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Lauren salió de un callejón miró todos los demás desangrándose y uno que otro par de alas desintegrarse

Miró a los únicos que quedaban de pie, llenos de sangre y a Lucio con humo a su alrededor, esa escena fue aterradora, nunca imaginó que pasaría eso

Caminó en dirección a Lucio que dejó caer su espada, miró lo que había detrás de él, esas alas las conocía, palideció al darse cuenta de lo que vendría

El mundo estaba condenado, eso estaba más que claro

Caminó hasta llegar a Lucio que no dejaba de mirar al suelo -Esto es grave- suspiró y tomó el brazo del mayor, no le importaba que aun seguía hirviendo, sólo quería sacarlo de ahí antes de que otra cosa pasara

Azrael le indicó que subieran, se dirigió al auto y entró junto a Lucio en la parte trasera

-Mi padre se dará cuenta de que Tomás no está, al igual que sus seguidores- miró enojado a los tres -joder ¡¿Están locos!?- gritó desesperado mientras que ellos actuaban con normalidad

Agachó su mirada, esperando a que llegaran al hotel, unos minutos y ya estaban ahí, salieron

-Espero y sepan de lo que se acerca, tambien que tengan un plan- tomó a Lucio del brazo y entraron al hotel mientras que Azrael y Adriel se iban

Llegaron a su habitación y no aguantó más su desesperación, abrazó a Lucio enterrando su rostro en su pecho, comenzando a llorar

-Mi padre te hará la vida imposible si te encuentra, yo no quiero que pase eso- comenzó a llorar aun más fuerte -¿Por qué te revelaste así? - miró al mayor sollozando -¿Acaso ya sabías las consecuencias y no te importaron?-

...

Cuando la adrenalina salió de su cuerpo, se sintió desfallecer, puso una de sus manos en su costado y la levantó ignorando un poco a Lauren

Era sangre, habían logrado herirlo, dió un par de pasos hacia la cama y se dejó caer en ella, su piel quemó la camisa y la herida quedó expuesta, no era profunda, pero si larga

Notó la preocupación de Lauren cuando volvió a sentirlo cerca, dirigió sus ojos hacia el y al conectar con el avellana frente a él, volvió a ser Lucio, el humano enamorado, con una herida del tamaño de su abdomen

-Eres muy inocente mi amor- Levantó su mano y la rozó en la mejilla del otro, cerrando los ojos al tacto -Tu padre no puede hacer nada, te marqué como mio- Sonrió maliciosamente y abrió un poco los ojos, Lauren no daba crédito a lo que acababa de oír

Movió la mano de la mejilla del otro hasta su cuello y tocó uno de los chupetones que había dejado ahí

-Te dejé mi marca, tu padre no puede hacernos nada- Tosió por el dolor que la herida provocaba a su físico y volvió a sonreír -Probablemente ya notó que Tomás no está con el, ni su séquito tampoco- Dirigió su vista a la ventana de la habitación, una tormenta había comenzado y se incrementaba

-Si tienes frío acércate, me faltan un par de horas para sanar- Meditó un poco -Si Lucio no muere, claro-

-Aunque tu padre quiera hacer algo, tu teniendo mi marca en el cuello, ni Tomás ni su séquito podían volver a acercarse a ese apestoso lugar, no tenían sus alas, probablemente los demás angeles sobrevivan, algunos, pero serán caídos, se volvieron parte de la prole del infierno por el simple hecho de no tener alas- Se encogió de hombros y esperó respuesta, al no recibirla, siguió

-Puede que terminen con traumas físicos o psicológicos, pero no podrán volver ahí a menos que Tomás, que los reclutó, los reclame de vuelta, pero está muy preocupado en el noveno círculo, por ahí de la ronda 4, no quieres saber que hay ahí, créeme-

...

Pecado MortalWhere stories live. Discover now