Mimi entró en casa todavía dándole vueltas al beso con Ana. Tenía la sensación en los labios y entró casi como una autómata sin darse cuenta de que Patricio estaba allí sentado en el sofá y se levantaba para acercarse y darle un beso.
- ¿Ya volviste? Te eché de menos - Mimi estaba con la cabeza en otro sitio y tuvo que pestañear varias veces para saber dónde estaba realmente.
- Si voy... a ducharme - hizo el amago de marcharse al baño pero el chico la cogió de la cintura y fue a impactar sus labios contra los de la rubia aunque está lo evitó poniendole la mejilla sin hacerlo de forma consciente.
No porque no quisiera borrar la sensación d e los labios de Ana de los suyos, claro.
- ¿Nos duchamos juntos?
- No em... necesito pensar en una cosa de trabajo y luego tengo muchas llamadas que hacer, perdona - le acarició la mejilla y luego con la misma mano le echo el pelo hacia atrás - luego, ¿vale? estoy con la cabeza en eso.
- Como usted mande Lola - Mimi le sonrió de forma forzada antes de meterse en el baño y mirarse al espejo resoplando.
Estuvo empanada bajo la ducha, tanto que tuvo que salir con el cuerpo medio enjabonado casi porque se le acabó el agua caliente y le avisó un chorro helado por la espalda. Se cambió y se puso ropa cómoda para trabajar, para encerrarse en la habitación que usaba como estudio y como sala de baile y durante el resto de la mañana estar currando.
Cuando llegó la hora de comer unos golpes en la puerta la sacaron de lo que estaba haciendo y acto seguido el canario entró llevándole un plato con la comida.
- Pensaba que saldrias de tu encierro para comer - le dijo poniéndole el plato a un lado de la mesa llena de papeles y sentándose en la cama que había a un lado de aquella habitación y que Mimi casi tenía repleta de cosas.
- No se que hora es - confesó mirando la pantalla del ordenador y al ver que era ya por la tarde se mordió el labio dándose cuenta de que si tenía hambre - Joder se me ha ido el santo al cielo.
- Ya lo veo, a ti si te sienta bien la cuarentena - el hombre echó los hombros hacia delante como derrotado.
- Patri... si que estas haciendo cosas guays sólo que no lo estás valorando - hizo a un lado los papeles para poder comer el plato que le había llevado el canario y le miró.
- No quiero hablar de trabajo - miró por la ventana hacia el jardín y Mimi se acercó a él y apartando varias cosas que tenía en aquella cama se sentó a su lado y se apoyó en él. El canario la abrazó pero también se dejó abrazar por la rubia que le rodeaba la cintura - llevamos también una racha horrible nosotros pero te quiero Loli.
Mimi se quedó descolocada al escucharle en ese momento porque sintió que no le hablaba a ella. No sintió que ese te quiero fuese para ella y era extraño porque era la primera vez que lo sentía así. Pero sólo se abrazó a él un poco más para no pensar. No pensar ni ese te quiero sin dueña ni el hecho de que no levantaba la cabeza porque no quería que la besas y se borrarse la sensación de Ana sobre su piel.
*****
- Joder empezó a llover de la nada - dijo Patricio retirando la cortina para mirar por la ventana del salón hacia el exterior - ¿Qué es eso?
Una bolita de pelo marrón corría por su jardín. Dando saltos se movía bajo la lluvia, seguramente buscando donde esconderse.
- ¿Qué es el que? - Mimi se levantó del sofá para acercarse y ver a lo que su chico se refería - ¡Ay, Lola! - gritó antes de salir corriendo al jardín y perseguir al animalillo dando un par de vueltas bajo la lluvia hasta que la cogió y la metió en casa - Ay, estas empapada Lola. Patri traeme toallas, corre. ¡Pero corre!
El canario se había quedado en el sitio y Mimi le apremió sentando a la cabrita sobre sus rodillas en el sofá y sujetandola hasta que le trajo una toalla y se la puso por encima para secarla.
- Pero Lola, ¿Qué haces aquí preciosa? encima toda mojada con la lluvia - le hablaba como quien habla a un bebé y la cara de Patricio era un poema, era la vez que más seguro estaba de que su novia estaba loca - ahora voy a secarte bien las patitas.
- ¿Pero que está pasando?
- Ay no lo sé - respondió mientras seguía sin levantar la vista de la cabrita - pero no iba a dejar a esta preciosidad fuera mojandose. ¿A qué no mi amor?
- ¿Pero de que conoces tu a una cabra?
- Ay porque es la cabra de Ana, bueno de su abuela Amparo - se corrigió y el canario abrió más los ojos sentándose al otro lado del sofá sin entender nada - traele un poquito de leche que seguro que quiere, ¿a qué si Lola? a que quieres un poquito, a que tienes hambre, cariño.
Ya estando más o menos seca Mimi la soltó y la cabra se bajó al suelo y empezó a berrear y saltar de acá para allá.
- ¡Miriam, pero que no podemos tener una cabra en casa! - le dijo dejando un plato con leche en el suelo todavía sin procesar la situación.
- Creo que es la primera vez que me llamas así - dijo la rubia divertida y absorta viendo a la cabrita beber del plato con dificultad - es que Ana le da de comer con un biberón pero nosotros no tenemos nada parecido - se fastidió mirando a todas partes pensando si tendrían algo parecido.
- ¿Pero me puedes explicar quien es Ana y que hace está cabra aquí? - le gritó un poco al ver que a su chica todo le parecía normal.
- Ana es nuestra vecina, su abuela es la dueña de Lola y lo gracioso es que se llama así porque su abuela, que es una crack, es fan mía.
- ¿Y qué hace aquí?
- Se habrá escapado Patri, yo que sé. En cuanto deje de llover la llevo a casa que seguro que se preocupan si no la ven - Lola se cansó de la leche y decidió subirse de un salto a la mesita del salón y el canario se levantó del sillón para azuzarla a que se bajase.
Lola se asustó y se bajó pero también se fue hacia atrás y se escondió detrás de una cesta con madera para la chimenea.
- ¡Patri, que la has asustado! - le riñó levantándose corriendo para ir a coger a la cabrita entre sus brazos y achucharla - no te asustes Lola, no pasa nada preciosa. Patri malo que te ha asustado - dijo mirandole con mala cara y acariciando al animalillo.
- Estas loca - se levantó del sofá suspirando y se marchó a su estudio a hacer lo que tuviese que hacer mientras Mimi se quedó jugando con Lola en el salón sentada en el suelo.
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que lo que un cabritillo ha unido no lo separe el hombre
Fanfictiony yo que sé de que va esto... a mi que me cuentas a estas alturas hay un bebé cabrita adorable, una rubia, una morena y una abuela wArMi RaDiKaL