Capítulo 1

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- Por dios, necesito un año sabático – reclama Juancho tirando algunos formularios en el escritorio delante de él.

- Solo llevamos medio día, no empieces Juan.

- ¿Puedo preguntar por qué pones tanto empeño en esto? – dijo posando su antebrazo sobre la mesa.

Daniela alza la vista de sus papeles para mirarlo.

- Porque es mi trabajo.

- Y supongo que el hecho de que tu padre este por jubilarse y este pueda ser su último gran trabajo no tiene nada que ver, ¿no?

- Lo hago solo porque es un gran negocio para la empresa, creí que eso estaba claro- Daniela estaba intentando mantener la calma -

- Eso y por qué quieres la presidencia.

- Eres un grano en el culo, Juan – dice volviendo su atención a los papeles.

- Espero que sigas así de perseverante cuando consigas el puesto – murmura tomando sus papeles nuevamente.

- Para eso te tendré a ti - dice dando por finalizado el tema con una cuota de ironía.

Daniela sabía que su amigo tenía razón. Quería que este proyecto salga perfecto para poder darle a su padre la seguridad de que ella podría llevar a cabo su gran empresa. Además no toleraría que cualquier otra persona le saque ese privilegio.

Cuando la única hija de los Calle se proponía algo, lo cumplía si o si.

- ¿Iras a Black Sleep hoy? – pregunta Juancho luego de un rato.

- Tengo planes.

- Entonces te veré allí mas tarde.

- He dicho que tengo planes.

- Te oí, pero si es lo que tengo en mente, a media noche ya estarás libre para acompañarme con unos tragos y quien sabe que nos depara el destino – le dice tirándose sobre su asiento posando sus manos detrás de su cabeza.

- Idiota.

- Te veré después entonces – le espeta mientras se levanta de su asiento llevando sus papeles consigo.

- Nunca eh dicho que iba a ir.

- Sabes que si iras. Nunca te perderías una noche de viernes con tu buen amigo. Veré que consigo para que nos acompañen con unas cervezas- le guiña su ojo y sale del despacho.

Odiaba que él tenga razón. Nunca se perdería un viernes con su mejor amigo.

Tenía claro que era el día donde más mujeres asistían al pub donde ella frecuentaba, mujeres que harían lo que sea para estar con ella. Solo bastaba con sentarse en un reservado y escoger cual sería la elegida ese día.

Salió a las 18 hs. de la oficina ese día. Compro las cosas que le hacían falta y se dirigió hacia su lujoso departamento.

Luego de saludar a Ramón un Pug que había adoptado hace unos meses, le dio un premio y se fue directamente a la ducha.

Una hora después, satisfecha con su vestimenta, peinado y maquillaje, escucho el timbre sonar.

- Hola – dice la recién llegada besando su mejilla – Creí que podía traer una botella de vino – le enseña la botella.

- Gracias, no tenías que molestarte, bonita. – le dice besando la comisura de sus labios.

Ella era así, le gustaba ir directo al grano.

- Oh, ¡Tu perro esta aquí! – asegura la recién llegada siguiéndola hasta la cocina.

- Por supuesto, vive aquí – le contesta mientras saca dos copas – ¿Algún problema?

- Bueno, soy algo alérgica...

- Un par de estornudos no es para tanto, Abisambra.

Abisambra odiaba los perros y gatos, además le daban demasiada alergia.

No era la primera vez que venia a la casa de Calle, como solían decirle sus conocidos. Ellas se conocían hace tiempo, pero la mayoría de las veces Ramón estaba durmiendo en su cama o simplemente en otra habitación.

- Se me antojo comida china, ¿está bien para ti? – le dice entregándole la copa con vino.

- Por supuesto – responde Abi con una sonrisa. La comida china era su favorita, desde que Daniela la había hecho probarla, aunque nunca se lo había dicho – ¿Como fue tu día hoy? ¿Pudiste terminar tu proyecto? Juan estuvo todo el día en tu oficina, ¡No podía creer que iba poder tener la suerte de verlo trabajar un día!

Daniela sonríe ante su apreciación. Tenía razón. Abisambra era la secretaria de su padre, sabía absolutamente todo de la empresa. Lo mejor era tenerla como amiga, al menos si quería lograr ser la que alguna vez dirija el negocio de su padre.

- Aun estoy trabajando en ello – le responde parándose delante de ella – Pero honestamente no me gustaría hablar de eso ahora – sin decir más comienza a besar su cuello dejando su copa sobre la isla para quitar su chaqueta por los hombros lentamente.

- Calle, ¿Realmente quieres hacer esto ahora? – suelta un estornudo antes de terminar –

Daniela se aleja unos milímetros. Ahora debía cambiarse la camisa antes de volver a salir. Sin embargo continúa con su propósito.

- Creí que íbamos a cenar primero... – dice soltando un suspiro mientras sentía como Calle trabajaba en su cuerpo.

- No hay tiempo para eso – responde la castaña de ojos avellana mientras la bajaba del taburete para poder llevarla hasta el sillón.

- ¿Algún día conoceré tu cuarto? – Pregunta Abi un rato después.

- Bonita, sabes que no dejo que nadie toque mi cama. – dice tomando una calada de su cigarrillo.

- Bueno... creí que después de estos años yo no era simplemente "nadie" – se suena su nariz por milésima vez.

Estúpido Amor (Terminada)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora