Capítulo 5

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Iba tan distraida por lo que acababa de pasar que no vi a Sam saliendo de su habitacion con algunos documentos en sus manos, y lo choque de tal manera que todo quedo desparramado. 

-Yo tambien me alegro de verte, Rebecca- me sonrio pero yo no le delvolvi el gesto. Me agache a recoger los papeles y el hizo lo mismo.- ¿estas bien?

-Si, es solo que...-estaba a punto de contarle pero me calle. Ellos eran hermanos, era obvio que se iba a poner de parte de Dean. Yo era solo una supuesta pariente de su antiguo maestro y amigo Bobby, a la que le tuvieron lastima por encontrarse tan sola y perdida. Asique, en lugar de iniciar un melodrama, puse mi mejor cara y me levante entregandole los documentos ordenados- sigo un poco mareada, eso es todo. 

-Necesitas comer. Ven, te preparare algo. Ah, pero antes... espera un minuto.- entro a su habitacion y a los pocos minutos salio llevando consigo una sudadera gris- ten, hasta que consigas ropa nueva. Tuvimos que tirar la que llevabas puesta. 

Me quedaba enorme, pero era comoda y olia muy bien. Segui a Sam hasta el cuarto principal, pero me dijo que esperara en uno de los sillones. Al rato volvio con un emparedado y agua. Se sento a mi lado mientras yo deborada agradecida el alimento. Adonis se acerco trotando y se sento a los pies de Sam. 

-No puedo creer que nos haya encontrado. Este lugar es un laberinto.- dije con la boca llena. Tenia demasiado hambre como para pensar en modales.

-Si, pero te acostumbraras- me miraba con intriga. Al parecer tenia tantas preguntas como yo- ¿Estas mejor?

-Muchisimo mejor. Gracias, no solo por lo de mi pierna, sino por, bueno, todo. 

-Lo que sea por la hija de Bobby. Aunque debo  admitir que  no te pareces en nada a el. 

-La verdad es que ni siquiera se quien es. 

Sam saco de su bolsillo trasero una billetera, y de alli extrajo una foto. Bobby tenia ojos oscuros y barba espesa. Vestia una camisa y vaqueros, y usaba la famosa gorra que siempre mencionaba mi madre. Se veia desaliñado, pero me dio una agradable sensacion conocer al fin a mi padre.

Sam tenia razon, no nos pareciamos en nada. Yo tenia ojos miel y cabello negro y corto desmechado. Siempre lo habia usado asi, mas por comodidad que por estetica. Mis rasgos eran mucho mas delicados que los de mi padre. Y, en realidad, todos los amigos de mamá coincidian en que yo era su vivo retrato. 

-Supongo que sali a mi madre.

-Tu madre debio ser muy linda entonces.

Fije mi atencion en Sam y el corrio la vista, al parecer, avergonzado de lo que acababa de decir. En ese momento aparecio Dean charlando animadamente con el otro chico, Kevin. Me levante y estreche su mano.

-Soy Kevin, un profeta del señor.

-Vaya, eso sono sexy.- dijo Dean acomodandose en una de las mesas. Ni siquiera me miro al pasar por mi lado. En algun momento tendriamos que hablar, pero no ahora. Kevin se sento a su lado con una especie de tabla de piedra con simbolos tallados.

-¿Y Castiel?-dije al notar la ausencia del angel.

-Se marcho.-dijo Dean concentrado en su notebook.

-¿Por que?

-Dijo que debia arreglar unos asuntos pendientes.

-Asi es Cas, Becca. ¿Puedo llamarte asi?- me dijo Sam.

-Claro.

-En fin, dijo que iba a mantenerse en contacto- Dean me miro por un efimero instante e inmediatamente corrio la vista hacia su hermano- Sammy, creo que tengo un caso. 

Lo que está prohibido me hace feliz (Supernatural- Terminada)Where stories live. Discover now