capítulo 16

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POV ARIEL

Al ver a Irina con ese tipo la ira me recorrió todo el cuerpo y no pensé en otra cosa que no fuera romperle la cara y eso hice, nisiquiera le di tiempo de reaccionar. Ella es muy ingenua y no se da cuenta pero el tal Alejandro la mira de una manera que no puedo explicar y eso me enoja.

Después de que saliera corriendo del departamento, me tomé las dos botellas de vino que tenía guardadas, me limpié la nariz ya que me salía sangre y me salí yo también, llege con un viejo amigo y seguí tomando. Se va por un rato y cuando llega trae una bolsa con pastillas dentro.

—¿Quieres? Te harán sentir en la nubes y te ayudarán a olvidarte de todos los problemas con tu vieja.

—¿Es droga? —pregunto frunciendo el entrecejo

—Lo que se ve, no se pregunta, pruébala, si no te gusta, ya no la consumes — sonríe ofreciéndome una pastilla.

Quiero olvidarme de todo y dejar de darle dolores de cabeza a Irina, no me la pienso dos veces y agarro dos pastillas, me dice como debo tomarlas y minutos después me siento feliz, contento, siento que floto como si literalmente estuviera en las nubes, no siento nada más que paz, sonrio, quisiera sentir esa paz más seguido.

Horas más tarde salgo de ahí y me voy al departamento. Entro y me voy al cuarto, me paro en seco cuando la veo ahí, recostada en mi cama, nuestra cama. Me acerco para verla mejor, es preciosa en todos los sentidos, desde los pies a la cabeza, acaricio su rostro y bajo hasta sus pechos, desató los cordones de la bata y la abro, acariciandolos. Ella abre los ojos asustada y me pregunta qué hago, no la dejo terminar y la beso. Hace mucho que no tenemos sexo, y la necesito necesito hacerla mía, llenarla de mí.

Me paró, sacándole la camisa y pone sus manos tratando de alejarme pero la vuelvo a acostar posando sus manos por encima de su cabeza.
No pienso lo que estoy haciendo es como si mi cuerpo se manejara sólo, mis manos se desliza por todo su abdomen hasta llegar a su entrepierna acariciando, ella se retuerce debajo de mi y me dice que no quiere, pero lo ignoro.

Recuerdo esa vez que mi padre me dijo que cuando una mujer dice que no, es por que si quiere pero se hacen del rogar.
El alcohol, la droga y los consejos que me daba mi padre no me dejan pensar con claridad y me dejó llevar.

Me levanto para sacarme el pantalón e Irina intenta correr hacia la puerta pero la detengo, se gira y me besa, los primeros besos no me los correspondió, tal vez mi padre en aquel entonces tenía razón y cuando dicen no es un disfrazado de un si, cuando menos lo espero me da un rodillazo en las bolas que me deja sin aire, suelto una maldición y se va corriendo.

Cuando me levanto, siento que me va a estallar la cabeza, no veo a Irina por ningún lado, me meto a bañar y mientras lo hago se me vienen pequeños fragmentos a la cabeza que no puedo recordar bien sobre que son.

Salgo y veo su teléfono en la mesita, mi ropa tirada y la cama desordena, entonces recuerdo, se me viene a la mente todo lo que intenté hacerle anoche. La toqué mientras me pedía entre lágrimas que no lo hiciera. Mierda, ¿que carajos hice? Me paso las manos por el cabello desesperado y salgo corriendo a buscarla. Entro al carro, nisiquiera se a donde ir, probablemente esté con Natalia, pero si esta ahí no querrá verme y tampoco puedo marcarle por que dejo el celular. Pienso en llamarle a su mamá pero empezará a hacer preguntas.

Doy varias vueltas por la ciudad sin saber, aun tengo sus susurros diciéndome que no en la cabeza, Dios, yo no quería hacerlo, detengo el auto y golpeo el volante, apoyando la cabeza en el.

****
Irina

—Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, puedes dormir aquí y yo en la sala- me dice Alejandro ambos sentados en la cama.

—Gracias — le sonrió.

Natalia se fue hace un rato para traerme ropa, Ariel recomendó que me quedara aquí, si me iba con Nat, Ariel podría ir a buscarme allá. No le conté lo que había pasado, sólo le dije que habíamos peleado.

Ahora que puedo detallarlo bien tiene una bandita en la ceja y el labio partido.

—¿Duele? -señaló las heridas

—No, no pega tan fuerte como parece, creo que yo le rompí la nariz — dice dandome una sonrisa de boca cerrada. — Se que nos conocemos hace nada, pero... puedes confiar en mí. Voy a salir, ¿Quieres acompañarme?

— No, si no te molesta prefiero esperar a Natalia

—Esta bien, ¿quieres algo?. Niego con la cabeza. — Bien, no tardo.

10 minutos después llega Natalia con una mochila

—Si dejo que te quedes aquí es por que Ariel ni se le pasara por la cabeza llegar aquí, el muchacho este se ve buena persona, mira traje este celular para cualquier cosa — me ofrece la mochila con las cosas

La casa de Alejandro es bonita, no es tan grande, ni tan chica, bien para una persona, tiene 3 cuartos, 2 baños, una sala, la cocina y un jardín.

—Voy a estar bien, gracias por estar aquí para mi.

—No tienes por qué agradecer, siempre voy a estar que tu lado - me abraza, ve a bañarte, saque cita con Sara, para que hables con ella.

Creo que eso es lo mejor, me dirijo al baño que está en el cuarto y me deshago de la ropa, entro a la ducha y dejo que el agua fría caiga por todo mi cuerpo. Me siento sucia, no sé como explicarlo y no de como sentirme al respecto, es mi esposo, se supone que debería de gustarme, de insitarme a querer más, pero no en esas situaciones. Claramente no soy virgen, deje de serlo a los 19 con mi primer novio y un año después llegó Ariel, en el ámbito sexual nos llevábamos bien, no tenía vergüenza al que viese mi cuerpo, por que nos teníamos confianza, tuvimos sexo varias veces antes de casarnos con protección y nunca me obligo a nada, siempre fue con mi consentimiento.

Para cuando salgo de bañarme escucho la voz de Alejandro en el pasillo, tocan la puerta.

—Ya voy, me estoy cambiando - levanto la voz para que pueda escucharme

—Bien te esperamos abajo

Saco la ropa que había en la mochila y tomo un pantalón, una blusa y una sudadera, me pongo unos Converse, me peino y salgo.

Alejandro se ofrece a acompañarnos, así que nos vamos en su auto, Nat me echa en el asiento del copiloto y ella se va para atrás. Le da la dirección y en unos 30 minutos estamos en el consultorio. El se queda fuera esperando, Nat y yo entramos.

No más ✔ [sin editar]Where stories live. Discover now