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Take my hand
Take my whole life too
For I can't help falling in love with you

Narra Melissa

Un rayo de luz atravesaba el pequeño espacio entre las cortinas haciendo que despertase, miré a ambos lados y estaban Verónica y Katherin aún durmiendo.

Me levanté para lavarme la cara y recordé lo que iba a suceder hoy. Por un momento creí que ya era tarde pero al mirar el reloj, vi que recién eran las 6:50 de la mañana.

Tomé mi celular para ver los mensajes que tenía y el primero que se apareció fue el de mi padre.

"Hija, iré por ti a las 11:30. Disfruta con tus amigas el resto de la mañana."

Que mejor mensaje que ese, me iba a dar el tiempo perfecto para marcharme con Berlín de una buena vez.
Tomé un baño frío y al salir, mis amigas ya estaban despiertas.

- ¡Buenos días!- Esbocé una gran sonrisa y ambas me respondieron de la misma forma.

- Que envidia te tengo, hoy es el día en el que te vas!

Verónica parecía más emocionada que yo, siempre fue así, se emocionaba más que yo por las cosas buenas que me pasaban.

- No sabes cuanto te vamos a extrañar Melissa.- Katherin se acercó a mi y me abrazó fuertemente, Verónica se unió al abrazo.

Ellas dos siempre fueron las personas que estuvieron conmigo en las buenas y en las malas, en las que podía confiar. Igual que Rodrigo, siempre estuvo para mi. Lástima que se convirtió en un asco de persona.

Bajamos a desayunar y estuvimos comiendo, riendo y recordando todo lo bueno que hemos pasado, nuestras memorias en la escuela, en nuestras casas, todas las veces que salimos juntas.

Al final, todo se convertirá en recuerdos, recuerdos que nunca quiero olvidar.

- ¿Y a qué hora llega por ti Andrés?- Cuestionó Verónica.- Supongo que debe llegar antes de que tu papá venga por ti.

- Él dijo que me iba a avisar cuando viniese, siento que ya se está tardando.

Por un momento, miles de escenas trágicas pasaron por mi mente.

- ¿Y si le pasó algo? ¿y si no viene por mi y solo me utilizó? ¿estará bien?

- Melissa cálmate, puede que simplemente todavía no sea la hora.- Kath se me acercó y acarició mi espalda tratando de reconfortarme.

- ¿Por qué no le llamas tú Meli?- Vero tomó mi celular y me lo puso en las manos.

- Tienen razón, lo voy a llamar.

Tecleé el número de móvil de Andrés en la pantalla de mi celular y contestó en unos 5 segundos.

- Buenos días preciosa.- Al escuchar su voz, todo mi cuerpo se relajó y mi piel se erizó.

- Buenos días mi amor ¿a qué hora vendrás por mi? - Se formó una sonrisa en mi rostro igual que a mis amigas.

- En unos...- Hizo una pequeña pausa, supongo que miró su reloj.- 35 o 40 minutos llego por ti, estate lista porque en cuanto llegue subimos tus maletas y nos vamos al aeropuerto.

- Entendido, te adoro.

- Yo ti amo.- Colgó la llamada y me tumbé sobre la cama.

- ¿Ves? Te dijimos que si va a venir y tú ya te estabas creando historias en esa mentecita que tienes.

Me encogí de hombros como disculpándome y ambas rieron.

- Melissa ¿ya tomaste tus pastillas?

Kath me entregó la caja con mis pastillas a lo que yo las guardé, ella me miró y negó con la cabeza.

Para matar el tiempo, bajamos mis maletas y nos acostamos en el cesped del patio frontal a mirar las nubes.

Más recuerdos llegaron a mi cabeza, incluyendo los pocos momentos felices que llegué a tener con mis padres, esto hizo que se me formara un nudo en la garganta.

- No saben cuanto voy a extrañar aquí, a ustedes, la ciudad... a mis padres.- Suspiré un momento y ellas voltearon a verme.

- ¿Ya estás dudando en venir conmigo preciosa? - Escuché esa voz que reconocería en cualquier lugar y me levanté para verlo.

- ¡Mi amor!

Me acerqué a él y me tomó de las mejillas para besarme tiernamente. Rodeó mi cintura con su brazo derecho y se dirigió a las chicas;

- Señoritas, un gusto verlas de nuevo.

- El gusto es nuestro señor Andrés. Cuide mucho a Melissa por favor, no sabe cuan importante es para nosotras.

Berlín volteó a mirarme con cara de duda.

- Ya saben que me voy contigo mi amor, no te preocupes que tendrán absoluta discreción.

Dio un beso en mi cabello con una sonrisa formada en su rostro.

- Gracias por cuidar de mi mujer, les prometo que ella va a estar muy bien conmigo.

"Mi mujer" se escuchaba tan bien esa frase con su divino acento.

Me soltó de su agarre y abracé a mis dos "hermanas". Sentía que unas lágrimas estaban a punto de salir pero resistí.

- Cuídate mucho Meli. No olvides tomarte tus pastillas...- Les hice una seña con mi dedo de que guardaran silencio ya que Andrés no sabía de mi transtorno.

- ¿Pastillas para qué preciosa?- Ofreció su mano para acercarme a él.

- Eh, las anticonceptivas mi amor.- Guiñé un ojo y él sonrió mordiéndose el labio.

Vero y Kath me hacían señas indicándome que le dijese la verdad pero las ignoré. Si le digo la verdad, no va a querer que entre al atraco junto a él.

- Bueno chicas, llegó el momento de irnos.

Entrelacé mi mano con la de Andrés, el tomó una de mis maletas y yo tomé la otra, subimos ambas a la cajuela del auto y finalmente nos despedimos de ellas agitando nuestras manos en el aire.

Subimos al auto y emprendimos camino al aeropuerto.

Unos cuantos minutos después, llegó mi padre a casa de Verónica.
Vio que estaban ambas en el patio y se acercó a ellas.

- Hola niñas ¿y Melissa?

Ambas pusieron cara como si hubiesen visto al mismo demonio.

- Eh, hola señor... eh, este...- Verónica se puso más nerviosa que otra cosa y no sabía que responder.- Que ya se ha ido...

- ¿¡DÓNDE CARAJOS ESTÁ MI HIJA!?

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Hola bellezas!! Este se supone que iba a ser el capítulo final, pero decidí dividirlo en varias partes porque si no, iba a quedar demasiado largo.
Espero que les guste mucho, besoooos. :*
POR CIERTOOO, MUCHISIMAS GRACIAS POR TODO EL APOYO. LLEGAMOS A LAS MIL LEIDAS Y NO SABEN LA ALEGRÍA QUE ME DA!! MIL, MIL GRACIAS POR TANTO CARIÑO 🤍🤍

Pienso en tu mirá [Berlín] [La casa de papel]Where stories live. Discover now