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-Ni siquiera debes pedirme perdón amor- Sonrió

-Te amo, Lauren, y si la tierra debe quemarse para que lo entiendas, que lo haga- Lo apretó por la cintura y se quedó en esa posición

-Al carajo Azrael y el club,  ya te dije que no pertenezco ahí, te pertenezco a tí-

Llevó la mano del menor hasta la cicatriz en su cuello -Tienes al mismo demonio a tus pies, nunca había hablado con tanta honestidad- Suspiró

-Tienes mi palabra, no se que más hacer para que me creas-

Trajo el humor a la situación

-Mi ropa se te ve mejor que eso- Le sacó la camisa y le sonrió, poniéndole su sudadera, Lauren se dejó

-Quedate conmigo, por favor-

...

Miró la sudadera que Lucio le puso, tomó el cuello y lo acercó a su nariz -Huele a ti- una sonrisa que delataba su felicidad se formó en sus labios

Dirigió su vista al mayor con una sonrisa posada en sus labios, no podía creerlo ¿El enemigo de su padre y el teniendo una relación?

Miró el cuello de Lucio y palideció -No... ¿Yo hice eso?- Tenía marcas de mordeduras

Lucio tapó con su mano aquellas marcas y solo rió

Suspiró -Debo dejar de beber tanto- se acercó a Lucio tratando de quitarle la mano de su cuello -Dejarán marca ¿Por qué no me detuviste?- Lo miró preocupado pero solo reía

-No es gracioso- haciendo puchero

Claro, de pasar una escena un tanto dramática paso a ser una escena un tanto divertida y tierna, de todos los días

...

-Tranquilo- No podía parar de reír -Me gusta que lo hagas-

Se encogió de hombros y volvió a abrazarlo, tenían unos cambios de humor dignos de los humanos

-Solo quédate conmigo, da igual si me marcas o no, o si bebes, yo te cuido- lo levantó en brazos a modo princesa y lo llevó hasta la cama, dejándolo entre las mantas, se veía bastante tierno con la sudadera y las mejillas rosadas por tanto llorar

Se acostó y se le pegó cuál imán, se quedaron en esa posición sin decir nada un rato hasta que un sonido de sus estómagos los hizo reír

-¿Pides tu o yo?- Preguntó, el menor lo señaló a él con la manga cubriendo su mano, se rió y se levantó

...

Se sentó en la cama esperando a que Lucio terminara de pedir la cena

Se sentía mareado y cansado, el baño parece que no ayudó, claro que no ayudó, cuando salio de la ducha comenzó a llorar más

Miró el teléfono de Lucio tirado en el suelo hecho pedazos, tanta era su fuerza para hacer eso

Vió regresar al mayor acostándose a un lado de el y lo jaló hasta estar pegados

-Tú teléfono ya no sirve- posando sus manos en el pecho de Lucio -¿Por qué lo lanzaste?- Miró a los ojos del mayor, el castaño aún tenía el rubor en sus mejillas y sus ojos un poco cristalinos

-Será difícil recuperar todos los datos- recargó su cabeza en Lucio, sentía su pecho subir y bajar ¡Cómo le encantaba sentirlo!

...

-No te preocupes, todo está respaldado, ni siquiera debes pensar en eso, si quieren buscarme saben dónde estoy- Sonrió

Puso sus manos alrededor de el, tenía que admitir que amaba esa posición, Lauren le dejaba una postura privilegiada en la que su cintura encajaba perfectamente en sus brazos

Pecado MortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora