Mundos Sin Química [ Y I Z H A N ]

✧Capitulo 30✧

"El bandido y el pueblerino"

Zhan suspiró al ver qué la cuenta regresiva había terminado y nada había pasado, al menos eso creía, cuando alzó la vista los ojos de Yibo estaban profundamente clavados en él, mirando cada movimiento, cada gesto e incluso cada pequeña pestaña en los ojos del pelinegro, ese lunar era como una tentación que le hacía tensar el cuerpo.

Inesperadamente Zhan sintió como Yibo lo aprisiono contra un árbol y lo alzó ligeramente mientras unía sus cuerpos tanto que bien podrían fundirse, Yibo ya no era un joven inexperto y había despertado sus deseos carnales hacía tiempo, y su única fantasía era zhan. Aunque anhelaba ver a Zhan con vida y por estar con él sabía que nadie que haya muerto podía revivir, sin embargo aquí y ahora, necesitaba saber que esto no era un sueño o una mala jugada de su mente.

Cómo aveces le ocurría.

Yibo entonces lo tomo fuertemente por las mejillas con una mano y le hizo mirarle. Podía ver esa misma persona que había perdido hacía años, podía ver un pánico genuino igualmente, ese era zhan. ¿Porqué no lo recordaba? ¿Porque lucía tan jóven?

-¿Señor? - La temblorosa voz del joven sacó a Yibo de sus pensamientos y se dió cuenta que había estado mirando fijamente a zhan fijamente y obligando a zhan quedarse frente a él, ¿Que otra opción tenía el chiquillo?

Yibo lo soltó el inmediatamente vió como Xiao trataba de huir, sin embargo lo retuvo y con la cinta que llevaba en la cintura le amarró las muñecas en la espalda y lo cargó como un costal de papas.

- ¡Disculpe! ¡Creo que se equivoca de persona! ¡Si no me suelta gritaré tan fuerte que el mismo emperador me escuchará hasta su palacio! - zhan comenzó a patalear y moverse igual que un babosa con sal.

"¡Pum!"

Yibo había tirado a zhan al césped con brusquedad mientras le miraba desafiante.

- Escucha, necesitamos aclarar las cosas y no creo que sea buena idea hablar a mitad de un bosque por la noche, ¿Entiendes? No te voy a comer ni nada - aún.

- Mis padres deben estar muy preocupados - mascullo zhan mirando a Yibo.

-¿Y que haces a mitad del bosque? - entonces zhan guardo silencio, tenía razón, malditamente tenía razón.

- Bien, tu ganas, iremos a hablar a otro lugar, ¡pero no intente pasarse de listo! Sé cómo defenderme - Yibo lo cargo nuevamente en su hombro.

- Si, si, ya - caminó de vuelta a su campamento, en todo ese tiempo no había cambiado en lugar donde residía, igualmente vivía junto a sus compañeros eternos.

Apenas llegó, las miradas atónitas de sus amigos se podaron inmediatamente en él, con expresiones atónitas y sus mandíbulas casi por caer de la sorpresa, ese chico al cuál Yibo le guardó luto por años, ese chico que se suponía estaba muerto y enterrado..
Ahora estaba siendo cargado por Yibo como si fuera un costal de papas.

- Yibo... él es - Haikuan apenas podía contener su sorpresa, Yibo no dijo nada, simplemente llevo a zhan con el hasta su cabaña y cerró la puerta.

Inmediatamente todos sus compañeros se encontraban pegados a la puerta en duda sobre la situación, ¿Qué mierda estaba ocurriendo?

Xiao zhan ahora estaba tumbado en la cama mirando a Yibo, quién estaba sentado a la orilla.

- Me sorprende que no recuerdes nada, estoy seguro que eres Xiao Zhan - la voz de Yibo sonaba afligida.

- Mi nombre es Xiao Zhan, claro, pero no te recuerdo, ¡estoy buscando al bandido Wang! - Xiao zhan se levantó de la cama y miró a Yibo.

- ¡YO! Soy Wang Yibo, el bandido Wang - Yibo miró a Zhan y pudo ver cómo el rostro de Zhan se convertía en una expresión de idolatría pura, como la de un niño mirando a su héroe.

-¡Oh dios Wang Yibo me cargó en su hombro!  - zhan saltó en su lugar y miró a Yibo mientras sacaba una hoja y un lápiz -¿Puedo hacerte unas preguntas? - los ojos de Zhan brillaban como dos estrellas, Yibo no pudo negarse.

Pasaron aproximadamente unas dos horas y cada vez sobre la cama de Yibo había más hojas con escritos, y cada vez más sus ojeras se iban acrecentando, estaba cansado.

- Zhan, durmamos ya , por favor - Yibo se levantó de la cama y se estiró.

- Oh, claro, lo siento mucho - zhan comenzó a levantar sus hijas y guardandolas en su Morralito y dejándolo debajo de la cama de Yibo, algo le decía que pasaría ahí la noche.

Realmente zhan se sentía bastante cómodo con Yibo a su lado, tanto que no sentía el tiempo pasar y le arrastraba una extraña sensación en su abdomen y un leve sentimiento de melancolía que le dejaba un extraño sabor de boca.

Sintió unos brazos rodear su abdomen y sintió un ligero golpe en el cuerpo, ahora estaba sobre algo duro.

- Así dormirás está noche - Yibo abrazaba fuertemente a zhan y lo mantenía sobre él, Yibo no llevaba camisa puesta y estaba mostrando su bien formado cuerpo, aunque zhan no podía verlo debido a que él mismo estaba sobre él.

- ¿Esto no se te hace incómodo? - zhan puso su manos sobre el pecho de Yibo y acomodó su mentón sobre sus manos mirando a Yibo.

- Temo que si no te abrazo así te vuelvas a ir - el ligero susurro llegó a zhan, no sabía el porqué, pero para cuando Yibo abrió los ojos, zhan estaba llorando.

- Oye, ¿estás bien?¿Zhanzhan? - Yibo se sentó rápidamente en la cama y abrazó fuertemente a zhan, un deja vú, así habían comenzado los problemas cuando finalmente aceptaba sus sentimientos por zhan, instintivamente abrazo más fuerte a zhan.

Para cuando el amanecer llegó ambos estaban dormidos, zhan descansaba plácidamente en los brazos de Yibo, sintiéndose seguro y de alguna forma completo. Yibo estaba determinado en jamás dejarlo ir de nuevo, pero si zhan se iba de nuevo, está vez Yibo iría con él.

Capitulo siguiente: epílogo.