• 40: Bajo las estrellas Pt.2 •

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Los estudiantes habían bajado del autobús, cada uno con su respectivo equipaje en mano. 

-Vayámonos Tae. Debemos llegar antes que ellos para adelantarnos y quedarnos con el mejor lugar.

- Siempre eres así de competitiva o solo cuando estas feliz - se quejaba el pelirrojo mientras la chica buscaba abrirse paso entre toda la muchedumbre que estaba saliendo del vehículo, claro sin antes pasar por encima de las piernas de Tae, golpeándole con su rodilla en la mejilla del menor.

El chico, se quedó unos instantes sentado, mientras se sobaba con la palma de su mano, la mejilla roja que le había quedado después de que Sunni se lo llevo de enfrente al pobre chico. Observando como, literalmente, Sunni se peleaba con los demás chicos para encontrar un lugar que sea digno para ella; pudo observar que su amigo de la infancia no estaba entre todos esos chicos. Volteo a mirar hacia atrás, como lo sospechaba, el pelirrosa aun estaba en su asiento con la cabeza apoyada en una de las muchas ventanas del transporte publico.

Se levantó de su asiento y fue a donde el pelirrosa, yacía sentado.

- ¿Qué haces aquí? Deberíamos irnos a ayudar a Sunni, la pobre está obsesionada con encontrar un buen lugar para acampar - mencionaba soltando una risa burlona observando a Sunni aún peleando.

- Hmmm sí, deberíamos irnos - formuló el pelirrosa.

- ¿Estás bien? Últimamente te vi muy distraído y deprimido.

- ¿Yo? No es nada de que te tengas que preocupar, de verdad estoy bien. Solo es que que no dormí muy bien anoche. Debe ser por eso - aclaraba el mayor agarrando su mochila y bajando del autobús junto a Tae.

Los amigos bajaron del autobús, uno después del otro, dirigiéndose a la castaña, la cuál yacía tirada sobre el césped.

Dudando y preguntándose si fue la mejor opción tener como compañera a la castaña, se acercaban lentamente hacia donde estaba ella.

- ¿ Eh Sunni.... Está todo bien? - preguntó dudoso el pelirrosa.

La menor asintió con la cabeza para luego volver a dejar caer su cabeza en el césped.

-  Sería bueno que nos dijeras que tratas de hacer - exclamó Tae dejando caer su mochila desde el hombro hasta el césped.

- A caso no es obvio. Observen, brisa agradable y refrescante, cesped húmedo, sombras por todos lados, rodeados de grandes árboles,cerca del pequeño lago para poder pescar y refrescarnos, de los baños para urgencias y sobre todo, cerca de la cafetería que estás aquí - exclamaba la chica dejándose tentar por lo último que había dicho, tocándose el estómago con su mano.

- Hmmm, puede ser que tenga razón, no es un mal lugar. Te felicitó - dijo con entusiasmo el pelirrosa observando a su alrededor, la amplia naturaleza que les rodeaba.

Parecía que el humor del mayor hubiera cambiado en cuestión de segundos, y eso era muy visible a comparación de su actitud en el autobús.

- Es verdad... Pero hay algo que no entiendo. ¿Que haces tirada en el césped? - preguntó el pelirrojo confundido.

- ¿Acaso no es obvio? Me estoy haciendo uno con la madre naturaleza. Es algo que no comprenderlas mi ciela, gentuza de la gran ciudad - le afirmaba la chica en forma de burla.

Tae frunció el entrecejo.

- Para que lo sepas, mi familia tiene una granja y sí, sé cómo se siente vivir en el exterior. Torpe - exclamó él chico dándole un pequeño golpe en el brazo de la menor.

- No debistes hacer eso - aclaró la castaña poniéndose de pie, levantaba lentamente su cabeza y atraves de esa cabellera castaña se podía observar la furia en los ojos al ver al pelirrojo.

"¡Estúpido Ángel!" »YM« 💜Where stories live. Discover now