XV

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Narra Berlín

Después de lo que pasó en la cena con los padres de Melissa, verla va a ser mucho más complicado y más complicado será plantearle la idea de que vaya conmigo a España.
Quizá su padre tenga razón y lo que yo debo hacer es dejarla en paz, después de todo, es una niña, pero es la mujer que amo.
Cuando llegué a mi departamento, lo primero que hice fue mandarle mensajes diciéndole que la quería ver mañana, pero ella no respondió.
Decidí dejarle un mensaje que decía "tengo algo muy importante que plantearte, en cuanto veas este mensaje llámame por favor"

Llevo 9 días sin hablar con ella, al parecer no tiene su móvil puesto que su última hora de conexión fue de ese día.
En verdad necesitaba verla para pedirle que se vaya conmigo a España y entre al atraco, la necesito conmigo.

Yo la necesito pero quizá soy demasiado egoísta.

¿Ella querrá apoyarme?

¿Ella querrá dejar todo por esto?

No tiene por qué involucrarse en esta mierda, ni siquiera debe saber de mi maldita enfermedad.

De todas formas tengo que verla para comentárselo, si acepta, nos vamos. Si no, esta será nuestro despedida.

Después de unos minutos, llegó la respuesta de Melissa;

"Mi papá me tiene encerrada, no me deja salir ni siquiera al patio. Sácame de aquí por favor"

Me imaginé su rostro y su vocecita al leer el mensaje que me había enviado, tengo que hacer algo para verla.

"¿Puedes salir por tu ventana?"

Fue la respuesta que le di.

"Creo que sí ¿puedes venir por mí a las 11:30?  A esa hora mis padres ya están dormidos"

"Ya sabes que sí preciosa, te llamo cuando ya esté afuera"

Tengo que pensar bien lo que le voy a decir, estaré unas cuantas horas con ella después de varios días y no quiero arruinar el momento solo por decirle lo del atraco.

Mientras esperaba a que llegara la hora, caminaba por toda la habitación y miraba al reloj.
Me senté en la cama y en ese momento, la puerta se abrió, Sergio entró y se sentó a mi lado, tocándome el hombro.

- ¿Ya lograste comunicarte con ella?- Asentí con la cabeza y el se acomodó las gafas.

- ¿Y qué pasó? ¿La podrás seguir viendo?-

Me levanté de la cama para mirar nuevamente el reloj.

- Iré por ella en unos minutos, estaré con ella esta noche porque no la podré ver durante los días, su padre la tiene encerrada.- Él negó con la cabeza y se me formó una sonrisa en mi rostro.

- Andrés, el padre de esa niña es abogado, ella es menor de edad, tú ya eres un hombre y la piensas sacar de su casa.- Cada cosa que decía, la contaba con sus dedos.- ¿Sabes cómo puedes terminar o no?

- Sergio, parece que no me conoces. Por cierto, me tengo que ir.

Me levanté de la cama y salí inmediatamente del departamento dejando a mi hermano con la palabra en la boca.

Conduje hacia casa de Melissa y me estacioné una calle atrás de su hogar, para que sus padres no vieran las luces del auto.
Me acerqué a la esquina de su casa y le mandé un mensaje:

"Ya estoy fuera, en la esquina"

Vi que se abrió la puerta de su cochera y me escondí detrás de la pared, escuché unos pasos acercándose. Al mirar a través de la oscuridad, estaba ahí lo que mis ojos deseaban ver desde hace varios días.
Corrió a abrazarme con todas sus fuerzas, no dijimos ni una sola palabra, solo estábamos ella y yo juntos en la oscuridad y la luz de la luna.

Tomé su mano guiándola hacia el auto, al subir al auto se abalanzó sobre mi para besarme. La tomé por sus caderas correspondiendo a su beso, tenía tantas ganas de saborear sus labios de nuevo, de oler su dulce aroma, de tocar su piel.

- Que bueno que viniste mi amor, te necesitaba cerca de mi.-

Escuchar su voz siempre fue mi delirio.

- ¿Pensabas que te iba a dejar aquí y no te vendría a buscar? - Acomodé un mechón de cabello detrás de su oreja - Lo que quiero es que estés conmigo el resto de mis días.

Lo del resto de mis días es una realidad, mi enfermedad sigue avanzando y no sé cuanto tiempo siga así antes de convertirme en una carga.

Ella me miraba con mucha ternura y no pensaba romper con nuestro momento contándole algo como esto, aún es pronto. Solo pensaba en no comenzar a temblar frente a ella.

- ¿Nos quedamos aquí o vamos a mi departamento? Tengo algo muy importante que decirte.

- Vamos, si es algo serio, quiero enterarme bien.- Se acomodó en su asiento y se colocó el cinturón de seguridad.

Lo que no sabe es que le propondré que entre conmigo al atraco.

Ya estando en el departamento me abrazó nuevamente, pero esta vez lo sentí con más amor, acurrucó su cara en mi pecho justo donde estaba mi corazón. Acariciaba su cabeza y su cabello lentamente, me sentía completo en esos momentos junto a ella.

- Amor ¿dónde están Sergio y Martín? - Volteaba su mirada a los lados como buscándolos.

- Deben estar por ahí, pero no te preocupes por ellos.

- Bueno... ¿ya me puedes decir que es eso tan importante que me tienes que contar?

Le pedí que se sentara en el sofá y me esperara un momento, me miró con el ceño fruncido pero únicamente se limitó a hacer lo que le pedí.
Fui a buscar los planos, todo lo que hablaba del plan. Coloqué los papeles en la mesita que estaba en medio de los sofás y me senté en el que estaba frente a ella.

- Andrés ¿qué es todo esto? - Comenzó a hojear los papeles y me miró con cara de susto.- ¿Te irás a España y me dejarás aquí?

Negué con la cabeza y tomé los papeles de la mesa.

- No Melissa, quiero pedirte que vengas conmigo.

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Holaaa! Por fin les traigo nuevo capítulooo!! Me disculpo porque he estado muy ocupada con mis tareas y no he podido actualizar hasta hoy:(
Prometo ya no tardar tanto :D

Por ciertooo, ya estamos a nada de llegar al final de esto :( Pero estoy preparando también la segunda parte, todo depende de como vayan las cosas.

Los quiero, ya casi llegamos a 700 leídas y les agradezco muchísimo su apoyo 🥺🥺🥺

Pienso en tu mirá [Berlín] [La casa de papel]Where stories live. Discover now