15: James Dean & Audrey Hepburn.

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¡Cuando quieras nos casamos!

¿Volver al pasado? Si le preguntan a Kenma no cuesta más que unas horas durmiendo al lado de tu alfa y terminar con una ducha antes de viajar a un casamiento en el campo.

Lo confirmó cuando ya con solo 15 minutos para salir y nada más que los pantalones de vestir puestos se sentó a terminar el almuerzo, Bokuto y Akaashi ya se encontraban con sus respectivos trajes y terminando de cargar a los niños junto a sus cosas en el auto, saldrían antes ya que no tomarían el camino por autopista, Keiji estaba en modo "padre asustado" y se había negado.

Y Kuroo, el se encontraba frente a Kenma comiendo la misma sopa de miso frente a él, pero con la vista clavada en el plato del menor.

- ¿Te comerás esas verduras? - sus palillos atacaron el plato contrario.

Negó y Kuroo rapidamente tomó las dos piezas restantes engullendolas, para luego pararse dejando los platos en el fregadero.

- Termina de vestirte, iré por nuestros sacos y saldremos.

Obedeció, no pensaba lavar los platos, podrían esperar un día más, tomó la camisa y la abotono hasta el cuello, pero dejó en la percha la corbata y el chaleco, no pensaba viajar una hora en auto ahogado en ropa elegante, se colocó los zapatos y se quedó en el sofá a la espera del mayor con la consola en mano.

De un momento al otro su vista se tapó y sintió un peso sobre su cabeza, que comenzó a sacudirse.

- No importa que haga calor, debes secarte bien el cabello. - La voz de Kuroo a sus espaldas lo dejó tenso. - ¿Te recojo el cabello? O lo llevas suelto.

- Uhm, cualquier forma. - miró cuando la toalla salió de si y vió como Kuroo traía un cepillo.

- Te queda bonito en coleta, - comenzó a cepillar el cabello. - extrañaba esto.

No contestó, entre pensamientos nocturnos habia prometido no mentir, pero no habia manera que aceptara a voces que el también extrañaba a desmanera el gesto de que Kuroo secase su cabello, y al parecer ahora también le encantaba que se lo atara, porque al verse al espejo sintió que por primera vez realmente le quedaba bien, no como las coletas perezosas y enredadas que realizaba el mientras trabajaba o jugaba para opacar el calor, esta hasta tenía acomodado el prendedor del colin de una manera que se notará en lo alto de su cabeza, y su flequillo a los costados perfectamente acomodado.

La primer pareja se despidió, acordando encontrarse en el campo donde se daría la ceremonia, y los segundos no tardaron en partir en el auto de Kenma, aunque conducido por Kuroo, no era fanático de usarlo y si se podía minorizar la ansiedad que le generaba la carretera yendo en el asiento del copiloto lo haría.

El camino fue casi silencioso, ninguno puso su teléfono a disposición del estereo y se la pasaron con una radio ochentosa en los parlantes mientras ninguno de los dos entonaba palabra alguna, Kenma no tenía que decir, su cabeza seguía preparándose para presentarse frente a una multitud de su pasado de mano de otra sombra del mismo.

Cuando llegaron por suerte no había muchos autos, habían llegado lo más temprano posible, y estaban agradecidos por eso.

- Kuro. - llamó Kenma mientras este bajaba el equipaje de ambos. - ¿A quienes deberíamos decirles? Shōyo no para de enviarme mensajes y llegará en cualquier momento con preguntas.

- Pues... - rasco su barbilla, no sentía la necesidad de explicar a tanta gente la situación, Bokuto era la única persona a la que no aceptaría mentirle. - A quien tu quieras Ken, pero deben poder ocultarlo.

Lose it ▵  KuroKen.Where stories live. Discover now