Estúpido Amor (Terminada)

Capítulo 18

- Así que debo viajar mañana mismo, y hasta la próxima semana no tendré noticias de mi regreso – conto Abi.

- Entonces ¿estarás más de una semana fuera? – pregunto Poché esperanzada.

Ya iban dos semanas que lo único que hacía era buscar a Daniela. La colmaba de atenciones, pero lo único que obtenía era un trato profesional.

Eso y por supuesto que se encargaba de besarla 3 veces al día.

Era un pacto que habían cerrado y debían cumplirlo si alguna de las dos partes quería, aunque no estén juntas.

Aunque hacia un par de días no la besaba, quería ver si Calle lo notaba o algo similar pero no obtenía nada.

Esa castaña que había llegado a conocer, aun no había aparecido. Pocas veces la sentía comprometida con el beso, inclusive.

Sonaba absurdo, pero necesitaba aprovecharlo a su favor.

- ¡Buenos días!

- Buen día, María José – contesta al tiempo, por supuesto sin quitar la vista de su computadora.

- Te traje tu café de media mañana, supuse que lo necesitarías.

- Oh, lo hago. Gracias – dice tomándolo.

A pesar de querer mantener su distancia, Calle intentaba tratarla como correspondía.

No era una idiota sin corazón, más allá de querer serlo.

- ¿Gracias? ¿Solo eso?

- ¿Quieres un ascenso o algo por el estilo?

- Tú sabes lo que quiero...

Calle apoya su café sobre la mesa, junta sus manos apoyando sus codos en el escritorio y habla luego de dar un largo suspiro.

- María José, tienes que parar con esto.

- ¿En serio? – se burla cruzándose de brazos – ¿Todavía me quieres?

No era novedad, siempre le hacia esa pregunta.

- Poché...

- ¡Por lo menos ahora vuelvo a ser Poché! ¡Eso es un gran avance!

- Dios, María José ¡me estas poniendo las cosas más difíciles! – exclama tocándose las sienes con ambas manos.

- No tiene que ser así –contesta acercándose un poco mas – podría ser mucho más fácil si me dieras la oportunidad que estoy buscando. ¡Ya no se que mas hacer contigo, Daniela! ¿Hasta cuando vas a estar en esa postura? ¿En serio nunca me lo perdonaras?

Su respuesta fue un simple suspiro de exasperación.

Últimamente lo hacía muy seguido.

- Daniela, mírame a los ojos, dime que no quieres nada mas conmigo y prometo marcharme por esa puerta y no volver - Espeta tomando su barbilla obligándola a mirarla a los ojos.

No tenía escapatoria, los ojos de Calle no mentían.

- Basta Poché, tengo demasiado trabajo – se suelta volviendo a su postura.

- Bien, hasta acá llegue – espeta alejándose lo suficiente.

- ¿En serio?

- ¿Quieres trato profesional? Bien, puedo con eso. Ahora, con su permiso señorita Calle, debo ir a terminar unas hojas de cálculo para mi jefa.

Daniela se quedo extrañada con ese cambio de actitud de Poché. Pero solo lo dejo pasar.

Si eso era lo mejor para ambas, está bien que así sea.

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- ¿Qué te parece esto?

- Woooww muy caliente. ¿Tengo que preguntar si es para alguien en especial? – pregunta Juliana con su cerveza en la mano.

- Solo quiero divertirme... y quizá mostrar un poco de los atributos que tengo para ofrecer – dice guiñando su ojo.

- ¡Definitivamente ese outfit es el mejor!

- ¿Lo es? No quiero parecer demasiado a la clase de gente que va allí... solo algo sexy.

- Confía en mí, el rojo es el mejor. Pero oye, ¿Abi estará ahí?

- Abisambra está en Nueva Zelanda por toda la semana entrante, así que debo aprovecharlo a mi favor.

- ¿A tu favor?

- Eso dije.

- Woo

- ¿Qué?

- ¿Estas segura que eres la María José de hace unas semanas? ¿Aquella que incluso no quería respirar el mismo aire que Calle por miedo a ser descubierta por su mejor amiga?

- ¿Eres mi conciencia o algo así? Solo... Dani me demostró muchas cosas y simplemente me di cuenta que actué como una idiota por miedo a tener sentimientos hacia ella. Y ahora que pude darme cuenta de lo que pasa, no voy a rendirme tan fácil. Hablare con Abi cuando sea el momento adecuado, Calle tiene razón, estas cosas simplemente pasan.

- Sentimientos, cosas que pasan. Eso quiere decir que tu... - pregunta moviéndolas cejas.

- Eso quiere decir que yo, me iré a cambiar o llegaremos tarde.

- Bien, ¡huye, huye! Pero tengo una pregunta más. ¿Que tienes en mente? Por lo que dijiste, prometiste un trato formal.

- Así es, pero hay algo a lo que Daniela nunca pudo resistirse. Si todo sale bien, hoy obtendré la respuesta que necesito – responde para luego ir a cambiarse.