Mi Vecino, El Mujeriego [TERMINADA]

29. Decisiones

Volver a cenar con él en medio de una conversación dentro de todo "amigable" por llamarlo de algún modo se me hizo un tanto extraño al principio, y es que me había hecho a la idea de que no nos volveríamos a ver nunca más, pero definitivamente estaba equivocada y ahora su propuesta da vueltas en mi cabeza mientras que voy entrando a casa de mis padres y sé que esto tiene que acabar pronto.

Me urge volver a tener mi lugar propio para llegar a la hora que quiera sin tener que preocuparme de despertarlos al llegar, pero por ahora debo juntar un poco más de dinero para volver a ganar mi independencia absoluta. Me quito los zapatos, subo la escalera prácticamente en punta de pies y rápidamente voy a mi habitación cerrando la puerta detrás de mí. Dejo los zapatos a un costado y rápidamente me acuesto en la cama mientras que miro al techo como si allí hubiera alguna respuesta a todo lo que me dijo Bruno.

Realmente cambio toda su vida por mí y si eso no es amor, ya no sé lo que lo es, pero al mismo tiempo, siento un poco de dudas y miedos... sé que yo no le pedí que hiciera todo esto por mí, pero a la vez si decido que todo sea un "no" rotundo, su esfuerzo no habrá valido la pena... bueno, incluso si lo intentamos una vez más y lo nuestro no vuelve a funcionar, no habrá valido la pena.

«No pienses en todo eso, no es tu culpa que él haya tomado esa decisión.» intento convencerme y respiro profundo cuando de repente escucho que llega un mensaje a mi celular. Rápidamente lo busco en mi bolso y al ver la pantalla sonrió.

//Solo quería asegurarme de que hayas llegado bien, esta ciudad puede ser más peligrosa que Madrid. Contando las horas para volver a verte. //

«Solo espero que no haya sido una mala idea darte mi nuevo número de celular.» pienso y escribo la respuesta.

//Llegue perfectamente, gracias.//

Envió el mensaje y dejo el celular sobre la cama para ir quitándome la ropa y ponerme el pijama, pero a los pocos minutos recibo otro mensaje suyo.

//¿Cuándo nos podemos volver a ver?//

«Ansioso...» pienso y rio por dentro.

//No lo sé...//

«A ver qué dices de eso...»

//Si sabes, solo que quieres castigarme y eso está bien, tengo muchísima paciencia y toda para ti...//

Su mensaje me hace reír y rápidamente contesto.

// ¿Por qué querría castigarte? Después de todo diste vuelta tu vida entera por mí, o al menos eso dices. //

//Así hubiera sabido que no tenía ninguna posibilidad de que me perdonaras, lo hubiera hecho para aunque sea estar cerca de ti.//

Rio ante su respuesta sin poder evitarlo.

//Cursi...//

//Enamorado.//

Responde de inmediato.

//¿Quién diría que mi vecino, el mujeriego, cruzaría los mares por una mujer.//

Solo con imaginar su cara, sonrió.

//Para que veas cuanto cambian las cosas cariño, puedo ser un mujeriego o Romeo si tú quieres. //

«Ay.... Bruno...» suspiro como tonta pensando en él.

//Nos vemos el viernes, veamos que puedes hacer para convencerme de que venir a Nueva York no fue una pérdida de tiempo y dinero. // sentencio y puedo imaginarlo festejando.

//Cuenta con eso preciosa, te amo. //

//Nos vemos el viernes. // Respondo y para no caer en la tentación de responder a otro mensaje, pongo el celular en silencio.

Definitivamente el corazón puede ser extremadamente caprichoso cuando quiere, no importa si lo intentas convencer de que debe ser un "no", él siempre te intentara convencer de que sea un sí sin importar que tan lastimado resulte después y, a decir verdad, eso me aterra un poco. No pretendía ni siquiera volver a enamorarme después de perder a Sebastian, pero ahí llego Bruno haciendo que todo lo que había prometido o pensado e incluso planeado para mi vida se volviera la nada misma y ahora, que quise dejar todo atrás y recomenzar, ahí está él nuevamente dejándome saber que no se dará por vencido sin importar que es lo que yo haga o diga.

Admito que su perseverancia me toma por sorpresa, pero que a la vez me gusta, sin embargo, de lo que no estoy muy convencida, es de que su futuro dependa en gran parte de lo que yo decida o que es lo suceda entre los dos, «¿Qué persona en su sano juicio deja todo por otra?» quizás ninguna... o tal vez solo los valientes que lo arriesgan todo por eso que dicen sentir y lo defienden a muerte.

«Ahí tienes tu respuesta Roció...» me grita mi subconsciente y no puedo evitar sonreír ante esta especie de debate interno que se desato en mi cabeza. Quizás eso era lo que necesitaba, un momento para debatir conmigo misma los diferentes puntos de esta nueva situación en la que me encuentro gracias a él.