto más cansado, los socios no aceptan las propuestas que yo hago y es estresante-

Se detuvo en un semáforo y se recargó en la ventana del auto -Tu cuéntame algo sobre ti, ¿Has salido con alguien? Tienes toda la apariencia matadora para ser todo un casanova- Rió -Sonries bonito-

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Le brillaron los ojos al escucharlo -Me encantaría conocerlo- Diciéndolo en un tono alegre -¿Y tienes mascotas?-

Lo miró pensativo, si quiere extenderlas será difícil eso es claro -Tal vez tus propuestas sean muy directas y eso hace que se sintieran presionados- Nervioso -Bueno, no se tanto de eso, solo digo- Sacando una pequeña risa nerviosa

-No, yo no he intentado nada con nadie, sería lindo, eso es más que claro- Haciendo una mueca -Sólo me he enfocado en distraerme un poco de todo lo que me ha pedido mi padre-

Lo miró nervioso -También tu sonrisa es bonita- Volteó rápidamente hacia la calle -En lo que lleva del día solo te he visto sonreír en un par de ocasiones- sintiendo escalofríos -Pero en otras ocasiones, tu sonrisa es siniestra-

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-Mascotas no, los animales no soportan estar cerca de mi, no me acercaré a tu gato, si así dejo el brazo a mi secretaria imagínate a mí- Rió sinceramente pero al escucharlo hablar su sonrisa se desvaneció

-¿Cómo que no has salido con nadie? Hay muchísima gente en todo Madrid que haría lo que fuera por tenerte aunque sea así de cerca como estoy yo de ti- Pensó un poco más en lo que él le acababa de decir -Entonces ¿Si te envió tu padre? ¿O que te ha pedido?-

-No soy tan gracioso Jesús, no hay motivos para sonreír durante el día, mi día más alegre del año es cuando me toca ir a estás obras, cada vez me representan más poderoso, pero nunca gano, no sé que tienen las personas con que no gane- Volteó a verlo, lo vió usando su traje que parecía quedarle dos tallas por encima, sus zapatos, el cabello agarrado y el par de gemelos que ahora portaba en las muñecas, para complacerlo, le sonrió

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-pareces todo un caso- río -tal vez sienten la maldad y por eso atacan, no?-

-se que hay demasiada gente, solo me aprecian, eso es todo- miro abajo para esconder su vergüenza -a parte no se que haría, no me creo capás de salir con alguien-

-deberias divertirte, hay demasiados lugares que pueden hacerte feliz, o- lo miro atento -conseguir a alguien que te haga feliz- sonrió para después posar su vista a los autos -en cuanto a mi padre- suspiro -recuerda que uhi de el, me pedía todo para ser el ser mas amable humilde o más bien, perfecto- rio -se que no es excusa ni nada, pero es molesto-

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-Tampoco irradio maldad- Pensó en cuando se enojaba y soltaba humo por la cabeza, entonces si irradiaba molestia

Una idea cruzó su cabeza, haría hasta lo imposible por qué Jesús consiguiera alguien para salir, fuera quien fuera -Yo te ayudaré, comenzarás a conocer gente y a relacionarte en el medio de los hoteles y Voilá! Cuando menos lo esperes tendrás al menos de dónde escojer, ya verás-

-Sois perfecto Lauren, recuerda que las personas creen que tengo envidia de su entorno por qué son perfectos, pero eso es lo que a ti te hace perfecto, que no sigues los mandatos de tu padre-

Notó a lo lejos que el pequeño teatro aparecía, detuvo el auto y pensó un poco -Quitate el saco y la corbata, esto es informal- Volvió a la actitud del magnate inmobiliario que siempre mantenía y su rostro se volvió serio -Nada de bromas, no se menciona quien soy ni quién eres, me imagino que eso ya lo has de saber, no me gusta pedirte esto, en realidad me agradas, pero cuando nos presentemos soy el señor Narváez ¿Entendido?- Espero que respondiera y bajó del auto.

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-qué?, espera eso no es necesario, no necesito una pareja, seria la burla- hablando en un tono asustado -solo con el trabajo que ahora tengo me basta-

mirando al mayor, comenzó a pensar, si era sierto que el para nada quería seguir todas la ordenes de su padre, pero eso no lo hace perfegto, solo es alguien que solo quiere estar lejos de él y ya -pero tú si eres perfecto, no del todo pero lo eres-

sonrió pero después esa sonrisa desapareció al escuchar ahora un mandón jefe, escucho sus indicasiones y comenzó por quitarce aquel saco que desde que se lo puso no se lo ha quitado, después siguio con la corbata, que el sentía demasiado apretada y finalizo con remangarse las mangas -listo- sonrió

-no te preocupes por eso, se que no debo decir nada de lo que en verdad somos y también se que tengo que ser formal -lo miro y sonrió -Señor Narváez-

siguió a su jefe hasta la entrada del teatro para después encontrarse con su asistente, la vio con un hermoso, perfecto para la ocasión nada extravagante y nada informal sonrió al verla pero se dio cuenta de algunos rasguños que posiblemente fue su querido gato Moxy, se apenó un poco pero aun así saludo con su mejor sonrisa

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-Daniela, buenas noches- Habló con toda la elegancia posible, -¿Llegamos a tiempo?-

-Señor Narváez, buenas noches, claro que sí, aún falta para que nos dejen entrar- Respondió la susodicha sonriente y con toda la elegancia de alguien que trabajaba en los Hoteles Imperium

-El es Lauren, de ahora en delante el segundo al mando, ¿Recuerda que desde que el señor Díaz renunció estaba buscando a alguien?- La joven asintió -Es él, Lauren, ella es Daniela-

Los presentó y guardó silencio mientras ellos se conocían, no pudo evitar mantener la vista en Jesús, tenía que admitir que se veía jodidamente bueno con esa camisa arremangada y sin corbata

Debía controlar sus impulsos, estaba en una obra infantil y ese no era lugar para que el estuviera con sus cosas, después iría al club a bajarse la temperatura, notó que no era el único encandilado con Lauren, Daniela también lo veía como lo que era, una deidad

-Creo que ya nos llaman para entrar ¿Vamos?- Habló bruscamente y los atravesó con muy poca elegancia hasta llegar a la entrada del pequeño teatro.