Capítulo 26

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- Encontraste algo más?

- Nada confirmado aun. Pero lo tendré para el juicio, puedes estar tranquila.

- No lo sé Hunt, faltan dos semanas y no hay nada concreto...

- El pertenece a su banda estoy seguro. Solo me falta un testimonio para estar completamente tranquilos.

- Entonces no lo estaré hasta que la persona testifique. Es una acusación muy grave, si no estamos preparados puede jugarnos en contra. No arriesgare nada.

- Está bien, trabajare en ello.

- Lucca, el futuro de esa niña está en nuestras manos, por favor no me defraudes.

- No lo hare.

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- ¿Todo bien?

- Si...

- Aun estas preocupada, ¿verdad?

- No puedo evitarlo.

- Hey – llama acercándose a su silla para sentarse en su regazo – será cuestión de tiempo. No va a pasarle nada, ya lo veras.

- Espero que así sea. Es mi última oportunidad, gordi. Si fallo, me la arrancaran para siempre.

- No será así, no lo permitiré, lo prometo – dijo tomando su barbilla para dejarle un suave beso.

- Por cierto, estamos invitadas a la fiesta de cumpleaños de Juli, pero... podemos no ir si no estás de humor.

- No permitiría que faltes al cumpleaños de amiga. Dime, ¿te sentirías cómoda yendo conmigo?

- No podemos seguir escondiéndonos. Todos aquí saben que estamos juntas y Abi.. en algún momento tendrá que aceptarlo, ¿verdad?

- Creí que estabas mejor con eso.

- ¡Lo estaría si tan solo ella mostrara algo! Simplemente le da igual. No estamos ni bien ni mal, no hay reacción. Estoy comenzando a resignarme.

- Tiempo, amor. Pronto estarán mejor, se adoran y no es posible que una amistad así se termine. Ya lo veras – aseguro besando su mejilla.



- ¡Llegaron! – exclamo Juliana abriendo la puerta de la casa de sus .
Por supuesto que su departamento era muy pequeño para tener una fiesta. Y sus padres dejaron todo a su disposición.

Era obvio, siendo una hija única.

- ¡Hubiese llegado antes si cierta persona no hubiera admitido que estaba perdida! – exclamo soltando un bufido.

- Ya estamos aquí, ¿no?

- ¿Nada de tops? – pregunto su amiga aun sabiendo la respuesta.

- ¿Tú que crees?

- Ella se ver hermosa, ¿no es así? - Daniela sabia que se había salido con la suya. Amaba el abdomen de Poché, pero prefería que solo quede para ella.


- Mejor iré por una cerveza – murmuro la peliazul poniendo sus ojos.

Al llegar al refrigerador se encontró nada más y nada menos que con Abisambra.

No sabía exactamente cómo reaccionar.

Así que eligió hacerlo natural.

- Hola.

- Hola – dijo levantando su vista para mirarla – ¿una cerveza? – ofreció luego de un momento.

- Gracias, venia por una – contesto la más pequeña aceptándola.

- Está bien. Solo no hagas papelones como la última vez.

- Si mal no recuerdo fuiste tu la que tropezó unas cuantas veces.

- Es cierto – contesto asintiendo – pero vamos, tengo algunos recuerdos tuyos también.

- Así es... ambas tenemos algunas manchas. – asintió borrando su sonrisa.

- Solía ser tan fácil para nosotras – hablo la castaña luego de unos minutos – Nunca nos costó hablar, y míranos ahora...

- Lo sé, extraño eso.

- También yo.

- ¿Podemos al menos intentarlo? – pregunto mirándola fijo.

Abisambra se tomo su tiempo para responder.

Estaba tan acostumbrada a Poché que realmente la echaba de menos.

- Daniela nunca fue para mí, ¿no es cierto?

- Nadie lo sabe, quizá tenía que ser así. Pero cuando aparezca una mujer en tu vida deseo que te ame y te respete. Debes buscar eso, no aceptar las reglas de una mujer que no sabe lo que quiere.

- Supongo que nunca aceptaste sus reglas..

- No me importaban, al principio no quería nada. Luego se fueron dando las cosas. Abi si te molesta no hablare, no me veras con ella o lo que sea, siéntete en la libertad de hacérmelo saber. Ambas lo respetaremos.

- No, no tienen que esconderse. En algún momento la situación va a darse y no voy a mentirme, la imagine en mi cabeza muchas veces. Supe que iba a ser extraño, pero... no lo sé. No quiero seguir con esta situación.

- Tampoco yo. ¿Podemos tan solo intentarlo? – pregunto nuevamente.

- Creo que podemos

- ¿En serio? – María José ni siquiera intento esconder su sonrisa.

- Ni pienses ponerte a llorar, ¿entendido?

La peliazul no lo dudo y se tiro a sus brazos.

- Te quiero, te quiero. ¡Lo juro!

- Gordi, ¿estas..? Lo siento... estabas tardando y no sabía que había pasado. ¿Todo bien? – pregunta algo insegura.

- Más que bien – resalta Poché.

- Y si me sueltas estaremos mejor...

Ambas se ríen mientras se separan.

- Mejor iré a buscar a Juliana – comenta Abisambra mientras toma su cerveza y sale de la cocina.

- ¿Qué carajo fue eso? – soltó Calle confundida.

- ¿Eso? Solo un abrazo de viejas amigas.

- ¿Solo?

- Abi está reconsiderando la situación. Si todo sale bien, todo volverá a ser como antes.

- ¡Eso es increíble, amor! Me alegro por ustedes – exclama abrazándola contra sí.

- También yo. Tenias razón, quizá sea cuestión de tiempo.

Calle le sonrió tiernamente antes de dejar un suave beso en sus labios.

- Ahora, necesito un baño con urgencia. Tanta felicidad, me dio ganas – bromeo.

- Bien felicidad, te esperare en el salón. No tardes – pidió dejando un corto beso en sus labios.

El baño de abajo estaba ocupado.

Estúpido Amor (Terminada)Where stories live. Discover now