XVIII

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Quiero que aparezca
Y presumirla a mis amigos como la primera
Que me robó el corazón

Narra Melissa

No puedo permitir que mi padre decida sobre mí como siempre lo ha hecho, prefiero morirme antes que cumplir con lo que me pide.
Mi cabeza estaba hecha un lío, era mucho lo que tenía que procesar y que decidir, he dejado de lado a mis amigos, mis estudios, todo por esto que ni siquiera sé si saldrá bien.

Cuando llegué, el que me abrió la puerta fue Martín. Me quité el casco y al ver mi rostro, rodó los ojos.

- Andrés no está.

- ¿Cómo que no está? Él me dijo que viniera lo más pronto posible.

Se hizo a un lado para que pasara y dejé mi casco en la mesa.

- Fue por el retoxil.- Rasqué mi cabeza con una cara de confusión y él puso un gesto burlón.- ¿Por qué pones esa cara?

- ¿Retoxil? ¿Qué es eso?- Realmente no tenía ni idea de que era eso, Andrés nunca me lo había comentado.

- Eres su "mujer"- Hizo comillas con sus dedos.- ¿Y no sabes lo que padece? Por Dios, ahí se nota el verdadero interés que le tienes y ese interés no es por su persona. O quizá tú si lo quieras pero el a ti no, por eso no te ha contado lo que sucede.

Sus palabras realmente me habían sacado de mi lugar ¿qué es ese retoxil? ¿será alguna droga o una medicina?
Me senté en el sofá mirando hacia la nada.

- ¿Qué tiene Andrés?- Negó con la cabeza, este hombre realmente termina con mi paciencia.- ¡Dime chingada madre!

- No me vengas con tus palabritas, mejor pregúntale a Andrés. Por cierto, allí viene.

Miré a través del cristal que había en la pared y Andrés venía saliendo del elevador. Alzó su mirada y al verme, metió lo que traía en la mano a la bolsa de su pantalón.
Al entrar, me miró de pies a cabeza de esa manera tan peculiar que tiene, esa que parece que te devora.

- ¿Por qué no te habías vestido así antes? Te ves tan sexy.

Se acercó a mí y me besó en los labios suavemente.

- Hola cariño, perdón por venir tan rápido, no quería seguir en casa después de lo que me dijo mi padre.

Andrés suspiró, al parecer ya lo tengo cansado con todo esto.

- Nos vamos a ir lo más pronto posible, tú tranquila que ya tengo casi todo listo.

Mientras me consolaba, sentí como si algo temblara. Me moví a un lado para ver lo que pasaba y vi la mano de Andrés, él al parecer no se había dado cuenta.

- ¿Qué pasa preciosa?

- Mi amor, tu mano, está temblando.

Su gesto sonriente cambió en segundos a una cara de horror.

- Mierda...- Sacó la bolsa de papel que estaba en su bolsillo.- Melissa, dile a Martín que venga a ayudarme.

Corrí hacia la habitación de Martín para pedirle ayuda.

-¡Martín! Ven, por favor, Andrés está, ¡está temblando!

- No me jodas...- Salió de la habitación y corrió a auxiliar a Andrés quien lo esperaba pacientemente.
Martín tomó la jeringuilla llenándola de la sustancia que contenía el pequeño frasquito de cristal. Tomó su mano e insertó la aguja entre sus nudillos.

Pienso en tu mirá [Berlín] [La casa de papel]Where stories live. Discover now