12- La honestidad ante todo

108 24 80
                                    

Capítulo 12: La honestidad ante todo.

Katnis.

El pánico se apoderaba de mi en cada segundo que pasaba. No estaba segura de que hacer.

Todo estaba sobrepasando los límites, necesitaba respirar. Me metí en el baño antes de ponerme histerica y armar la marimorena.

Cuándo me ponía muy nerviosa y me entraban ataques de ansiedad necesitaba aislarme del mundo.

Incluso en ocasiones tengo que ponerme un hiperventila que me ayuda a respirar mejor, ya que tengo dificultades.

Camine por toda la casa y una vez que sonó el timbre abri la puerta.

Me quedé en shock cuándo la vi tan de cerca.

Ayer, estaba demasiado mal por su presencia que no me atreví a decirle nada. Y no quería ser descortés con nadie, ya que para eso estaban ellas.

-Katnis, ¡felicidades! Me sorprendió mucho que nos invitaras a la fiesta después de cómo quedaron las cosas entre nosotras.

Dice Hanna riéndo exageradamente. Hago una mueca y las invito a pasar rodando los ojos.

-Sí yo tampoco esperaba invitaros a ustedes dos. Pero, por alguna extraña razón os invité. ¡Y aquí estáis!-se dan cuenta del tono de disgusto que hay en mi voz y fruncen el ceño. No tengo culpa, soy una persona que no sabe disimular sus sentimientos. -En fin, pasad poneros cómodas. Pero, ¡recordad que esta no es vuestra casa! Prohibido fumar, beber, etc. Si veo alguna no dudaré en echarle a patadas de mi fiesta. ¿Entendido?-dije sin pensarlo dos veces.

Debía aclarar como serían las cosas.

Ellas asintieron las vi un poco pálidas, tal vez no se esperaban que fuera tan directa y clara o que no me callase, como otras veces que si solía hacerlo. Pero hasta las buenas personas se cansan de decir todo con buenos modos.

Ser clara y directa no equivale a ser mala. Es simplemente decir lo que piensas y no hay que hacer un drama de todo eso.

-Okay Katnis, ¡Gracias por las indicaciones! Intentaremos no olvidarnos de ellas. -dice con una sonrisa burlona. Veo a Olive darle un codazo por su comentario. -Y no se nos olvidará -mira mal a Olive y luego me mira a mí poniendo su mejor sonrisa falsa -, porque tenemos mejor memoria que Dory. ¿A qué si? Olive.

-Sí -añade ella. -En fin Kat, un placer volver a verte-me da dos besos en cada mejilla.

No puedo decir lo mismo. Me limito a sonreír forzosamente. Olive lleva mucho maquillaje parece tan sobrecargado que parece un payaso.

Una vez que las veo irse de lejos susurro entre dientes. -Serán Canayas-me llevo las mano a mi cabello y lo enredo con mi mano por accidente.

Me alegra bastante haber ido a casa de Lizzy me ha ayudado a hacer los últimos retoques de mi vestido. Ambas estamos radiantes, mi vestido es aún más azul con toques brillantes blancos en el final. Lizzy me dijo que necesitaba hacer unas cosas antes de venir, le dije que no habia problema en ello.

Estaba nerviosa. No sabía que iba a pasar hoy. Después de todo lo de la otra fiesta, todo parecía ser muy igual.

Exceptuando esta vez, que he intentado ser más clara y sociable. La otra vez estaba avergonzada, me daba pudor hablar con tantos extraños y otros que no eran tan extraños, porque había confiado mis más íntimos secretos y me decepcionaron en su momento.

Pero así es la vida. La amistad no dura para siempre en algunos casos, en ese momento en el que me dieron la patada, era a penas una niña insegura de si misma. Y, me equivoque de círculo de confianza, a pesar de las advertencias que me hizo mi madre sobre ellas. En esos años, jamás pensé que me defraudarian tanto.

Sobre todo el día que Hanna Price beso al chico que me gustaba en el juego de la botella. Ese día le declaré la guerra.

Siento unas manos tapar mis ojos y un susurro en el oído que dice: -¿Quién soy?-de inmediato me estremezco por completo. Su voz tan cálida en mi oído es música celestial. Tan sensual y masculina, por un momento solo me dejo llevar y cierro los ojos.

-No se...-digo jugando.

-¿No sabes?-dice sin quitarme las manos de los ojos aún. Niego con la cabeza.-Pero, si soy el amor de tu vida, o eso dicen.

-Espera un momento, ya se quién eres...-sonrío ampliamente.

-Ah ¿sí?

-Eres Gilbert Blythe. ¿No?-pregunto muy seria. Él solo se queda inmóvil sin saber de qué estoy hablando.

Me quita las manos de mis ojos y antes de darme la vuelta suelto una carcajada.

-Que decepción Katnis, que me hayas confundido con ese que a penas conoces...-dice alejándose bastante tenso. ¿Celoso? Es más, celoso de un personaje literario. Era lo último que me faltaba por escuchar.

Vaya, nunca hubiera imaginado que, mi vecino en el qué no dejo de pensar noche y dia, se pusiera celoso de un personaje literario que ni siquiera existe, por desgracia para mí y para los grandes admiradores de Ana de Las Tejas Verdes.

-Andrew -digo tomando su mano él sonríe. -No eres el amor de mi vida, pero como tampoco existe porque es un personaje literario. Puedo conformarme contigo, ¿si quieres?

-Ah, y yo recibo las sobras encima -dice mordiendose el labio con temblor. Esta poniendo esa cara de perrito, a la que es imposible no resistirse
-Además, no sabía que era un personaje literario. ¿De qué libro se trata?

-Ana de las Tejas Verdes.-rio-. No te llevas las sobras Drew, solo es que Gilbert llegó antes a mi corazón.

-¿Eso quiere decir qué he llegado a tu corazón?-pregunta acercándose a mí reduciendo nuevamente la distancia entre nosotros. Por segunda vez, y ya no me quiero volver a ilusionar. Pero, es imposible teniendolo tan cerca.

-No lo sé. ¿Alguna vez has leído Ana de las Tejas Verdes?-alzo una ceja esperando a que su respuesta sea afirmativa.

No es que si en caso de que no lo fuera, fuese a cambiar mi opinión sobre él. Pero, me gustaría que el chico en el que me he fijado tenga un poco de cultura y leer es bueno para ello.

-Ah, recuerdo que mi madre me lo leía de pequeño. Pero, no sabía el nombre de ese chico. -dice frunciendo el ceño extrañado. -De hecho es curioso, porque la mayoría de los chicos se llamaban como yo. Andrew...

Elevo una ceja sorprendida. Le veo fruncir el ceño y dar un suspiro.

—¿Qué pasa?—pregunto.

—Mi madre me ha engañado toda mi vida. Siempre leía un libro cambiando el nombre del chico por mi nombre. ¡Será mentirosa!—grita indignado y se cruza de brazos. Yo solo puedo reírme y no parar de hacerlo.

¿Hasta ahora no se había dado cuenta de eso? Es raro que todos los libros que te leen se llamen como tú.

Demasiada coincidencia.

Pobre Andrew.

—Tal vez quería que te sintieras el protagonista de la historia. ¿No crees?

Él asiente.

—Oye, ¿qué tal si vamos a la fuente de chocolate?—le pregunto.

-—Solo si echamos una carrera hasta la fuente de chocolate!-grita con segundos de ventaja corriendo.-El último tiene que meter la cara en la fuente.

-Oye, ¡Serás tramposo!

Empiezo a correr intentando alcanzarlo.

Empiezo a correr intentando alcanzarlo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Malditos Dieciséis ©✔ [COMPLETA] (CORRIGIENDO)Where stories live. Discover now