EL IDIOTA DEL MEJOR AMIGO DE MI HERMANO #2 [SI#2]

26

LLEGÓ ANDRÉS

Y era un nuevo día feliz en la vida de Kate. Se aproximaba el verano, las vacaciones acercándose y el instituto terminándose con más un año, ¿Quién no se emociona en dónde se van terminando los exámenes y viene toda la diversión? ¡Donde todo podría ser alegre!

Podría. Sí, podría.

Porque no todo es exactamente así, ya que como deben de saber, mi mundo no es de color rosa.

Y se preguntan, ¿Por qué, Kate? ¿Por qué tú vida es un maldito desastre, O'Connel? ¿Qué rayos te pasó otra vez?

A parte de que Denisse me delató en la fiesta, terminé despertándome fatal, muy enferma, al punto de no poder levantarme de la cama por un maldito dolor de cabeza y ver todo borroso, ahora me avisan de que tengo dengue y tuvieron que inyectarme suero para sanarme.

Pero, vamos, ¿Por qué está tan mal así? Ni que fuese el fin del mundo...

Pero lo es.

Justo cuando se está terminando el año no puedo salir de casa, tendré que hacer los exámenes en otros días, lo que significa que no podré copiar de alguien las respuestas, perderé clases, lo que significa pasar la mayoría del tiempo recuperando mis trabajos que me pasará mi hermano y sin Manuel Ríos, porque como es su último año deberíamos aprovecharlo lo máximo posible.

Pero estoy casi segura, el 99,9% de que Denisse me tiró una magia negra encima.

Esa maldita bruja y el maldito mosquito cómplice que me picó. De verdad que me enfurece, la vecina ahí de atrás tiene unos cuatro perros, cuatro perritos gordos llenos de sangre, y unos cinco hijos, pero aún así vienen en mí. ¿No les parece raro?

Mamá me dijo que estoy tan molesta porque pronto llegará Andrés, y puede que sea así, del porque estoy tan sentimental que quiero abrazar a todos pero al mismo tiempo estar sola sin nadie respirando cerca mio.

Pero por suerte tengo a unas grandes amigas que siempre me acompañan, y Ryan. Pero en la mañana me quedaré sola, ya que ellos van a estudiar.

— Tu temperatura está alta aún, pero está bajando — Sonríe mi madre en aprobación — Muy bien, necesito trabajar y alguien tiene que estar contigo por cualquier cosa. ¿A quién llamamos? — Me mira expectante, en realidad, no tenía la menor idea de quien pueda ser. Ella es más popular que yo, debe de tener alguien en mente— Ya sé, llamaré a Denisse.

Mi pequeña sonrisa pasa a ser una mueca de desagrado, ¿Cómo se le ocurre a mi madre una idea así?. Iba a negarme en mil idiomas posibles, pero ella empieza a soltar una leve risa burlona para luego acariciarme el pelo.

— Me asustaste.

— No soy tan mala así, aunque me gustaría verte sufriendo un poquito — La miro con los ojos entrecerrados como ella va sonriendo de una manera algo maliciosa que me llegaba a dar algo de miedo.

Creo que es el descuento de todos los berrinches que le hice cuando era una cría o la vergüenza que le hice pasar, como hacerme el número dos en mis pantalones hasta los seis años para que así ella me llevara a casa rápidamente y no quedarse unos quinientos años hablando con sus amigas.

Era pequeña, fea y pésima en matemáticas, pero era muy buena en estratégias como estas.

— Llamaré a nuestra vecina. No creo que se niegue a estar un par de horas contigo. — dijo mi madre mirando al techo de forma pensativa.

— ¿Esa señora no está muy viejita como para estar cuidándome? — pregunté con el ceño fruncido.Seguro se pasará más tiempo en el living viendo novelas.