3: don't go.

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Valeriana para la ansiedad

El sábado había llegado y Kenma recupero la conciencia cerca de las dos de la tarde, había pasado toda la noche del viernes hasta altas horas de la mañana haciendo una campaña con "amigos" virtuales de Estados Unidos, cuál habían logrado ganar, recibiendo así un premio monetario y algunos ítems para el juego mismo.

Cuando se despabilo anotó mentalmente que al volver del market debería limpiar su cuarto, ya que anoche lo había dejado tal cual chiquero, ya que botana que comía, terminaba en el suelo, al igual que las múltiples latas de variados refrescos y energizantes.

Se vistió ya que la idea de bañarse estaba descartada, había mucho ruido afuera y Yaku  seguía en reposo y reclusión, al menos hasta mañana o el lunes, así que ya vestido con ropa más informal, se dispuso a tomar un supresor y un ansiolítico, para no tener ningún percance en la calle.

Salió con los auriculares ya puestos y billetera en los pantalones al igual que unas bolsas de tela, guiado por el Google maps a la tienda más cercana, en el camino de salida se cruzó con Lev, a quien evitó monumentalmente.

Y ahí comenzó la odisea personal de Kozume Kenma, decidir que compraría para sobrevivir como topo sin contar sus prácticas de vóley.

Se paseo miles de veces por la góndola de comidas instantáneas, metiendo y sacando distintos tipos de ramen, sopas y fideos, calculando una por día, y una extra por noche para cuando jugará, o por si algún día no le apetecía aparecer por el comedor, dejándose una nota mental nueva, comprarse una arrocera, y también ver un buen video de YouTube dónde explicarán cómo usarla y no incendiar el cuarto, luego paso por botanas, armandose cómo si fuese para la segunda Guerra mundial, chocolates y diferentes caramelos de manzana, como otros de regalis, a cuáles le había tomado gusto en el continente flotante, cogió diferentes packs de refrescos, lattes y cocoas, como energizantes, cuáles escaseaban luego de la noche anterior, y por último, paso por la farmacia de la tienda para poder comprar compresas frías y los medicamentos que le faltasen, pago sin problema alguno y a muy duras penas empezó su odisea de cargar las bolsas de nuevo hasta el colegio, generando que caminara mucho más lento de lo normal, lo que no ayudaba nada a su ansiedad, la cual en la calle era su peor enemiga, ya que mientras más se asustara por el ruido de autos pasar cerca, o que su gran desarrollado olfato sintiera rápidamente alfas cerca generaban que su Omega interior entre en alerta, naturalmente liberando feromonas, haciéndole notar nuevamente que esa marca de supresores no era buena para el, poco a poco si cabeza empezó a jugarle más en contra.

Ya para el cruce vial que le indicaba que solo faltaban dos cuadras para el colegio entro en pánico, su cabeza le falló e instantáneamente las bolsas cayeron de sus manos, haciendo que su pecho se apriete más y más, dejándolo sin aire, disparando su pulso por los aires y teniendo que hacer un gran esfuerzo por qué las lágrimas no brotarán, comenzó a repetirse a gritos en su mente que respire, que cuente cuánto inhalaba y cuánto exalaba, pero de nada ayudaba, si cabeza cada vez se nublaba más y no podía acertar ningún pensamiento, ni mucho menos entender que sucedía a su alrededor, por lo que en el momento que sintió unas manos tomándolo por los hombros casi lo infartaba, hasta que desesperado abrió los ojos esperando lo peor, pero lo que vio solo lo abrazo en calma.

-¡¿Kenma?! -por fin pudo identificar un sonido, Kuroo era quien lo tocaba, o más bien agitaba, y no paraba de repetir su nombre. -Kenma está todo bien, -el mayor se encontraba con sus bolsas en la mano, algo sudado y en cuclillas frente a él.

El menor parpadeo reiteradas veces volviendo poco a poco a la normalidad, reincorporándose sobre su propio cuerpo, aunque sus rodillas le fallaron y fue atrapado en unos grandes brazos, pudiendo así sentir de forma leve, pero sanadora ese aroma tan particular, se hundió en el cuello frente a el y su presión volvió a su baja normalidad, abrazándose a Kuroo y sintiendo que no podía soltarse.

Lose it ▵  KuroKen.Where stories live. Discover now