Learn to love again - A Shadamy Story

6. Gracias

Narra Shadow

Mientras corro por el sendero puedo sentir una presencia cercana a mí, no es extraño siendo el lugar en el que me encuentro pero me detengo una fracción de segundo para ver de quién se trata.

Es Rose.

Esa idiota rosada ha vuelto. Se encuentra sentada con las piernas rodeadas por sus brazos mirando fijamente la lápida del faker. Mi mirada se queda en ella más de lo que hubiera querido, pero al verla llama mi atención cómo ha cambiado, ya no parece esa molesta niña corriendo a todos lados. Desecho esos pensamientos rápidamente y sigo mi camino.

Necesito encontrar algo, lo que sea. Hace tiempo que no tengo pistas de que ha sido de ese gordinflón y me extraña demasiado que no se haya visto más de él desde el incidente. Aquel en el que el estúpido de Sonic perdió la vida, sabía que era débil, tuve que hacerme cargo de la situación cuando se no pudieron con ella; por poco me deshago del Dr. Eggman pero desapareció cuando tuvo la oportunidad. Igual lo deje muy mal herido, existe la probabilidad que no haya salido con vida. Sin embargo, a lo largo de los años he tenido un mal presentimiento, robos aleatorios, algunos lugares destruidos y robots vagando como si no tuvieran rumbo, me parece demasiado sospechoso.

Ese día todos los idiotas del Team Sonic dejaron sus actividades "heroicas", se dejaron caer por el dolor y no volvieron a luchar pensando que todo había acabado. Ha sido una gran coincidencia que ya no se le volviera a ver a Eggman ni sus secuaces.

Mi mente divaga a aquel día donde lo vi, encontré a Rose llorando sin consuelo sobre su cuerpo. Estaba calcinado por el fuego, su forma apenas era reconocible de no ser por sus zapatillas chamuscadas. Ella no notó mi presencia. Esa miserable se veía tan destrozada y patética; no pude soportarlo, le tenía tanta lástima que le grité en una ocasión y jamás volví a verla hasta hoy.

Por hoy he tenido suficiente, veo que ya anocheció, me dirijo al apartamento que tengo en las afueras y me dispongo a descansar tras días de no haber dormido. Casi no lo necesito pero a veces debo recuperar fuerzas.

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Al día siguiente salgo temprano y visito nuevamente las antiguos bases del Dr. Eggman, no he encontrado indicios que me digan dónde está por lo que regreso a Green Hills para encontrarme con Rouge. Le he contado mis sospechas y suele ayudarme a buscar información y decirme aquello que encuentre. La encuentro a las orillas de la plaza central.

-Que sorpresa. Ya me dirigía al templo de la Master Emerald con la frecuencia que sueles estar ahí.- Digo con tono serio pero mostrando mi burla.

-Vaya, pareces de buen humor guapo. Hasta haces bromas. En ese caso te alegrará más saber que mi rojito ha detectado la presencia de algunas Emerald Chaos.-dice cruzando los brazos y con una sonrisa pícara.

-¿Dónde?- musitó rápidamente.

-Eso no lo sé, esta mañana lo sintió pero no ha logrado ubicarlas. Lo que sé es que son por lo menos 4 las que están juntas y desprenden un gran poder. Alguien debe estar tratando de ocultarlas ya que un poder así no se siente de un día para el otro.

-Alguien... ese alguien debe ser el Dr. Eggman, ha de seguir escondido en su madriguera ideando algo.- musito pensativo.- Maldita rata.

-Bueno, hasta que no lo ubiquemos no sabremos qué es.- dice la murciélaga levantando los brazos como si no hubiera más que hacer.

-Yo seguiré buscando.- digo y me dispongo a irme.

-Alto ahí. Necesito un favor tuyo.- me señala Rouge.

-¿Desde cuándo le hago favores a otros?- le digo mirándola con desprecio.

-Vamos Shadow, fue un intercambio de favores. Acabo de darte información importante.- dice con enojo en su voz.

-¿Qué es lo que quieres?- digo cruzando mis brazos.

-Amm... Sólo quiero que vayas a la lápida de Sonic a llevar esto ¿si?- Me entrega un paquete envuelto con moño.

-¿Y esto?- musitó sin expresión.

-Es un regalo que mi rojito olvidó llevarle ayer por el aniversario de su muerte. Quería que lo llevara yo para no dejar la Master Emerald, pero tu llegarás en un parpadeo.- dice con una cara inexpresiva. Aunque sé que algo esconde.

-De acuerdo, pero quiero más información ¿entendido?- La veo con molestia y me esfumo.

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Llego rápidamente al cementerio y busco el lugar por el que pasé ayer. Algo me detiene. Ella está ahí parada frente a su lápida. La ignoro y me acerco para dejar el paquete encima de su tumba, no la volteo a ver pero pude distinguir que va con un sombrero claro para taparse del sol y un vestido azul que acentúa muy bien sus caderas, sus piernas son largas y bien formadas. ¿Pero en qué estoy pensando?

No la saludo y cuando estoy por irme escuchó su voz apresurada.

-Shadow... Necesito hablar contigo.- volteo a verla y está con sus grandes ojos mirándome con una sonrisa tímida.

-No tengo tiempo para tus estupideces Rose.

En un parpadeo puedo sentir sus manos sobre la mía, tomándola entre las suyas y antes de poder apartarme ella dice: -Gracias.- La miro algo extrañado y aparto sus manos ¿por qué me da las gracias? Pareciera que leyó mis pensamientos. -Tus palabras me ayudaron, - dice con calma - era justo lo que tenía que oír. Estoy muy agradecida contigo Shadow.

La miro seriamente y comienzo a recordar aquella vez en que le grité.

-No era mi intención ayudarte. Me diste lástima.- le digo sin ocultar mi molestia.

-Lo sé. Aún así, gracias.- Sus ojos jade brillan y me miran profundamente.

-Como sea.- sólo digo eso y me marcho velozmente. Puedo sentir su mirada todavía sobre mi espalda mientras corro y no puedo evitar sonreír levemente.