EL IDIOTA DEL MEJOR AMIGO DE MI HERMANO #2 [SI#2]

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¿FARREAMOS?

Manuel me fulmina con la mirada y yo imito su gesto. No pienso rendirme, no muy fácil.

— Cómetelo, es para tu bien — me ordena por décima vez.

— Pero quiero el cheescake de mi mamá — hago puchero cruzándome de brazos como una niñita.

El ojiverde suspira y se acerca más a mi.

— Primero come tu ensalada que yo preparé especialmente para ti, te hará bien — me pone ojitos de cachorro con una pequeña sonrisita tierna.

Hago una mueca de molestia y ofensa.

— ¿Qué me llamas gordas? ¿Por eso me preparaste este pasto con estas malas hierbas?

Él abre sus ojos como platos y niega rápidamente con la cabeza.

— No, no quise decir que estas gorda, estas bien de la forma que estás, no tan delgad... — deja de hablar y me mira nervioso con la boca un poco abierta — te ves genial.

No pude más aguantar la risa. Amo molestarlo.

— Solo bromeo contigo — miro al plato que no tiene ninguna pinta de estar bueno, pero si él lo hizo para mi, tengo que probarlo. 

Solo sé que me dará un dolor de panza.

Agarré el tenedor y puse las cosas verdes en mi boca, me gusta la ensalada pero más cuando tiene tomate o huevos, solo esas hojas no me bajan de la garganta.

Abrí mis ojos como platos y escupí todo en el plato mientras el muy desgraciado se echó al piso riendose de mi.

— Que esto no es gracioso, idiota — corrí por un vaso y le llené de leche — ¿Pimienta? ¿En serio? Apestas.

Bebí rápidamente el líquido blanco y suspiré fuertemente mirando como el Rios se descojonaba a carcajadas, pero al final también solté una leve risa.

— Eso es el karma mi amor — me tira un beso en el aire — esto es la venganza por estirar mi pie mientras dormía.

Sonreí ampliamente al recordarlo, aquel día fue épico.

Habíamos visto una película de terror y él se quedó a dormir en casa, sabia que él estaba muy paranoico por la película y decidí hacerle una broma.

Me puse de cuclillas y le toqué el piel para luego estirarlo con fuerza, Manu no paraba de gritar "Demonio, sal demonio, esta casa no te pertenece, ve por Dylan" y muchas más cosas que no logré distinguir porque me partía de la risa.

— Ya me lo imaginaba, es raro verte preparar ensalada si ni a ti te gusta.

Él se levanta del piso y se pone a mi lado a abrazarme.

— Te amo mi O'Connel — me da un corto beso, porque se escuchan pasos a nuestra dirección.

Ryan aparece en la cocina saltando como un unicornio feliz de la vida, pero luego hace una mueca de asco.

— ¿A estas horas ya se ponen así? Wuacala — finge vomitar y el ojiverde le muestra la lengua.

— Dices eso por envidioso.

Ryan pone una mano en el pecho fingiendo indignación y luego me estira quitándome cerca del Rios y me abraza.

— Tienes razón, ella es mia — yo asiento en aprobación y el castaño sonríe victorioso — ¿Viste? Prefiere a mi.

— Kate, ¿Cómo puedes? — Manu me reprocha con la mirada y nos reímos, pero luego me estira otra vez a su lado — Ok, ya basta, di lo que necesitas.