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Narra Berlín

Desde que estoy en México, he visto a cientos de mujeres hermosas de todas las edades, pero nunca había encontrado a ninguna con esa simpatía e inocencia que tiene ella. Quisiera conocerla mejor sin verme como un jodido acosador, quiero saber su fecha de cumpleaños, su color favorito, lo que más le gusta comer, quienes son sus padres... Todo lo que tenga que ver con ella lo quiero averiguar, siempre he sido muy hijo de puta respecto a las mujeres, pero con ella estoy comenzando a un lado mi actitud mierdera.

Aunque, probablemente la conocí tarde, ya había entrado una mujer a mi vida, su nombre es Natalie, aburrida, insípida pero creo que me quiere y trataba de conformarme con ello. Estoy resignado a seguir con ella porque dudo mucho que esa niña fije en mi, prácticamente podría ser su padre y soy consciente de lo mal visto que está eso, además de que mi experiencia con Ariadna me había sacado de mi ilusión de estar con una joven.

Narra Melissa

Por unas cuantas horas dejé de insistirle a Rodrigo, no tenía caso que estuviera rogándole que me hablara si el no tenía el más mínimo interés en hacerlo, además ¿quién soy yo para estarle rogando a un idiota? Ni hablar.
Estaba tan aburrida que decidí mandarle un WhatsApp a Andrés, dudo que esté ocupado.

WhatsApp

Melissa:
Hola, tu día
está igual de aburrido
que el mío o está peor? 😆

Andrés:
Hola preciosa, está
bastante peor porque
no he visto tu sonrisa.

Como es mi costumbre, sonreí de manera estúpida al leer el mensaje. Justo se me acercó Rodrigo y me arrebató el celular para comenzar a leer.

R: "No te creo, en serio te sigues viendo con ese estupido viejo? En verdad eres una imbecil Melissa, te creí más inteligente. Solo quieres un pretexto para prostituirte con cualquier bueno para nada"
Se me cristalizaron los ojos y le di una cachetada, pésima decisión, él como respuesta me devolvió el golpe y lanzó mi celular contra la pared haciendo que este se rompiese.

Me quedé impactada, no podía creer la forma en la que me estaba tratando. Volteé a ver a mis demás compañeros de clase y estaban igual que yo. Me sequé las lágrimas y le di otra cachetada al idiota de Rodrigo.

M: "Soy Melissa, que no se te olvide mi nombre poco hombre. Nunca, nunca me vuelvas a tocar porque te voy a demostrar de todo lo que soy capaz. Te lo juro"

Recogí mis cosas y también mi teléfono roto para salir de la escuela, ya era mi hora de salida.
Caminé y caminé tratando de entender lo que estaba pasando, ese no era mi Rodrigo, el amigo comprensivo que conocía, fue mi primer romance cuando íbamos en la secundaria y se supone que nos apoyaríamos siempre en todo ¿Por qué de repente se comportaba así conmigo?
Traté de encender mi celular hasta lograrlo, la pantalla estaba bastante rota pero todavía funcionaba ¡que alivio!
Llamé a mi madre pero no me contestaba, debe estar muy ocupada. Morí en el intento porque se le terminó la batería a mi celular. Para terminar de arruinar mi día, comenzó a llover mientras estaba caminando, no puedo creer la mala suerte que tengo ¡es que ni siquiera parecía que fuera a llover! No llevaba un paraguas encima así que me mojé con las gotas de la lluvia, aunque eso me sirvió para desahogarme llorando y que no se nota de que lo estaba haciendo.
De repente, un auto se detuvo a mi lado izquierdo y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, traté de ignorarlo y caminé más rápido pero el carro avanzaba a la misma velocidad que yo. Finalmente, sentí que se detuvo y volteé a verlo. Un hombre salió del auto y se me acercó, a pesar de la neblina reconocí esa sonrisa y me acerqué a él para abrazarlo.

B: "Meli, preciosa ¿qué estás haciendo aquí, sola y bajo la lluvia? Se quitó el saco que traía puesto y lo puso sobre mis hombros.
Yo lo miré a los ojos y me solté a llorar, él no entendía lo que pasaba, pero para auxiliarme me subió al auto tomándome en brazos y me llevó hacia su hogar. Junto a él me sentía segura y sabía que todo iba a estar bien.
Mientras íbamos en el coche yo no decía nada, solo me cubría con su saco y sentía como si me abrazara, su olor, su perfume me encantaba. Él solo se limitaba a mirarme de reojo.

Narra Berlín

Ver a mi Meli así me había partido el corazón, no sabía que tenía y no podía dejarla sola. Al llegar a mi casa fui al vestidor a buscarle un poco de ropa.

B: "Meli, si quieres ve a darte un baño, aquí tienes un poco de ropa. Puede hacerte mal el quedarte mojada" Ella solo asintió con la cabeza y se metió a bañar. En verdad no comprendía lo que pasaba, no me había mostrado esa hermosa sonrisa que tanto me gustaba y eso me parecía sumamente extraño, pero tampoco la quería incomodar. En lo que se duchaba fui a prepararle un té, se lo puse sobre una bandeja y también unas galletas.
Salió de bañarse y se me acercó, se miraba tan tierna en esa ropa que le quedaba gigante, como no tenía ropa de mujer tuve que darle una camisa y un pantalón que fueran más o menos a su medida, pero fracasé.
M: "Gracias por acogerme Andrés, no sé dónde estaría ahora mismo si no hubieras aparecido" La abracé con todas mis fuerzas y ella se acurrucó entre mis brazos, nos fuimos a sentar en el sofá y ella se quedó dormida en medio de mis brazos. La llevé a mi cama y la acobijé. Se veía tan hermosa dormida... deposité un beso en su cabeza y salí de la habitación para dejarla descansar.

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Hola!! Perdón por la inactividad, pero en verdad no tenía ni idea de que escribir hasta hoy jajajaja, espero que les guste mucho este capítulo. Besitooos :*

Pienso en tu mirá [Berlín] [La casa de papel]Onde histórias criam vida. Descubra agora