Capítulo 15

8.2K 500 81
                                    

- ¡Hola a ti!

-¡Poché! ¡Qué alegría verte! – exclama abrazándola.

- Intenta saludarte ayer pero estabas muy ocupado.

- Bueno, trajeron mucho trabajo de su viaje.

- Por suerte, ¿verdad?

- ¡Así es! ¿Tú estas mejor? La última vez que hablamos trinabas con tu jefa. Por lo que vi aun esta entera.

- Aun – resalta sonriendo – Estoy bien. ¿Vendrás al partido de esta noche?

- ¡Por supuesto! ¡Alguien debe explicarle el juego a Daniela!

- Oh, ¿ella ira? ¡No lo sabia! – En realidad si, ¿pero como explicaba eso?

- ¡Por supuesto que no lo sabes! Te veré luego – se despide cerrando las puertas del ascensor.

¿Qué carajo significaba eso? ¿Acaso Daniela le había contado algo?

Inmediatamente suena su celular.

Al parecer la atrajo con el pensamiento, era un mensaje de Pitaya.

C: A mi oficina, ya.

- Buen día para ti también – murmuro de una forma que ella sola se escucho.

A paso decido fue hasta su oficina y entro sin ni siquiera golpear.

Calle estaba de brazos cruzados apoyada en su escritorio.

- ¿Qué? – le espeto al entrar. Se había enojado y no entendía bien porque.

- No golpeaste.

- Oh, como si no me estuvieses esperando. Debes parar con esta actitud autoritaria – dice mostrando el celular en su mano.

- ¿Si? Y dime tú ¿que carajo fue eso con Juan en el pasillo?

- ¿Disculpa? – pregunta incrédula.

- No me gusta tu relación él.

- ¿Me estás diciendo que no te gusta la relación que tengo con tu mejor amigo? Que de hecho, ¿es amigo mío también?

- ¿Amigo? ¡A penas hace un mes se conocen!

- Sí, ¡pero me trato mucho mejor que tu y Hunt en el momento de conocerme! ¡Te recuerdo que él no fue el que aposto por llevarme a la cama! ¡Y mucho menos se acuesta con mi mejor amiga!

Auch.

Daniela sintió como si la hubiese abofeteado. En ese momento supuso que María José iba a echarle en cara esa estúpida apuesta cada vez que pudiera.

- Solo... solo quería decirte buenos días – confeso la castaña mirando sus pies.

Un incomodo silencio se apodero de la habitación.

- Lo siento. No quise decir eso. – admitió Poché - Estoy nerviosa por lo de esta noche y me descargue contigo, no es justo.

- Está bien, de todas formas tienes razón. Fue el único que se dio cuenta lo idiotas que estábamos siendo.

- No, no está bien. Ya aclaramos esto y es pasado. No volveremos a tocar el tema. Hola – se acerca tiernamente y acariciando una de sus manos cruzadas sobre su pecho.

- Hola – finalmente levanta sus ojos para mirarla.

- ¿Eso solo? ¿Ni un "te extrañe" ni nada de eso?

- Ya lo sabes de sobra, siempre te extraño – dice con un pequeño encogimiento de hombros.

- Mejor que así sea, porque también te extraño. Me cuesta horrores dormirme sin tu calor – confiesa tomándola de la cintura algo incomoda por que Calle aun no cambiaba su actitud.

Al parecer se había disgustado por su actitud, tanto que ni siquiera la había tocado.

- En cuanto a Juancho, es solo un amigo. Y aunque no deberías ponerte así, te diré que no es mi tipo. Es demasiado alto – susurra sonriendo.

- ¿Te estás disculpando?

- Algo así...

- ¿Si o no?

- Si.

- Bien, lo siento. Solo salí al pasillo y los vi, no pude controlar sentirme así. Siento hablarte de ese modo y siento lo del pacto, no volverá a ocurrir, lo juro.

- Basta. Tema olvidado.

- ¿Puedo darte algo ahora?

- ¿Qué es?

- ¿Prometes no rechazarlo?

- Calle...

- ¡Solo promete que lo aceptaras!

- No es justo...

La más alta le pone ojitos por lo que termina obteniendo un sí de su peliazulada.

No podía decirle que no, menos cuando volvía a ser esa castaña adorable que tanto le gustaba.

Si, le gustaba.

- Quiero que tengas esto - De su bolsillo saca una pequeña pulsera de plata con un trébol como dije – era mía cuando era más pequeña. Por supuesto que estaría encantada de comprarte una cuando gustes, pero esta tiene un valor más personal.

- Calle ¡es preciosa!

- Es de la suerte... y quiero que la tengas. Espero que la lleves contigo, no solo al partido de hoy, sino a todos lados, así yo sabré que tienes algo mío contigo siempre- explica tomando su muñeca izquierda para abrochar la pulsera allí – además de un pedacito de mi corazón. – le susurra cuando encuentra su mirada.

- Gracias Daniela, esto es demasiado, en serio. ¡Es hermosa!

- Me alegro que te guste. La llevaba conmigo en cada momento importante. Incluso en la universidad. Es importante para mí que la tengas tú ahora.

- Lo hare. No me la quitare, lo prometo. ¿Es posible que use un vale en este momento? Porque me muero de ganas de besarte... - pregunta mirando directamente hacia sus labios.

- Creo que estamos en momento de utilizarlo.

Esta vez, Daniela se queda en su lugar. Siempre era ella quien iniciaba el beso, así que espero a que María José tomara la iniciativa.

Estúpido Amor (Terminada)Where stories live. Discover now