Capitulo 9

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Maraton 1/5

LALI

Miro el reloj de la sala de estar y no puedo evitar bufar de aburrimiento. Son las 15:12 y sé que a esta hora Gaston, Euge y yo hubiéramos quedado para ir a no sé de donde.

~¿Cómo estará Gaston? ~ Pienso

Le añoro tanto.  Suspiro recordando nuestros días de diversión, risas, sonrojos, etc.

-Meredith: ¿Por qué bufas tanto mi niña? - Pregunta confundida.

-Lali: Me aburro - Digo obvia sin apartar la mirada del reloj.

-Meredith: Ve a verlo - Ofrece sonriendo juguetonamente.

Volteo a verla entrecerrando los ojos

-Lali: ¿A quien te refieres? - Pregunto 

La veo poner los ojos en blanco

-Meredith: A Peter ¿A quien mas? - Pregunta exasperada

Ruedo los ojos

-Lali: Debe estar ocupado. Además, seguro no debe tener tiempo para una niñita aburrida - Aseguro

Ella niega con la cabeza mirándome con una sonrisa

-Meredith: Lo que él más desea es poder pasar tiempo con la joven que ama, sin que esta le tema - Argumenta haciendo un ademán con las manos.

-Lali: No quiero temerle.- Vuelvo a asegurar - Pero su manera de comportarse me agobia y me asusta. Aún sigo recordando a la mujer que proclamó que la castigara a ella y no a su hijo solo por tropezarse en mis pies. Eso es terrible. Este hecho me hace saber que Peter no hubiera dudado un segundo en castigarla y no quiero saber que tipo de castigo podría ser. - Hago una mueca de susto.

Ella me mira entristecida

-Meredith: Lali - Me llama - Es cierto que el no es un hombre extraordinario, que a cometido bastantes errores. Pero si no lo cambias tu, no lo hará nadie. La manera en que le vi reír hace una horas no se la vi hace años. - Comenta bajando el volúmen de su voz.

Me acerco a ello interrogante

-Lali: ¿Como es eso de que no volvió a reír?  ¿Qué pasó? - Pregunto curiosa.

Ella se sienta en uno de los muchos sillones también grises y negros.  Me siento junto a ella cruzando las piernas.

-Meredith: Él dejó de reír o sonreír hace  siglos - Abro los ojos inmensamente ante esa declaración - Sus padres  Pablo y Claudia, eran los mejores reyes que esta manada podrían tener. Toda la manada era felicidad y alegría. Justo en el cumpleaños de la Luna Claudia, el ocho de noviembre nació una preciosa criatura a la que llamaron Juan Pedro - Meredith sonreía recordando es día - Ese niño era precioso, con su pelo castaño oscuro,  ojos verdes grandes y vivos,  la piel trigueña y una sonrisa que acompañaba su preciosa cara de niño. Peter fue creciendo feliz junto a sus padres. Toda la manada amaba a ese niño sonriente. - La sonrisa de Meredith desapareció de golpe - Un día Peter con tan solo once años vio cómo los demonios irrumpieron en su manada destruyendo y matando cualquier cosa que tenían enfrente. Con tan solo once años vio a su padre morir protegiendo a su madre y a su madre morir protegiéndolo a él. Desde ese momento, con tan solo once años tuvo que convertirse en un rey y un alfa para esta manada. Esa sonrisa que todos amábamos se marchó para siempre, él no volvió a reír. El no sabe lo que es la piedad, solo sabe lo que es el dolor, la rabia, y el... Castigo.  Desde ese día ni una sola lágrima cayó de sus bellos ojos. Siquiera recuerdo la última vez que abrazó a alguien. Demonio o alguna otra bestia que cruce su territorio morirá, no importará cuanta piedad pida por que la bestia no se la dará, no le dará algo que no está en su diccionario. Hasta que llegaste tu a su vida. Esa es la historia de la bestia. - Una lágrima cayó de su ojo.

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