Pecado Mortal

16.

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Odiaba el sistema de agua de ese hotel, estaba hirviendo y todo dentro de él también, se recargó en la pared del baño y comenzó a salir poco a poco agua fría

Debido a la diferencia horaria, en Buenos Aires apenas eran las diez de la noche, no tenía nada de sueño, seguía excitado y no podía quitárselo con Jesús

Tomó su propio miembro entre las manos y se movió frenéticamente
Terminó minutos después con la espalda en las baldosas de la regadera, salió como si nada, ya era casi un experto en ese aspecto

Se vistió de la cintura para abajo y caminó hacia la cama, notó al pequeño castaño aún con las mejillas rosadas por lo ocurrido y sonrió, le depositó un casto beso en la frente y se levantó

Había otro problema, el menor ocupaba casi toda la cama en la posición en la que estaba, tomó una de las almohadas y se recostó en el piso, estaba helado y le ayudaría a recuperar su temperatura corporal normal.

...

Ya era de mañana y el castaño había despertado temprano, miró a Lucio acostado en el suelo

-Así ¿Cómo dormirá bien? Por eso siempre tiene sueño- Tomó una manta y se la acomodó encima al mayor

Fue a hacer lo de todas sus mañanas, sólo le faltaba desayunar

-¿Y si lo despierto?- miraba dudoso a Lucio quien dormía plácidamente -No creo que se moleste si lo hago- Se encogió de hombros miró sonriente al mayor, se acercó lentamente y empezó a moverlo para que despertara

Nada, si que tenía el sueño pesado, miró de reojo la almohada en la cama la tomó y empezó a darle golpes a Lucio, claro no tan fuertes

...

Sintió un golpe en la cara, nada nuevo, se volvió insistente y molesto, abrió los ojos cuando un nuevo golpe caía

Por instinto la detuvo, brincó de su lugar y tuvo que esperar que su vista se acomodara, cuando pasó, pudo ver a un entretenido castaño con la almohada en las manos

-¡Lauren- Gritó divertido -¡Me asustaste!- Se levantó y corrió hasta el, el pequeño castaño corrió lejos, estaba asustado y se notaba

Comenzó un juego por la habitación, el corría detrás de su pequeño y el otro se alejaba

Cuando por fin lo atrapó, lo cargó de la cintura, por instinto, el otro lo abrazo con las piernas, dejó un suave beso en sus labios y habló -Me asustaste- Susurró divertido -Dime que pasa-

...

Divertido miró al mayor -Eso te pasa por no levantarte cuando fui gentil- Lucio bajó al castaño para estar mejor

-Tengo hambre y te desperté para que me acompañes- le sonrió mostrando sus dientes

Caminó para tomar un suéter  -Y no puedes negarte, por ti no dormí bien- se sonrojó al recordar lo de anoche

Se sentó en la cama ya tendida, cruzando su pierna derecha encima de la izquierda, recargándose con su codo y su mano en su mejilla

-Te espero- dejando salir una risa

-Siento haberte asustado,  pero no despertabas- lo miró haciendo puchero

Lucio bajó al castaño y lo miró

-Te moví varias veces, parece que tienes el sueño pesado, no quería recurrir a la violencia- de reojo miró al mayo con una sonrisa ladina

-Cierto ¿Para qué te levante?- escuchó rugir su estómago, pedía comida, rió nervioso por el sonido que al igual que el, él mayor se rió