35. Cautiva

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Narra Amy

Ya hemos cruzado el portal hacia la Tierra y caminamos por los conocidos pasillos metálicos que ví en la otra ocasión, aunque con una compañía diferente. Los guardias del portal no nos dijeron nada cuando Rouge les enseñó la insignia y ella parece conocer el camino perfectamente. Se dirige al estacionamiento al que vinimos la última vez y vamos hacia la motocicleta de Shadow.

-Por cierto, no sabía que conducieras Rouge.- digo subiéndome atrás de ella.

-No es lo único que se hacer, linda.- dice con una sonrisa y procede a ponernos en marcha.

El recorrido que hacemos no es muy largo, entramos a una ciudad con edificios altos.

-¿Station Square?- pregunto curiosa.

-Así es, ya casi llegamos no te preocupes.- dice con voz tranquila.

Mi mente divaga pensando como quisiera que fuera Shadow el que está frente a mí. No entiendo nada de esto y me hace sentir frustrada.

Seguimos unos minutos más y llegamos a un enorme y sofisticado edificio con ventanales en todos sus pisos. Rouge baja al estacionamiento subterráneo y deja allí la motocicleta.

Subimos por el ascensor hasta uno de los pisos superiores; me quedo asombrada viendo todos los detalles que tienen el ascensor y los pasillos, espejos, vidrieras, decoraciones modernas y más. Llegamos hasta una gran puerta negra que tiene una cerradura avanzada para entrar; Rouge usa una de las llaves que le dio Shadow, ingresa un código y finalmente podemos entrar.

Veo atónita lo lujoso que se ve el departamento, y parece ser muy del estilo de Shadow con todo en tonalidades blancas y negras.

-¿Cómo es qué tiene todo esto?- digo asombrada.

-La agencia paga bien.- Dice la albina encogiéndose de hombros.

-Me contaste que tu lo habías dejado ¿no Rouge?- inquiero apartando mi vista del departamento para verla a ella.

-Si, prefería pasar el tiempo con mi rojito. Además, él se preocupaba demasiado.- dice quitándole importancia.

-¿No te gustaría volver?

-No, ya pasó esa etapa linda. Soy feliz como estoy actualmente.- dice sonriendo tiernamente. Le devuelvo la sonrisa.

-Rouge...- digo ya más seria. -Necesitamos hablar de todo esto. -Digo viéndola fijamente y ella sigue sonriéndome.

-Claro Rosita. Pero lo haremos mañana ¿si? Es bastante tarde y deberías descansar.

-De acuerdo.- Digo caminando hacia el gran sillón negro que hay en la sala y dejándome caer en este.

-¿Pero qué haces?- dice Rouge viéndome curiosa.- Las habitaciones están allá.- Dice señalando un pasillo. Río y me levanto.

-Bien, guíame ¿dónde dormiré?- digo sonriente mientras caminamos.

-Bueno... el departamento tiene dos habitaciones, yo suelo dormir en esta.- dice señalando una de las puertas negras.- Tu dormirás en esta otra. Es la habitación de Shadow.- Dice señalando la del fondo.

-Pero... - digo sintiendo mis mejillas encenderse.- ¿Y si se enoja? No es correcto, mejor me quedo contigo.

-¡Vamos Amy! Él no está aquí para darse cuenta, y si eres tú, no creo que le importe.- exclama con las manos en las cintura. -Buenas noches.- dice abriendo la puerta de la habitación de Shadow y aventándome dentro de ella antes de cerrarla.

Me resigno y me adentro en ella dirigiéndome a la gran cama que está en el centro. Es una habitación simple y ordenada, tiene muchos discos apilados en estantes y una pantalla de plasma en un costado.

Me quito la ropa y me adentro en las sábanas color vino de la cama dejando caer mi rostro en la suave almohada.

No puedo evitar pensar cómo sería si Shadow estuviera aquí, a mi lado. Mis mejillas se encienden y sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos.

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Cuando me levanto por la mañana, me meto a la ducha de la habitación y me pongo uno de los vestidos que vienen en la maleta. Salgo y llamo a Rouge en voz alta pero no responde, me asomo a la habitación en dónde durmió y tampoco está. ¿En dónde te metiste?

Me dirijo a la entrada del departamento y trato de abrir la puerta sin éxito. Está cerrada y no puedo salir. Oficialmente me siento una cautiva.

Me dirijo a la cocina resignada para prepararme un delicioso desayuno, afortunadamente hay algo de comida para prepararlo.

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Ya es más de mediodía cuando escucho la puerta del departamento abrirse y corro allí con prisa. Rouge entra con algo en sus manos. Es un rastreador.

-¿De dónde sacaste eso?- pregunto extrañada.

-¡Oh linda! Es una larga historia... Es para una emergencia. - La veo fijamente con el ceño fruncido dándome cuenta de lo que pasaba.

-Shadow me mintió ¿no? -digo con voz seca y ella me mira con tristeza sin decir nada. -Él se lo quedó.- Bajo la mirada y siento un dolor en mi pecho pensando en ello.

Ambas nos quedamos en silencio unos momentos, pensativas. Ella rompe el silencio primero, tratando de calmarme. -Escucha linda, las acciones de Shadow a veces parecen confusas, pero tu lo conoces él sólo...

-Lo sé, Rouge. Él hace las cosas a su manera, sin importarle los demás.- Musito con rudeza.

-Le importas tú, Amy.- dice y yo levanto la mirada antes sus palabras. ¿Es eso cierto?

-¿Por eso te mandó a encerrarme aquí? ¿Qué tiene que ver todo esto con Eggman? - inquiero de forma ruda sin apartar mis ojos de ella.

Ella suspira. Se acerca a mí para tomar mi mano y llevarme al sillón. Cuando estamos sentadas, habla.

-Tu misma viste que Mephiles trataba desesperadamente de atacarte ¿no? No sabemos el motivo, pero si te escondemos te protegeremos y es probable que él aparezca.- dice calmada pero hay algo que no me convence en su voz.

-¿Qué tengo que ver yo en todo esto? - inquiero confundida.

Niega con la cabeza. -No lo sabemos Rosita, por eso quiere tenerte aquí, para protegerte.- dice con voz seria.

La sigo viendo fijamente, no parece estar mintiendo, pero hay algo que no me cuadra ¿qué se me está escapando? ¿Es esa toda la verdad que esconden?

-Rouge no me mentirías ¿o si?- inquiero seriamente.

-Nunca lo haría.- Dice sin vacilar y yo la veo con el ceño fruncido. Creo que no lograré nada sólo preguntando.

Suelto un largo suspiro antes de continuar. - Es sólo que me duele ¿sabes? Me duele mucho saber que me ha ocultado cosas, Rouge. Yo lo quiero mucho. - digo cabizbaja.

-Tu sólo confía en él ¿si?- dice con una sonrisa.

Lo hago. No hago más que confiar en él.

Learn to love again - A Shadamy StoryWhere stories live. Discover now