• 52: Gasolinera •

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- ¿Y ahora que puedo hacer? - el pelirrojo caminaba de un lado al otro, recorria toda la cocina, evitando ver directamente a ese hombre que se hacia llamar padre, recostados sobre la mesa de la cocina, durmiendo lugeo de haber estado bebido toda la noche.

El padre de Tae había sido despedido por no llegar siempre al horario de trabajo establecido por todos. Ese asutno, tambien hay que sumarlo el simple hechod e que él era el jefe de su grupo, así que tenia muchos motivos por hacer cumplir su rol y ser un ejemplo para los demás, sino la compañia iba a tener malas criticas por la culpa de él.

Por esto y muchos más motivos su superior decidió despedirlo.

Ese día, el pelirrojo recordó que su papá llegó ante de los previsto, como siempre llegaba cada día de trabajo de la semana.

No fue por varias insistencias del propia Tae para que su papá explicará el motivo de su llegado, el cual hizo que se enterará de su situación.

- Debí dejarlo en la mesa. Espero que se vaya a dormir antes de que amanezca - formulaba el pelirrojo algo preocupado saliendo de casa y cerramos la puerta.

Se tomó la molestias de antes de salir de casa, escribir una nota y dejarlo encima de la mesa para cuando despierte Tzuyu lo pudiera leer. En ella, explicaba el motivo de su ausencia durante ese tiempo.

El pelirrojo caminaba cabizbajo, con las manos en los bolsillos, sin llamar la atención de las pocas personas que circulaban por las calles a esa hora de la noche.

Las demás personas que pasan al lado suyo, tenían cierta inseguridad de él, lo miraban atentamente, como si ellos mismos quisieran adelantarse a los pasos del pelirrojo.

Tal vez, salir a esa hora de la noche, agarrar lo primero que tenía a mano, una campera negra con capucha y unos guantes, no fue una de sus buenas ideas. Su vestimenta lograba confundir a la personas y le shacia creer que era un delicuente o algo por el estilo.

Y las miradas sospechosas con la que le miraban al pobre pelirrojo corroborando su teoría.

El menor se sintió algo incómodo por la situación, decidió bajar la cabeza aún más y seguir caminando, apresurando el paso con cada metro que avanzaba.

Todas esas miradas dirigidas hacia él le hacía que temblará sus piernas.

-¿Seré torpe? No debí de salir a estas horas - se golpeaba la cabeza luego de haber revisado que había dejado atrás a esa personas.

Todo a su alrededor estaba cerrado, los locales tenían las puertas cerradas y las luces apagadas, apenas se dejaban ver las pocas luces que salían por las ventanas que habían de las pocas casas.

Estando algo oscuro, Tae no podía caminar bien, lo único que tenía para iluminarse era la luz de los faroles de la calle.

Camino hasta llegar a una gasolinera.

Si bien parecía ser una gasolinera local, por la distancia que había de la civilización. Estaba en un mal estado para ser una gasolinera.

No había mucha luces que iluminaban el alrededor de la gasolinera, aquel establecimiento apenas contaba con una farol que colgaba de arriba del techo a afuera de la tienda de establecimiento de la gasolinera. Tenía poca iluminación pero algo era algo.

El pelirrojo dió un pequeño suspiro, miro de lado a lado, cada esquina de esa gasolinera y decidió avanzar hacia la puerta cristalida de la pequeña tienda.

Se asomó por la puerta, puso su mano para poder ver atraves de ella, no estaba tan mal como se veía desde afuera.

Empujó lentamente para poder abrirla.

"¡Estúpido Ángel!" »YM« 💜Where stories live. Discover now