La Receta del Amor

Capítulo 16

No voy a ser hipócrita. Tener sexo con Pierre fue la mejor sensación que he tenido en la vida. Pudo haber sido la necesidad, la falta de experiencia de mi parte, o la sobre experiencia de él. Aún así, cuando terminamos me dije a mi mismo... No tiene que volver a repetirse. Porque a la larga terminara trayéndote problemas o situaciones innecesarias. Uno tiene que evitarse meter en tierras pantanosas, que no son muy firmes. Con una vez fue suficiente, no voy a crear una dependencia.

¿Recuerdan que dije que no sería hipócrita? Bueno....

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Estampa mi espalda contra la pared, mientras también sostiene mis muñecas contra está y tenemos nuestros labios unidos en un beso que ya cobro intensidad, luego del jugueteo con nuestras lenguas. 

Yo ya comienzo a sentir la excitación allí abajo. Pierre empieza a besar mi cuello, que es ahí cuando me pierdo a mi mismo. Sus besos van bajando por todo mi torso, mi abdomen, hasta quedar de rodillas frente a mi miembro.

Cuando termino, tomo su rostro entre mis manos y lo atraigo hacia mi, volviendo a unir nuestras bocas. Me giro, haciendo que ahora él quede con su espalda contra la pared. Paso mis manos por todo su cuerpo tatuado, acariciándolo y apreciando cada parte de él. Las yemas de mis dedos se detienen en la parte superior de su abdomen, donde tiene tatuada una gran mariposa. 

- ¿Cómo se dice mariposa en italiano? - me pregunta. 

- Estoy seguro de que lo sabes. - digo.

- Puede que si, pero me gusta más como lo dices tú. 

Levanto la vista y lo miro, tiene esa sonrisa picara tan suya. 

- Farfalla. - digo.

Nos quedamos mirando en silencio. Él baja la vista a mis labios y luego la vuelve a subir a mis ojos. Me agarra el rostro y volvemos a unir nuestros labios.

Nos separamos bruscamente al oír que tocan la puerta. 

- Oigan. - dice Gianni al otro lado. - Consiganse una habitación de hotel o algo más decente, no el cuarto de limpieza. 

- ¡Vattene via! - gritamos a dúo con Pierre.

- Pierre, estoy impresionado. - dice mi hermano. - En estás dos últimas semanas cada vez te salen mejor esas dos palabras. 

- Te la repetiré así te queda guardado en el recuerdo... - dice Pierre. - Vattene via.

- Esas dos palabras me quedaran por siempre en el corazón. - dice Gianni con falsa emoción. - Ahora salgan, que hay mucho que hacer. 

Pierre me mira. - ¿Cuando el niño se convirtió en el jefe? - me dice.

- Desde que el verdadero jefe se la pasa literalmente dentro del closet. - dice Gianni. - La semana pasada al menos lo hacían en el baño. 

- ¿Qué no te habías ido? - digo.

- Bea nos echo del baño. - dice Pierre. 

- Parecen dos niñatos en plena pubertad. - dice el menor. Oímos sus pasos alejarse. 

- Podemos tachar el cuarto de limpieza de nuestros lugares. - dice Pierre mientras nos vamos vistiendo. 

- Al menos llegamos a bajarnos de la mesada de la cocina antes de que ellos llegaran. - digo. - Porque seguramente todos hubieran renunciado.

Ríe. - Por cierto, tú idea del helado fue divertida. - dice. 

- Siempre quise intentarlo. - digo. - Y la tuya del hielo no la tenia.