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━MI PROBLEMA━
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──Estoy aburrida~ ─exclamé haciendo un mohín que hizo reír a mi papá y a el tío Ban. ──¿Por qué estamos aquí?
Pregunté sentada en el suelo cruzada de brazos en forma de enfado que soló provocaba risas de mi padre. Estábamos en la vieja fortaleza donde anteriormente los siete pecados capitales fueron acusados de traición por hacer brocheta a un hombre o algo así me dijo el tío Ban.
──Esta mañana el rey volvió a tener un presagio. ─me respondió la tía Merlín con su singular tono de voz.
──¿Presagio? ─ladeé mi cabeza sacando un "que tierna" de un señor con bigote. ──Suena a que se murió. ─abrí mis ojos al recordar que el rey lo tuvo. ──¿El rey murió? ─algunas risas no se hicieron esperar. ──¡Esto no es gracioso! ¡El rey murió y ustedes se ríen!
──Bartra no murió, Amaris. ─dijo papá dejando de lado su risa mientras me despeinaba.
──Entonces... ¿qué significa presagio? ─pregunté ladeando mi cabeza hacia el lado contrario.
──Permíteme explicarte, pequeña. ─mire a el tío Escanor, lo acabo de conocer y ya me siento protegida a su lado. ──Es la acción de anunciar un hecho futuro. Esa es la magia del rey Bartra: Visión.
──Aahhh~... no entendí. ─él se cayó de espadas.
──Mira Amaris, una paleta. ─mis ojos brillaron en cuanto papá me dio una paleta. ──Cómela, cariño.
──Hai. ─sin esperar más le quite el envoltorio para poder disfrutarla.
Realmente no le daba mucha importancia a lo que ellos hablaban mi atención absoluta estaba en la deliciosa paleta, papá si que sabe como hacer que ignore a mi alrededor por completo.
Y por estar embobada en mi paleta no me percate de una luna cayendo encima de mi padre y nuestro, fue gracias a el tío de bigote, que me tomo en brazos antes de que cayera encima mío.
──Los siete pecados capitales se unirán de nuevo. ─escuche lo último que dijo Merlín después de ver a la tía Diane junto a el tío King caer encima de papá.
──¿Están lloviendo personas? ─pregunté al ver a los dos.
──E-eso parece. ─murmuró el tío Escanor. Mi vista se centró en él, por alguna extraña razón me gustaba su presencia, él se puso nervioso ante mi atenta atención. ──¿T-tengo algo en la cara? ─preguntó con nervios.
──Nop~. ─contesté lamiendo mi paleta. ──Es solo que me gusta estar contigo. ─cerré mi ojos brindándole una sonrisa. Sus mejillas se tiñeron de un severo rojo.
──G-g-gracias... supongo. ─con su mano libre rascó su mejilla.
──Vaya, Escanor. Parece que quieres quitarme a mi hija. ─miramos a mi papá con los brazos cruzados mirando mal a Escanor.
