22

3.4K 202 33
                                    

TAL VEZ

CAPITULO ESPECIAL CADENCE

— Nos vemos chicos — me despido con un beso en la mejilla y un abrazo de todos de la casa.

Ya estaba algo tarde y mis padres se enfadarían si no llegase antes de las doce. En esa parte eran muy rígidos, para ellos siempre fue importante la puntualidad. Heredé eso.

Puse mis auriculares mientras caminaba lentamente por las calles, había niebla y hacía algo de frío. Un buen tiempo para pensar en como las cosas están fluyendo en mi vida.

Alguién me toca en el hombro y suelto un grito por el susto, me volteo rápidamente y empiezo a golpear a la persona con mi bolso varias veces lo mas fuerte posible. ¿Justo hoy ser asaltada? ¿Están de joda conmigo?

— Detente, cálmate, que soy yo.

Me detengo de inmediato y el chico de ojos azules empieza a reírse a carcajadas mientras acaricia su hombro, donde le había pegado con más fuerza.

— ¿Sabes el susto que me acabaste de dar, señor Nash Grier? Pensé que eran ladrones — le reprocho con la mirada y él solo le limita a sonreír — ¿No te disculparás?

Él alza las cejas, se arrodilla y toma mi mano.

— Lo siento tanto señorita Cadence, ¿Podrías disculpar a este humilde chico? ¿Me perdonas? Si te he fallado te pido perdón de la única forma que sé abriendo las puertas de mi corazón — intentó hacer la voz del meme y nos echamos a risas. Su imitación barata es muy buena. 

Pongo mis ojos en blanco con una ladeada sonrisa.

— Bien, estoy de buen humor y hoy no te decapitaré — él me mira fingiendo asombro y besa mi mano — Ok, ya basta, levanta.

Le ayudo a ponerse de pie y empezamos a caminar por las silenciosas calles del barrio en dónde vivía Kate. Es un lugar muy agradable para vivir, es todo muy tranquilo.

— Pobre de Aria, aún no me creo el cien por ciento que ella ya dejó este mundo — comienza Nash, tal vez para romper el silencio que se había formado entre nosotros.

Asiento en concordancia y me encojo al sentir una brisa muy fresca golpeando mi cuerpo.

— Era una buena anciana, aúnque a ella nunca le haya agradado. Que me odiara. Ella si me caía bien, hacía a todos quienes la rodeaban felices.

Noté como Nash se tensó, él quería hablar sobre el tema pero no estaba seguro si hacerlo, como todos hoy después que supieron de la noticia. 

— Eres una chica genial — lo miro con los ojos como platos y negué con la cabeza — claro que si lo eres.

— No, no lo soy y haz la pregunta que quieres hacerme que me estas agobiando.

El ojiazul se detiene de golpe y se sienta en un banco, ni me percaté que ya habíamos llegado a la plaza. Imito su gesto y empecé a calentar mis manos, ya que empezaban a congelarse del frio que estaba.

Él me mira mientras muerde su labio inferior, pero finalmente me hace la pregunta.

— ¿Cómo te estás sintiendo con todo esto?

Vaya, no era esa la pregunta que estaba esperando. 

Esperaba algo como: ¿Cómo terminaron Manu y tu? ¿Odias a Kate? ¿Él te engañaba con ella?

Pero me agradó su pregunta.

— Yo... estoy bien, me siento libre, que quité un peso de mis espaldas por no preocuparme mas de si Manuel me ama o no o que debo hacer para llamar su atención. Ahora podré pensar en mí — confieso — Sabes, generalmente no hablo de mis sentimientos con nadie, pero ¿Qué más dá? Solo soltaré todo lo que pienso, no tengo porque fingir ser alguien que no soy, tal y como dijo Kassie. Tal vez sea ese mi problema, nadie me quiere porque esa no soy yo, solo más un clon de la sociedad que quiere ser perfecta. Vaya, ¿En que monstruo me convertí? Me tengo asco.

Miro hacia el cielo sin estrellas, así me sentía en estos momentos. Ya no había ninguna luz en mí, solo la oscuridad carcomiéndome de a poco.

— No digas eso, me agradas mucho.

Suelto una risa sin ninguna emoción en ella.

— No digas eso porque tienes pena de mi, ya aguanté a todos mirandome incómodos, piensan que soy como una muñeca de porcelana y que si me hablan de eso me romperé en millones de trocitos. Yo soy la villana de la historia, del porque Kate y Manuel no pudieron ser felices antes. Lo siento si estaba cegada de amor por él, con esperanzas de que él volviera a sentir todo esto y no todo es mi culpa — se formó un nudo en mi garganta y solo ahí noté que las lágrimas empezaban a salir — Quién me quería enamorar a toda cuesta era él, hasta pidió ayuda para hacerlo. Cuando él ya empezó a sentir cosas por ella y aún así me pidió para ser su novia, ¿Por qué soy la mala de la historia? ¿Por qué todos tienen pena de mi?

Nash me abraza rápidamente y ahí ya no pude aguantar las lágrimas, salían tan rápido como una avalancha.

— No digas esas tonterías, fue muy valiente lo que hiciste y yo sé exactamente lo doloroso que es hacer eso, también lo hice para dejar camino libre para esos dos. Sé como es sentir las miradas de rabia y comentarios innecesarios, no tuvimos la culpa de nada y aún así somos los malos, pero escuchame bien — él se aleja para mirarme fijamente a los ojos — No te trates así, no seas dura contigo misma. Con el tiempo esa historia pasará y tu encontrarás a alguien que te haga feliz y que no te use para acercarse a otra persona. Todos merecemos ser felices y todos lo seremos, pero tenemos que esperar hasta que llegue el indicado y eso cuesta mucha paciencia, ¿Sabes cuantas personas están juntas mas de cincuenta años? Poquísimas, el amor es raro, pero no imposible de encontrar.

Y solo nos quedamos ahí, observando al uno al otro mientras las lágrimas caían. Él también se habia puesto a llorar mientras hablaba. Me sentía bien desahogandome con él. Sabía que si le dijera a Kassie no me comprendería como él lo hizo.

— Eres una chica hermosa por dentro y por fuera, no un monstruo. Siempre debes recordar eso.

— También lo eres Nash.

Y como si la gravedad de nuestro cuerpo nos atrayera, sus labios terminaron encima de los míos y un tierno beso empezó.

Tal vez era para ser así, para que termine aqui con Nash y que todo esto sucediera. Tal vez él sea mi otra mitad. No estoy completamente segura de eso, pero quiero intentarlo.

Ya no seré la Cadence que depende de lo que diga los demás. La hija de papi. Solo seré yo y, tal vez, con Nash a mi lado, ayudándonos mutuamente en las subidas y caídas de la vida. 

— Está frió, mejor te llevo a casa — se levanta y estira sus manos en mi frente, ayudándome a levantarme.

Y fuimos a mi casa con las manos entrelazadas.

Miré otra vez el cielo y pude ver la luna. Al final, siempre hay una luz en la oscuridad. 

— ¿Me perdonas? — pregunta hablando con la voz del meme y nos echamos a reír otra vez.

Estoy casi segura que él es mi otra mitad.

EL IDIOTA DEL MEJOR AMIGO DE MI HERMANO #2 [SI#2]Where stories live. Discover now