Bala 25: Si quieres que me quede lo haré por el resto de mi vida (Parte 2)

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hola chicos aquí reportándose el pequeño lector tanuki , espero que les guste esta pequeña parte, espero este domingo sacar la ultima parte :3   . Nos vemos.

Parte 2:

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- ¿Qué? ¿Aun no has muerto? —Preguntando esto el anciano con un cierto asombro.

El oficial ingenuo, con un cuerpo débil trato de levantarse...pero ese calambre muscular lo impedía. Con unas ligeras gotas de sudor frio, Daiki intento incorporarse y en pocos movimientos inútiles se sentó en la pared clara e inmune.

Todas esas balas doradas de buen calibre...no llegaron hacia su cordial objetivo.

Masashi, soltando una sonrisa indiferente hacia el caso, concluyo:

- Por cierto, tienes un buen chaleco antibalas, oficial ingenuo.

Daiki se limito a guardar silencio...era lo único que respondía en su contra.

El azabache aplicaba levantarse...pero su cuerpo no lo dejaba.

Entonces el anciano con un tono autoritario, continuo con la conversación:

- Oficial Daiki Fujimoto. Por el intento de asesinato, debo otorgarle su carta de despido.

- ¿C-Carta de despido?

- Si, joven oficial. ¡A partir de ahora estas despedido!

- E-Esto es injusto...

- ¿Injusto?¡ JAJAJAJAJA, que tonto eres! Agradéceme que no te he mandado a la cárcel o quien sabe...hacia la pena capital. —Diciéndolo con una sonrisa malévola.

- Eres un canalla....

Masashi ignoro lo que había dicho el joven oficial, así que continuó con la conversación:

- Así que, por favor recoge tus cosas y lárgate.

- Primero, devuélveme la foto.

- ¿Oh, está sucia foto? ¡Claro! ¡Te la devuelvo!

Dicho esto, lanzo la foto hacia la dirección de Daiki.

Rápido el protagonista lo atrapo y luego lo guardo con tanta necesidad.

- Ahora sí, recoge tu sucio trasero y lárgate de aquí.

El joven oficial, con simpleza se quedo callado y trato de levantarse. Con todas sus fuerzas se incorporó e intentó mantenerse equilibrado.

Su respuesta final, era largarse de su ex trabajo.

Lo único que tenia en mente era regresar hacia su humilde hogar. Mientras que caminaba su cuerpo  tambaleaba.

El estrés, la migraña y la falta de apetito...lo mantenían demasiado débil, tanto como físico y mental.

Estaba hecho mierda.

¡Mierda! ¡¡Mierda!! ¡¡¡Mierda!!!

Pasaron varios minutos densos desde entonces.

Por fin Daiki pudo regresar a su hogar.

Antes de poder entrar, rápido el empezó a limpiar todas sus gotas de sudor frio, también aprovechó en desabrocharse en unos cuantos botones para tomarse un gran suspiro de cansancio. Lentamente respiraba y exhalaba para evitar más dolores de cabeza.

Los malditos zumbidos lo perseguían continuamente...acompañado con unos ligeros mareos.

Necesitaba aguantar un poco más...o tal vez no.

La bala que depara un destinoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang