Lo que está prohibido me hace feliz (Supernatural- Terminada)

Capitulo 6

Los chicos trabajaban en el caso mientras yo cocinaba pastas. Me explicaron brevemente que habian aparecido un par de cadaveres femeninos en Tarrant, Alabama, y que a ambos les faltaban organos internos especificos. Lo unico que tenian en comun estas dos mujeres era su membrecia y regular asistencia a reuniones para personas "renacidas".

-¿Que significa eso?- pregunte medio gritando desde la cocina.

-Habra que averiguarlo- dijo Sam acercandose a mi-¿Necesitas ayuda?

-Oh, no, gracias, ya estoy terminando.

-Huele delicioso.

-Y espera a que lo pruebes.

Con una cuchara saque un poco de salsa de la olla y se la di en la boca a Sam. El observo cada uno de mis movimientos sin quitarme los ojos de encima. 

-Creo que le falta un poco de sal

-¿Tu crees?

-Becca, apenas se prepapar una hamburguesa. Y es un milagro si no se me quema. Solo bromeaba contigo. 

-Lo sabia. Solo queria que lo admitieras.

Sam rio animadamente. Entonces recorde que no le habia dado su regalo. 

-Ven conmigo, tengo algo para ti.

Sam me siguio hasta la habitacion. Le habia comprado una remera violeta con una camisa a cuadrille. Cuando le entregue la bolsa parecia sorprendido.

-¿Por qué?

Parece que estos chicos no eran de recibir muchos regalos. 

-Solo una muestra de agradecimiento.

Cuando lo vio se quito lo que llevaba puesto y pude tener una muy deliciosa vision de sus abdominales marcados y su amplio pecho. Me dieron unas extrañas ganas de perderme entre sus musculosos y bronceados brazos. 

-Estas...alucinante-dije al ver que la ropa le quedaba como hecha a medida.

-Gracias, Becca. Me encanta.

Entonces, con algo de indesicion, se acerco a mi muy despacio, como si yo fuera una especie de pajaro exotico al que no queria espantar. Estando tan cerca su perfume caracteristico invadio mis fosas nasales. Su mirada verde avellana se dirigio a mi boca, y deposito sus labios entreabiertos en mi frente. Acto seguido coloco su mano derecha en mi cintura y me acerco hasta que nuestros torsos gozaron de un total y completo contacto.

-Espero que por lo menos aceptes una invitacion a cenar- dijo susurrandome al oido, con su voz grave y rasposa, lo cual provoco un sensual cosquilleo que bailo por mi columna. 

 -Tu di la hora y yo escojo el lugar- dije en una voz casi inaudible.

Justo en el momento en que nuestras aceleradas respiraciones comenzaron a mezclarse, recorde que habia dejado las hornallas prendidas. Me aparte cortando la escena mas erotica que habia tenido en los ultimos tres años, y exlicandole que la cocina iba a incendiarse si no intervenia, salimos de la caldeada habitacion. Le agradeci a Dios por la fuerte brisa que enfrio mis pensamientos. 

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Luego de almorzar spaguetti (el cual por cierto les encanto), le di el regalo a Kevin y me dispuse a empacar ropa en mi mochila. Los chicos planeaban viajar a Tarrant en poco menos de media hora, asique luego de dejarle unas cuantas indicaciones al chico asiatico sobre Adonis nos dirigimos al Impala.

Viajamos unas 5 horas, y al llegar buscamos un motel medianamente decente. Alquilamos dos habitaciones, desempacamos y fuimos caminando hasta la iglesia a la que solian asistir las dos victimas, ya que no quedaba muy lejos de alli.