Capítulo 24

575 83 26
                                    

Pasaron cuatro años desde esa despedida. 

Honestamente creí que ahí terminaría todo, pero no fue así. En estos cuatro años hablamos seguido por teléfono, él me llama cada vez que algo importante le sucede o cuando tiene alguna película que recomendarme. Yo por mi parte tambien lo llamo. Y tal como prometimos, esa última semana del verano acordamos un destino y nos encontramos ahí, pasa pasar una semana juntos. 

Es increíble lo cerca que puedes sentir a alguien, incluso estando tan lejos físicamente. 

En estos años han pasado cosas. Fabiano con su novia estuvieron juntos, pero luego se separaron, ahora él está en la etapa de resignación hacia el amor. Bea, por otro lado, está de novia hace casi cuatro años con Federico, así es, resultaron bien las cosas para estos dos. Y resultó que Pierre tenía razón, para variar. Todos quedamos helados cuando atrapamos a Gianni y Lorena a los besuqueos en la parte trasera del restaurante. Así que después de muchas vueltas, terminaron poniéndose en algo serio. Yo, por otro lado, no estoy en nada serio con nadie. Y así me encuentro bien. Supongo que al fin aprendí a estar bien conmigo mismo. 

Mis padres siguen en su tour por España. Damiano fue padre y mi hermana fue madre. Así que eso me hace ser tío ahora. 

Con el restaurante nos mudamos a un lugar más grande, así que expandimos el personal. Gianni se ganó la subgerencia. Bea consiguió un puesto como maestra en la escuela del pueblo, lo que la puso muy feliz, ya que está trabajando de lo que se recibió. Tengo miedo por esos niños que la tienen como maestra. 

Con 30 años ya, podría decirse que me encuentro bien. No he decaído, mantengo bien la medicación y las terapias. Tengo mis días en los que necesito una pausa y en los que necesito mantenerme ocupado para no caer en la depresión. Pero todo está en orden. 

Pierre en su trabajo está muy bien, hace poco consiguió un ascenso, lo que le permitió irse a vivir solo. Él sigue siendo Pierre, no se casa con nadie, ni se queda con nadie. El verano está por comenzar, así que no faltara mucho para que lo vea en persona. 

*******

Término de guardar la última caja en el auto y él cierra el maletero del auto. Nos miramos. 

- Gracias por tu ayuda. - dice. - Pude terminar más rápido. 

- No es nada. - digo. - Gracias a ti por las bolsas de comida, Chimuelo te lo agradece. 

- Capaz ahora si comience a quererme. - dice divertido. 

- Lastima que te vas. - digo. 

- Haceme el favor de ponerlo a dieta, pesa lo que una sandía. - dice. 

- Sí Doctor Ciro. - digo. Él ríe. 

- Génova no está tan lejos. - dice. 

- No soy un chico de ciudad. - digo. - Pero, espero que sepas que siempre tendrás una porción de mi tiramisú aguardando por que vengas de visita. 

Sonríe. - No creo que pueda resistirme a eso. - dice. Ambos quedamos callados, mirándonos. - Será mejor que arranque viaje, no quiero que se me haga de noche. 

- Llama cuando llegues, ¿si? - digo. 

Él me mira y luego asiente. Nos abrazamos. 

- Te extrañare. - me dice mientras aún nos abrazamos. 

- Y yo a ti. - digo. - Te deseo todo lo mejor, te lo mereces. 

Nos separamos. - Igual tú. - me dedica una última sonrisa y sube a su auto. 

- Buen viaje. - digo. Él saca su mano por la ventanilla y me saluda. 

El auto arranca, mientras yo quedo atras viendo como se aleja una de las partes de mi vida y no puedo evitar sentir algo de melancolía. Me alegra haber podido hacer las paces con él, se merecía una disculpa. Entró en una etapa complicada de mi vida y le tocó una versión de mi , que en realidad no era yo. En estos años logramos ser buenos amigos. 

La Receta del AmorWhere stories live. Discover now