Mal hábito.

Capitulo 4.

Los dos estaban en silencio desde que llegaron al departamento de Conway.

El abuelo es millonario, vaya casa que tiene este viejo.

Pensó en cuanto vio el departamento, se esperaba cualquier cosa, pero no un departamento que si valía más que su vida.

-Veras- Empezó a hablar Conway- Te traje acá, por qué como dije en aquel lugar que nos llevo Horacio vamos a pasar más tiempo juntos, osea, viviremos en mi casa.

-Pero nunca puso especificaciones de cuando acabaría todo esto- Dijo Gustabo que estaba acostado en el sillon mientras veía que ver en Netflix.

-Durara lo que tenga que durar, hasta que uno de los dos fume o lo deje- Sentenció Conway en lo que iba a la cocina.

-¿Con que coño voy a dormir? ¡Toda mi ropa está en mi departamento!- Dijo mientras se levantaba del sillón para ir hacia la cocina.

-De eso ya me encargue yo, Horacio me dejó las llaves de tu casa y junto con Volkov y Greco trajimos todo hacia acá- Dijo como si fuera lo más normal del mundo- Ahora ¡Sal de mi puta cocina! Capaz rompes algo o la terminas incendiando.

Dicho eso se fue de la cocina hacía el sofá, cabe destacar que era el sofá más cómodo en el que ha estado en toda su jodida vida.

Pasaron unos minutos en silencio.

Y de repente se escucharon unas patas.

Muy rápidas.

Lo siguiente que vio fue un perro ir hacia a el como si su vida dependiera de ello.

-¡HOSTIA!- Gritó mientras corría hacia la cocina con el perro a pocos pasos de el -¡CONWAY COÑO! ¡HAY UNA BESTIA EN SU CASA Y ME QUIERE COMER EL CULO!.

-¿Que bestia anormal? Es mi perro, se llama Ivadog- Se acerco al perro que estaba ladrandole a Gustabo, ya que era un desconocido para el- ¡Que es amigo Ivadog! El viene a quedarse un tiempo.

Y como si el perro entendiera se fue a cualquier otro lugar menos la cocina.

-¿Su perro es un T-600? O ¿por qué le entiende mejor que cualquier compañero en comisaría?- Pregunto incrédulo Gustabo ¡Ese perro era la hostia! Era lo único que pasa por su mente.

-Si Gustabin, es un T-600 y vale más que tú culo.- Decía mientras cocinaba unos tacos de pastor para los dos- Ve a el sillón a poner algo para ver.

Y se fue otra vez a Netflix para buscar algo que ver mientras cenaban.

Una vez la cena estuvo lista, Conway se acercó con los tacos hacia Gustabo y luego volvió a la cocina para sacar unas cervezas del refrigerador junto un destapador.

Empezaron a ver la serie de La casa de las flores mientras cenaban.

-¿Por qué aceptaste la apuesta? La pudiste mandar al carajo, y seguir fumando como si nada- Soltó Conway de la nada mientras le daba un mordisco a su taco.

Para pasar tiempo con usted.

Fue lo primero que pensó Gustabo y obviamente no iba a decir semejante tontería, quedaría como un idiota.

-Por el dinero, ¿Quién en su sano juicio rechaza semejante oferta?- Contesto mientras le daba un trago a la cerveza.

-No te creo, se que hay una razón además de esa- Dijo Conway mientras se acercaba lo suficiente a Gustabo como para besarlo.

-N-No hay otro motivo para hacerlo, es la verdad, no se monte películas Conway- Decía Gustabo intentado no sonar tan nervioso.

-¿Cómo te puedo creer Gustabin? No siempre dices lo que piensas y eso lo sé yo- Decía mientras se acercaba de forma peligrosa a sus labios.