Epílogo

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Narrador Omnisciente

Después de lo sucedido, Melissa volvió a su hogar con el corazón partido y sin ganas de vivir, lo único que la mantenía cuerda eran los antidepresivos para su ansiedad.

No podía pensar en otra cosa que no fuera Andrés, lo feliz que pudo haber sido al lado de su amado y todos los sueños truncados.

¿Qué le iba a decir al profesor? Martín seguramente la querrá matar ya que fue su padre quien lo metió a la cárcel.

Al abrir la puerta, su madre estaba allí, con una cara de angustia la cual se relajó al ver a su hija.

- Melissa, princesa por fin estás aquí.- Se acercó a abrazarla pero Melissa la rechazó rotundamente.

- No quiero que ninguno de los dos me vuelva a hablar en lo que les reste de vida.- Irradiaba coraje y rencor en su voz, su madre se veía preocupada pero su padre estaba completamente tranquilo.

- Me vale madres lo que pienses Melissa, deberías saberlo. Si vas a seguir viviendo bajo este mismo techo vas a tener que acatar las órdenes que voy a dar desde ahora, una de ellas es que no volverás a ver la luz del sol si no es conmigo a tu lado.- Dio un beso en la cabeza de su hija y se metió a su despacho, Melissa estaba que lo quería matar.

Su madre no decía nada, siempre fue muy sumisa a Arturo, por miedo, no por amor.

Sin mirar a ningún lado, Melissa subió a su habitación y se encerró allí. Su entorno daba vueltas y ella se sentía mal, mareada, tenía un dolor intenso en su cabeza y le fallaba la respiración.

Se metió en su cama y miraba el techo, estaba muerta en vida. Cerró los ojos y recordó el papel que le había dado Andrés.

Sacó el papel doblado de su bolsillo y al abrirlo, vio que era una carta.

Melissa, mi preciosa Melissa. Lamento mucho que esto sucediera, que las cosas no hayan salido como hubieses querido o mejor dicho, como ambos queríamos que pasaran.
Me siento realmente mal, no por mi, sino por ti, ya que dejaste todo por venirte conmigo y al final fue solo un sueño roto.

Quiero que sepas que te amo más de lo que me amo a mí mismo, me he convertido en una mejor persona gracias a ti, por primera vez conocí el amor verdadero y eso es lo único que me importa por ahora.

Tengo que confesarte que lo que me inyectaba, eran días de vida; tengo una enfermedad degenerativa llamada Miopatía de Helmer.

No tiene cura.

Melissa, te conozco y seguramente a este punto de la carta ya estés llorando y pensando que estoy más jodido de lo que pensabas. En parte tienes razón.

Preciosa, gracias por darme los mejores meses de mi vida, me diste años de vida y me regresaste a mi juventud. Hiciste que volviera a nacer.

Voy a estar un mes aquí en México y después me van a enviar de vuelta a España, ya saben quien soy lo que hice.

Yo sabía que esto podría pasar, así que esta carta no es una despedida. Hay una pequeña posibilidad de que volvamos a estar juntos.

La próxima vez que vayas al kiosco donde nos conocimos, ve al mostrador y di la siguiente frase:
"Soy Phoenix y vengo por Berlín".
Ellos te ayudarán a contactar con Sergio, él y Marsella sabrán que hacer.

Sin nada más que decir, quiero que sepas que te amo y que voy a cumplir mi juramento de casarme contigo, así sea lo último que haga.

Ti odio e ti amo.

- Andrés.

Leer ese texto abrió un nuevo camino para Melissa, quien estaba dispuesta a recuperar a su amado.

Secó sus lágrimas y se levantó de su cama decidida en lo que iba a hacer. Se cambió de ropa y bajó a la cochera de su casa a tomar su moto.

Condujo hasta el kiosco y al llegar, el encargado ya la había reconocido.

- Soy Phoenix, vengo por Berlín.

El encargado la hizo pasar al interior de la pequeña cocina y le dio un teléfono que ya estaba en línea.

- Phoenix, soy el profesor. Ya estoy al tanto de lo que ha pasado, Berlín me dejó advertido que esto pasaría. No te angusties, lo vas a volver a ver.- Su rostro se iluminó al escuchar esta última frase.
- Mañana llegará a tu ciudad un miembro de la banda, él sabe quien eres y te reconocerá fácilmente. Su nombre es Marsella. No puedo seguir hablando, él te dirá lo que tienes que hacer.

Melissa escuchaba atentamente las indicaciones de Sergio, sabía que esta vez sería más difícil de lograr el objetivo.

- Berlín y Río van a volver.

- No Sergio, no van a volver. Los vamos a salvar.

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¿Fin?


Bueeeeno, no se imaginaban que hoy mismo traería el epílogo ¿verdad? Jajajaja

¿Piensan que va a haber segunda parte o que opinan? Dejen en los comentarios lo que piensan que vaya a suceder.

Los quiero <3

Pienso en tu mirá [Berlín] [La casa de papel]Where stories live. Discover now