━━26

8.5K 862 215
                                    

━HERMANO━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

HERMANO

• • •

Me concentraba en seguir jugando con la pequeña luna que se posaba en mi mano ignorando por completo el ruido que hacía el bastardo bigotón al estar destruyendo el castillo mientras que de fondo tenía los gritos de Elizabeth hacía Meliodas.

No la entiendo, según lo que se, ella en su primera reencarnación le pidió a Meliodas que rompiera la maldición y ahora cuando él la quiere romper le pide que no lo haga. Para que decir cosas si no quieres que se culpan.

Por lo menos ella muere y vuelve a reencarnar mientras que yo... moriré para siempre.

Y pensar que imaginaba un futuro con Zeldris viviendo juntos y mis hermanos de visita intentando matarlo con la mirada para después yo golpear a los tres por ser tan estúpidos. Casarme y que mi mellizo haga una estupidez de "yo me opongo" o que Ludociel "accidentalmente" termine asesinando a todos los demonios. Tener hijos, mellizos si es posible y ver como Zeldris golpea a Mael al ver como se quiere llevar uno o a Ludociel regalarle todo lo que vea para bebes.

Pero eso claramente no será posible por tantas razones las principales: mis hermanos están muertos y yo pronto lo estaré.

Cerré mi puño destrozando la luna al sentir una fea sensación, sabia que no era en ni, sino en...

──Zeldris. ─mire aquella dirección por donde la sentí.

──¡¡Elizabeth!! ¡¿A dónde te fuiste?! ¡Mierda! ─me levanté al escuchar los gritos de Meliodas.

──¿Humh? ─miré al dentro del castillo. ──Creo que se le escapó su muje... ─me quedé en silencio al sentir una mano tomar la mia comenzando a correr. ──¡Oye idiota, ¿qué haces?! ─grité mirando a Elizabeth. ──Que estes peleando con Meliodas no significa que puedas arrastrarme. Tengo que esperar a Zeldris.

──Amaris. ─me miro de reojo. ──Se que tampoco quieres que Meliodas se convierta en el rey demonio. Solo quieres que Zeldris este a salvo y por eso lo mejor es... detener a Meliodas.

──¿Y cómo pretendes hacerlo? No tengo poder sufiente para enfrentarlo y de lo contrario no podría hacer mucho en su forma asalto. ─aclaré con disgusto.

──Es por eso que tenemos que pedirle el poder a los siete pecados capitales. ─de cierta forma no me sorprendí. ──Juntos detendremos a Meliodas.

──Qué fastidio. ─murmuré. ──Yo solo quería pasar mis últimos días con Zeldris y ahora tendré que salvar a Britania de esta estúpida guerra santa.

𝐀𝐌𝐎𝐑 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐓𝐎; 𝘻𝘦𝘭𝘥𝘳𝘪𝘴 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora