Lo que está prohibido me hace feliz (Supernatural- Terminada)

Capitulo 11

NARRA DEAN

Comportarme como un mariquita no era lo mio, y al notar varios pensamientos un tanto filosoficos sobre el color unico de su mirada o sus infartantes piernas (bueno, eso no era tan romantico) me levante de la cama y busque la notebook de Sam. Entre a  mi sitio porno favorito, pero no logro causarme absolutamente nada a medida que pasaba los videos. 

-Esto se tiene que terminar- pense en voz alta y cerrando con furia la notebook. Me estaba resfregando los ojos cuando senti unos pasos entrando en la sala.

-¿Que cosa se tiene que terminar?- un Kevin muy ojeroso y con la tabla en mano arrastro sus pies hasta quedar frente a mi. Aquella maldita cosa ya comenzaba a adherirse a su persona, asique me levante decidido y exclame:

-Esta situacion tan deprimente. Si no salgo de aqui pronto me vere obligado a mirar Diario de una Pasion mientras me atraganto con helado.

-Pues eso no estaria nada mal- dijo Kevin entre risas.

-¿Estas bromeando? Ve a por tu abrigo, nos vamos de aqui.

Hacia unas horas habia tenido una tremenda discucion con Sam sobre el uso del Impala, hasta que sus estupidos y manipuladores ojos de cachorrito lograron convencerme. Asique tomamos prestado un viejo Mercedes Benz del 74 del garage, el cual no tenia la mas minima idea de qué hacia alli, y nos dirigimos con Kevin al pueblo mas cercano.

 NARRA BECCA

 Antes de encontrarme con Sam en la sala principal entre a mi habitacion y cambie aquellos toscos e ineccesarios zapatos por unas vans sin cordones verde manzana. Mis pies casi gritaron de alivio, y al pasar frente a un espejo despeine mi cabello. No me veia tan mal como imagine, la combinacion hacia al atuendo informal y veraniego. Agradeci mi repentino cambio cuando divise a Sam vistiendo una camisa turquesa arremangada, un pantalon negro y zapatos. Se veia apuesto y relajado, y no dejo de halagarme en todo el viaje. Yo no solte el collar que Dean me habia prestado, y mis pensamientos constantemente volvian a aquella escena como sacada de pelicula. 

Todo el mundo conocia la historia de por que John Winchester se habia vuelto cazador, por lo tanto sabia que la madre habia fallecido en un incendio. Me provoco una ternura inimaginable cuando me ofrecio aquel precioso tesoro, tan invaluable para él porque representaba un recuerdo. El gesto fue desinteresado y demasiado lindo para mi gusto. Me la estaba haciendo cada vez mas dificil.

Mi mente se distendio cuando ocupamos una mesa en un restaurante chico pero elegante. Sam no perdio tiempo en excentricidades y pidio cervezas para ambos, luego de preguntarme primero. Tenia ganas de comer pastas, asique despues de consultar el menu unas tres veces me decidi por lasagna y Sam un filete a la crema con ensalada de cuscus. Parecia tener las cosas en claro con respecto a la comida.

-No sabia que te manejaras en ese nivel- susurre cuando el mozo se fue con nuestros pedidos. Sam me sirvio cerveza en la copa y sonrio.

-No te creas, siempre pido lo mismo. Lo unico que varia es la ensalada.

-¿Un chico fanatico de las ensaladas? Eso no se ve todos los dias...

-En la universidad me acostumbre a comer sano y bueno... a mantenerme en forma.

-¿Extrañas la universidad?- le di un sorbo a mi bebida mientras el tamborileaba con un tenedor la mesa.

-Si te soy sincero, no se me habia cruzado por la cabeza hasta ahora. ¿Eso responde a tu pregunta?

-Mas o menos..

-Aunque- continuo Sam- me hubiera gustado terminar la carrera y tener un titulo para colgar en una pared.