Pecado Mortal

31.

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Estaba asustado por el comportamiento de Lucio, pero lo que mas le asustó es lo que le dijo

El no quería eso, sabia que había hecho algo malo, pero no era para que se alejara de el, no después de todo lo que pasaron

No pensó más y se abalanzó a Lucio, lo abrazó -no quiero alejarme de ti, no quiero- estaba al borde del llanto -has dicho que soy tuyo, no puedes alejarme así, no puedes ser tan egoísta- comenzó a llorar sus palabras se cortaban estaba asustado, no quería estar en la tierra sin el

-por favor Lucio, no dejes que me vaya- su voz apenas y se escuchaba, si hablaba más fuerte, rompería en llanto

...

Sentía las lágrimas comenzar a nublar su visión, pero sabía que lo había hecho por su bien, no merecía estar con un demonio como el

-No soy egoísta- Se calló al instante -Lo soy, tienes razón pero es por que no quiero volver a lastimarte y te quedes ahí sin decirme nada- Recordaba cada instante de ese viaje

Las tiendas, los primeros encuentros íntimos, cada caricia, cada jadeo, cada sonrisa, cuando había aceptado que eran novios... ¡Ja! No podía creerlo

-En serio Lauren, no planeo volver a lastimarte- se apretó a él una última vez y lo soltó

-No vamos a envejecer, me quedaré en la tierra mil años Lauren, mil años es una eternidad para nuestros cuerpos humanos- Lo tomó de los hombros y conectó sus miradas, Lauren comenzó a llorar

Lauren era el único que con un simple movimiento, podía romper al mismo demonio en millones de partes

-Tarde o temprano te hartaras de todo lo que te hago, de esto- Tomó con toda la delicadeza que pudo su labio reventado y lo tocó -De esto- Mostró el brazo lastimado del menor, no recordaba haberlo tomado tan fuerte -De esto- Movió su mano hasta la cadera del menor y se sintió desfallecer, adoraba hacerlo -De el dolor que te he causado, perdóname-

-Y aunque quiera, no puedo volver a marcarte, tienes mi esencia ya, está vez si te lastimaría-

...

No podía creer lo que decía Lucio, apenas habían quedado que ya eran pareja y ahora y quería alejarse

Si cree que eso lo lastima, esta equivocado, lo lastimaría más si se alejaran

-Por favor Lucio, no puedes hacer esto, yo se que en todo el tiempo que pasemos juntos lo disfrutare, seré feliz, ¡No puedo hartarme de la persona que amo!- gritó desesperado sus ojos ardían aun seguían juntos y escuchar que Lucio ya no quería estar a su lado le desbarataba por completo su corazón

Sus manos temblaban, su voz se entre cortaba, sus ojos apenas y podían ver el rostro de Lucio, no dejaba de llorar, no lo soportaba -yo se que no me haces daño, tiene sentido que tu no tomes el control siempre, pero por favor, solo por eso no me dejes, somos felices ¿No?- había tomado la mano de Lucio, no la quería soltar... No podía

...

Tenía un millar de respuestas a eso, estuvo a punto de aventarse un discurso sin sentido sobre el por qué era una locura estar juntos, el volver a marcarlo, el mantener la relación, pero no dijo nada

Solo sonrió

Apretó la mano de Lauren en la suya y acarició su rostro

-Prometeme que si te lastimo me lo dirás ¿Si?- Se Inclinó hasta el cuello del menor y depositó un casto beso en él, no lo marcaría aún

Parecía que Lauren no lo escuchaba, estaba hiperventilando

Se acercó hasta su rostro y lo mantuvo cerca -Amor, mírame por favor, relajate- Conectó sus miradas y lo tomó del rostro -Mirame, aquí estoy, no te dejaré irte, mírame por favor- Limpió las lágrimas de sus mejillas y le dejo un beso en cada una

-Lauren, amor, mírame, aquí estoy, relájate- Trató de hablar lo más calmado que pudo y notó que su respiración había cambiado, estaba respirando mejor -Aqui estoy y no iré a ningún lado- Titubeó, quería decir algo más pero no se atrevía, no se sentía listo -Ven- Se limitó a decir y lo jaló hasta su pecho, mentía si decía que no amaba cada vez que lo tenía ahí, lo separó apenas un poco y le pidió que lo viera

-El día que no esté contigo, será el día que el infierno se congele y el cielo arda, mi culpa si no se cumple- Levantó su dedo ardiendo y quemó su propio cuello en forma de círculo

-Te doy mi palabra Lauren, te doy mi cuerpo y mi ser, te doy mi amor- Estaba haciendo un juramento frente a él -Si no cumplo, me convierto en cenizas y el infierno se congelará- Cuando terminó de hablar, la marca estaba hecha, el juramento estaba cerrado.