Capitulo 22

976 54 54
                                    


LALI

Despierto al sentir saltos en la cama. Abro un párpado viendo como saltan en la cama. Si, saltan, Mina y Vico. Fulmino con la mirada a mi hermano, quien solo ríe como un niño pequeño. Debe tener varios siglos de edad y aquí se encuentra, saltando en la cama junto a una niña de cinco años.

-Mina: ¡Cosquillas a la recién levantada! - Grita.

Antes de que me pudiera negar ya se encuentran estos dos sobre mi matandome de la risa. De mis ojos caen lágrimas al no poder dejar reír.

-Lali: Y-ya. P-por fa-vor - Suplique.

Estos pararon riendo. Beso la frente de ambos y me levanto de la cama no sin antes bostezar. Entrando al baño hago todas y cada una de mis necesidades.

...

Una vez salgo del baño busco en mi armario algo que ponerme. Cojo lo primero que me encuentro que es una falda de volante negra y un top con corte en la espalda blanco y para finalizar mis vans.

Me pongo labial rosado y rimel y salgo del cuarto. Caminando por los pasillos escucho la risa del payaso y Mina. Sonrío sin poderlo evitar.

~ No sé por qué me he despertado tan contenta. ¿Será por la presencia de Mina? ~ Pienso

Terminó de bajar las escaleras y entró a la cocina encontrándome un bol de cereales con leche, zumo de naranja, croissants, muffins y cupcakes. Puedo ver como en la charola hay una nota pegada.

Come tranquila. Mina y yo hemos salido a pasear un momento.

PSD: No te comas todo que me quede con hambre. Lo mío no me bastó.

Vico.

Bufó frustrada al ver la posdata.

~ Glotón ~ Pienso.

Empezó a comer pensando en solo dejarle con un muffin y un cupcake.

- D'Alessandro - Escucho a mis espaldas.

Me giró encontrándome con uno de mis muchos guardias quien hace reverencias ahora mismo.

- El joven Pablo vino a verla. ¿Le dejo pasar? - Pregunta.

Asiento a su dirección y él se dirige a la salida que es donde seguro está él. Salgo de la cocina esperándolo en la sala. Le veo entrar con unos pantalones negros, una camisa gris y unos zapatos igual de negros. Y como de costumbre la típica sonrisa demoníaca que tienen aquí todos.

-Pablo: Hola, bella - Me saludó dándome dos besos en la mejilla que para mi agrado han sido muy cerca de mis labios.

-Lali: Hola - Le saludo con una sonrisa. Nos sentamos en unos de los muchos sofás .- ¿Que has venido a hacer? - Le pregunto al cabo de un rato.

-Pablo: Me preguntaba si esta noche querías ir conmigo a cenar - Sonríe.

~Mmm... No. ~  Pienso

-Lali: Pablo. - Le llamo - No quiero ser maleducada. Pero no quiero que te equivoques. Solo somos y seremos amigos - Trato de sonreír.

Su sonrisa se borra y la sala queda en silencio. Rápidamente me pongo nerviosa y empiezo a jugar con mis dedos. En eso siento como posa una de sus manos en mi pierna desnuda, ya que solo llevo una falda. No me gusta esa mano ahí. Levanto mi mirada fijandola en la suya quien me mira seriamente.

-Pablo: Lali tu sabes que me gustas. Ábrete al amor. Dame una oportunidad - Pide.

Sin pensarlo dos veces niego con la cabeza. Trato de quitar su mano de mi pierna, pero esta se aferra a mi muslo. Le miró exasperada.

-Lali: Pablo, no - Le digo - Suéltame, maldita sea. Me estas haciendo daño, joder - Me quejo.

-Pablo: Por que eres débil. Por eso te hago daño. Tu piel se enrojece solo por esto - Señala la marca roja que me ha dejado su mano en mi muslo - Y cualquier demonio puede darme el placer que tu no quieres darme. - Gruñe.

~ Machista ~ Pienso

-Lali: Pues me alegro. Buscate a alguna otra zorra que quiera estar contigo, por que yo no quiero ni querré - Sonrió burlona.

No sé en qué momento este se abalanza sobre mi y quedamos acostados en el sofá. Forcejeo con fuerza para que me suelte pero sin embargo no puedo. Su mano se cuela por mi falda rozando mi trasero. Siento mis ojos picar pero no dejó ninguna lágrima caer. Va dejando bruscos besos en mi cara queriendo llegar a mis labios, pero corro mi cara a cualquier lado. Sacando un poco de fuerza consigo hacerle volar directo a la pared. Antes de que pueda volver a acercarme, me acerco. Con una sonrisa triunfal introduzco mi mano en su pecho, consiguiendo tocar su corazón. El me suplica con la mirada, mi sonrisa se ensancha y en eso con las garras le arrancó el corazón. El cae al suelo con un hueco en su pecho, y con mi mano ensangrentada y el corazón en el, doy media vuelta yéndome no sin antes tirar esa basura a la que él llamaba corazón al suelo frío.

-Lali: ¡Iris! - La llamo.

Esta corriendo viene a mi. En lo primero en que se fija es en la sonrisa que está adornando mi cara y bajando un poco más mi mano que está repleta de sangre.

-Iris: ¿Qué te pasó? Mi niña - Pregunta con susto.

Me encojo de hombros

-Lali: Nada importante. Hazme el favor y limpia la sala. Quedó muy sucia - Beso su frente y subo las escaleras antes de que me pregunte alguna otra cosa.

...

Escucho desde mi cuarto las grandes puertas del palacio abrirse. Y sé que Vico se enterara de lo que ha pasado y vendrá aquí a pedirme explicaciones así que antes de que pase eso miro por la ventana y me fijo en la altura. Sin importarme mucho, salto. Quedando en pie corro riendo directo al bosque.

~ Me siento tan... Bien ~ Pienso

Corro entre los árboles junto a los ciervos y conejos sonriendo. Justo cuando el ciervo macho menos se lo espera salto sobre él tomándolo por sorpresa. Río al ver su cara de susto y terminó por soltarlo para que se marche corriendo. Miro al cielo y veo que lo adorna una que otra estrella y una media luna. Me acuesto en el pasto dejándome llevar por la tranquilidad.

- Bonita ¿No? La luna - Habló una voz ronca y grave, una voz bastante bien conocida por mi.

Peter.

Miro por todas partes esperando verle.

Pero nada.

-Peter: ¿No me echaste de menos? Mi amor. Por que yo a ti si, mucho - Sigue hablando.

-Lali: Déjate ver - Intento hablar firme pero por dentro estoy que me falta el aire.

Me levanto del pasto quedando en pie. Miro en mis alrededores y no hay nadie.

~ Debe ser mi imaginación ~ Pienso.

-Peter: ¿Tu imaginación? No querida, soy muy real y lo sabes. - Escucho su voz tras de mí.

Justo cuando quiero girar sobre mi eje unas manos en mi cadera me hacen quedar quieta ahí, bajo la luz de la luna. Siento leves besos en mi cuello. Trato de alejarme, pero de nada sirve.

-Peter: Lali. Mi amor. Sigues tan bella como la última vez - Me susurró al oído.

Después de cinco años esa es la primera vez que siento mis mejillas sonrojarse y mi corazón palpitar con fuerza.

Como solo él sabía hacer.

...

Les dejo este capitulo de regalo 

Muy pronto maratón

¿Qué les pareció?


TE ENCONTRÉ (En Pausa)Where stories live. Discover now