6: Back to black.

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Colapso

El lunes había llegado y con ello la supuesta cita que Kenma había aceptado, y aunque no tuviese muchas ganas y formas de moverse sin sentir dolor, deberían salir a cualquier manera.

-¿A dónde me dijiste que verías a quien adoptará a Kuro? -dijo el pelinegro desde el marco de su puerta.

Kuro, el gato, había pasado todos estos meses viviendo de infiltrado en los dormitorios, ya que aún no habían conseguido un hogar, pero el día luego del nacional recibió un mensaje de un número desconocido diciendo que había visto uno de los carteles en la zona y estaba interesado en el gato, y Kenma pidió a Kuroo que lo acompañase a la estación de tren indicada por el desconocido, que dijo llamarse Katari Shō, nombre que un tanto disgustaba a Kenma, para entregarle al felino, y aprovechando la intención de salir ambos dos juntos, primero se encargarían de esto.

Luego del duro entrenamiento, en el cual los de tercero tuvieron que despedirse y pasar la capitanía, la cual a sorpresa de todos recibió Kenma, ambos dos se habían duchado y se encontraban por salir de ropa informal.

El camino al tren fue lento, Kenma andaba con un par de muletas para poder caminar sin molestia, aunque los medicamentos ayudarán aún estaba muy hinchado y dolía lo suficiente para no querer apoyarlo durante meses.

Una vez en la estación indicada, Kenma tomo asiento en un banco frente a los molinillos con Kuroo a su lado, quien cargaba al pequeño Kuro en su pecho dentro de una mochila, mando un mensaje al número avisando dónde estaban y espero que el tiempo pasase.

Casi veinte minutos de espera y la estación estaba casi vacía, no más de dos o tres personas la transitaban, y ambos chicos ya no querían seguir esperando, pero de un momento al otro Kenma sintió un toque en su hombro que lo hizo voltear y pararse de repente, cayendo al suelo por haber apoyado su tobillo.

-Ken... -kuro no pudo terminar ni siquiera de nombrarlo porque en un instante sintió en su pecho tanto dolor y miedo, que sabía que la persona que estaba a sus espaldas realmente había hecho algo muy malo a Kenma, parándose para protejerlo.

-Daisuke... -dijo el menor, sin notar que todo su rostro estaba empapado por sus propias lágrimas. -¿Qué...

-Ahora uso mi apellido materno. -Un hombre de mayor estatura de Kuroo y pelo negro como el propio se encontraba frente a ellos, fundaba un traje de alta costura y la sonrisa más falsa e intimidantes del universo.

Kuroo podía identificar muy bien su aroma, y podía sentir como lo emanaba a gusto y queriendo, para intimidar a Kenma, era de los olores más disgustantes que alguna vez sintió, un tanto metálico y predominante de ruda. Instantáneamente levantó a Kenma y lo abrazo a su costado, y empezó a liberar sus propias feromonas, marcando el lugar.

-¿No te da gusto verme Ken-kun? -dijo este acercándose poco a poco, rodeando el banco. -Yo te he estado buscando...

-¡Alejate! ¡Alejate de mi! -dijo Kenma entre su propio llanto, agarrándose cada vez más a Kuroo. -Kuroo llama a la policía.

Katari se frenó en seco al escuchar la palabra policía y comenzó a reírse frenéticamente. -Pobre niño, ¿Tú piensas que me harán algo? Me han absuelto de todos los cargos. -E intento volver a avanzar, pero en un segundo Kuroo soltó a Kenma dándole la mochila con el gato y lo empujó lejos, avalanzandose sobre él.

-¡Kuroo para! Vámonos, -dijo intentando tomarlo, pero no podía caminar, su instinto lo obligaba a alejarse de Shō. -por favor quiero irme ya mismo. -lloro mientras se encogía sobre su propio cuerpo, abrazando al pequeño gato.

Lose it ▵  KuroKen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora