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━MELIODAS vs MANDAMIENTOS━
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Solté una ligera sonrisa en cuanto sentí la luna que cree regresar a mi. Solo basto con darle un golpe para que se destrozara por completo.
──Así que estas ahí, ¿eh? Meliodas. ─cerré mis ojos cruzando mis brazos. ──Como era de esperarse.
──Meliodas. ─Zeldris llego a un lado mío y supo que fue él quien me regresó mi ataque. ──Ya sabe que estamos juntos.
──¿Y eso es malo, cariño? ─pregunté ante su mirada seria.
──Intentará separté de mi. ─entre cerró sus ojos. ──Eso es más que seguro. ─se cruzo de brazos cerrando sus ojos unos segundos. ──Y no le importará nada.
Lo mire de reojo y al verlo tan enojado lo tome de su cabeza para hacerlo que se acostara en mis pechos, él se sorprendió y se sonrojo un poco pero termino por abrazarme disfrutando el tacto.
──No tienes de que preocuparte, mi demonio. ─acaricie su cabello. ──Se que harás algo para tenerme a tu lado de nuevo.
──Estas en lo cierto, mi diosa. ─me miro sobre mis pechos con una sonrisa. ──Buscaré la forma de que estes a mi lado aún cuando él te separe de mi.
Mi cuerpo se tensó a la vez que comenzaba a sentir una poderosa pelea provenir de Vaizel. Zeldris se separo de mi regresando a su semblante serio de siempre observando a la misma dirección. De pronto una gran luz se miro para después crear una gran explosión.
──Meliodas. ─apretó su puño lleno de ira.
En eso más explosiones pasaron ocasionado que el suelo temblará un poco debido a la intensidad de la pelea. Zeldris apretaba más su puño intento contenerse para no ir de una vez por todas.
──Al parecer se esta enfrentando a dos mandamientos, ¿cierto? ─su silencio fue la respuesta que esperaba. ──Ve. ─él me miro. ──Diga lo que diga no cambiará el hecho de que lo quieres matar. No voy a intervenir en lo que tienes en mente, Zeldris. Solo quiero que te cuides y que no salgas lastimado.
──Te prometo que regresaré antes del amanecer. ─me miro a los ojos.
──En ese caso te esperaré. ─me incline dando un suave beso en la comisura de su labios. ──Si regresas te daré uno donde tu quieras. ─le guiñe un ojo provocando una sonrisa de su parte. ──Suerte, mi demonio.
──Volveré, mi diosa.
Él cerró su ojos mientras sacaba sus alas y en un milisegundo despareció por completo en una luz oscura.
