Capitulo 35.

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¿Listas para terminar?

Jess.

El salón, como prometió la señora Lincoln, era un lugar exquisito y nadie lo pasaba por alto. Todos hablaban del hermoso suelo de mármol, de las exquisitas vistas que proporcionaba el lugar, del techo alto blanco inmaculado que le aportaba más elegancia al lugar, los grandiosos candelabros de donde nacía la luz... Y así muchos detalles más. Ella se encontraba emocionada ya que este lugar era casi propio, siempre había organizado sus eventos en otros sitios y este proyecto era algo personal para ella. En lo que había transcurrido de la noche habíamos sido inseparables, pendiente de cada detalle.

-Dios jessie estoy muy emocionada –Me dice después de que uno de los invitados le pidiera su número para organizar la boda de su hija. Ella me aprieta la mano y observo sus ojos un poco húmedos- Es como un sueño hecho realidad.

-Me alegra mucho por ti, es la mejor señora leyla. Este es solo un éxito más, tendrá un gran repertorio lo presiento.

-¿Eso crees? –Le asiento pero al mismo tiempo hago una mueca de dolor entonces su rostro pasa a estar en un semblante preocupado- ¿Estas bien?

-Si –Murmuro mientras respiro profundo rogando que se me pase el dolor, no podía irme, no era la anfitriona pero si parte del equipo de organización.

-¿Qué sucede? Tengo pastillas en mi oficina por cualquier emergencia. ¿Tanto te duelen los pies?

-Oh no estoy bien –Digo cuando el dolor comienza a pasar en mi abdomen- No comí muy bien a lo largo del día y lo único que comí después del desayuno como a eso de las cuatro de la tarde fue una ensalada con agua. Capaz no me cayó bien en el estómago.

-¿Estas a dieta? –Pregunta extrañada lo que provoca mi risa.

-No para nada, aunque debería porque si sigo viviendo con lizzie terminare rodando –Se sonríe- Es que mi día fue muy agitado, tal vez sea eso.

Ella asiente pero no muy segura de sí misma pero no me dice nada. Vi el momento cuando Steffan, Brian y lizzie llegaron, me quise acercar a ellos pero muchos de los invitados acapararon si atención, era como meter la mano en un estanque de pirañas casi todos saltaron sobre ellos para poder llamar su atención. Por lo que me mantuve aparte, al pendiente de las copas, el vino, la comida y otras cosas más.

Hable con muchos de los hombres de negocios que conocida gracias a la empresa, muchos de ellos se acercaron a mí con la idea de una conquista pero decline cada copa que me invitaban o sugerencias de salir algún día. No necesitaba ser la novia trofeo de nadie.

Yo trataba de mantener una buena cara frente a todos pero creo que la ensalada que me había dado el señor Thomas estaba mala porque tenía dolor en todo el estómago y vientre ¿O seria el periodo? Podía ser eso ya que estaba esperándola pero la muy desagradecida ha brillado por su ausencia pero una vez que llegara no se iría por más de un mes, ese tratamiento de que serviría, serviría. Cada día que abría mi cartera observaba ahí el primer blíster de mi tratamiento, en serio necesitaba comenzar con él, quería deshacerme de mis quistes y poder tener un ciclo menstrual normal, no es mucho pedir.

Con el pensamiento en la cabeza de que todo mi malestar se tratase del periodo me apresure a ir hasta el lugar donde se encontraba Belkis, la única mujer aquí con la que tenía confianza y que de seguro vería la regla aun. Ella estaba rodeada de varios hombres de negocios pero yo necesitaba asegurar una toalla o tampón, en cuanto me vio se olvidó de los hombres que acaparaban su atención.

De ninguno o de los tres -WATTYS 2020-Where stories live. Discover now