6.

139 12 0
                                    

-Un gusto en conocerla señorita Daniela, seré su compalero de trabajo, espero y nos llevemos bien- sonrió

-Un placer en conocerlo señor Lauren, espero también que nos llevemos bien- Mostrándole una linda pero coqueta sonrisa-

Ambos al notar el tan raro comportamiento de su jefe, optaron por seguirlo -y señorita Daniela, ¿Por que a llegado sola ahora? ¿Su esposo no vendrá?- Daniela lo miró

-No, el no vendrá- volteó a un lado y regreso su vista a Lauren -Soy viuda señor Lauren-

Sorprendido por aquella respuesta de inmediato se disculpó mientras la mujer le pedía que dejara de hacerlo, Daniela notó que empezaban a entrar al salón donde se encontraba la pastorela de su hijo, tomo el brazo de Lauren y empezó a caminar directo a el

...

Se sentía quemar por dentro, odiaba ese cuerpo humano suyo, en solo un día había creado un lazo afectivo con el hijo de su enemigo

Y ahora, verlo caminar tan animado con su secretaria hacia que la sangre le hirviera, pero debía calmarse, prometió que el lo forjaria y le conseguiría pareja, así que se callaba y se aguantaba

-Por aquí- Indicó al ver el número de asiento en su ticket, primera fila, no era para menos, notó que iban platicando detrás de él y sintió la sangre subir a su cabeza, o se calmaba, o el humo aparecería.

Se sentó a medias de ambos, impulso idiota de el cuerpo que lo embargaba, a media obra no aguantó más y salió de ahí, quejándose de dolor de cabeza, por qué eso era, dolor de cabeza.

-Disculpame Daniela, iré a caminar un poco, me estoy mareando, volveré en unos minutos- No, no volvería -Lauren, si notan que tardo demasiado no duden en llamarme- No respondería

Salió del lugar y caminó hasta un callejón cercano, bastante oscuro para lo que necesitaba

Tomó su forma real, esa que no tenía sentimientos ni malestares, volvió a los pocos segundos al sentir otra presencia en el lugar

-¿Todo bien Lucifer?- Preguntó, giró los ojos al notar quienes eran, nada más y nada menos que Azrael y Adriel

-Callense, solo necesitaba hacerlo-

-Lo notamos ¿Cómo te va con el hijo de Dios?- Preguntó Adriel

-No les incumbe-

-¡Claro que nos incumbe!-  Gritó esta vez Azrael -Es nuestro pellejo el que está en juego si va y le dice a su papi que estamos en su preciada tierra-

-¡No lo hará!- gritó -Me debe varios favores-

...

Tomaron asiento y notó extraño a su jefe no preguntó nada, decidió ver la patorela que estaba por comenzar.

Ya habían pasado una hora y se había maravillado como los representaban eran buenos para su gusto, pero después escucho a su jefe que se iría por un rato, aceptó y vio como su jefe se alejaba

Sintió algo tomar su brazo, observó que era su compañera daniela, le sonrió algo incómodo, nunca lo habían tomado así, décidio separarse de su agarre -disculpa tengo que ir al tocador- Daniela acepto dándole un poco más de asepso a la salida

Salio de aquel lugar, se sentía mareado o cansado una de dos, odservo el lugar y vio a su jefe salir, curioso lo siguio, claro no quería perderse de una buena presentación pero le ganaba la curiosidad

Lo siguió hasta un callejón, odservo que el mayor se convirtió en lo que realmente era y eso lo asusto, sintió a alguien alejarse y vio a dos hombres llegar, penso que algo malo les pasaría pero no, ellos hablaban con naturalidad con el rey del infierno

Pecado MortalWhere stories live. Discover now