La Receta del Amor

Capítulo 25

Cuando la cena terminó, con Gianni fuimos a casa, nos armamos un bolso y partimos a tomarnos el vuelo próximo que salía. Al llegar al aeropuerto alquilamos un auto y conducimos hacia el pueblo.

Era de mañana temprano cuando llegamos. Al tocar la puerta nos abre la persona que me llamo. Se le forma una sonrisa triste al verme. Nos abrazamos.

- Que bueno que has venido. - dice Lizzy aún aferrada a mi.

Nos separamos. Nuestros ojos están llorosos.

- No... no lo entiendo. - digo. - Lo vi... lo vi hará un semana y estaba... 

- Hasta hace dos días estaba de lo más bien. - dice. - Pero... llegó un momento en el que él solo... lo supo. - finaliza con voz quebrada. - Al menos pude despedirme.

- ¿Dónde están...?

- Gus y Cece están caminando por la playa, necesitaban un poco de aire. - dice. - Pierre.... no sale de su habitación desde ayer, debe estar durmiendo ahora. - sus ojos se ponen más llorosos. - Mis otros hermanos están viniendo.

- Iré a verlo, si no te molesta. - digo.

- Ve y prueba a ver si tienes éxito a que te abra. - dice. Mira a Gianni. - Ven, prepare café.

Subo las escaleras y me dirijo hacia su habitación. Golpeo levemente la puerta.

- Soy yo... - digo. - Se donde escondes la otra llave. Si me dices tan solo una palabra, entrare.

- Ven... - oigo en un susurro.

Levanto el brazo y busco en la parte de arriba del marco de la puerta, donde él suele esconder la copia. Meto la pequeña llave en la cerradura, abro y entro. La habitación se encuentra a oscuras, pero puede distinguir a Pierre acostado de costado, dándome la espalda. Me quito los zapatos, me acerco a la cama y me acuesto a su lado, abrazandolo. Apoyo mi mentón en su hombro y lo abrazo con fuerza, mientras él pone sus manos sobre las mías. Oigo sus leves sollozos.

- Llora todo lo que quieras... - le susurro a su oído. - Yo solo me quedare aquí, abrazandote.

- ¿No... no... no me soltaras? - dice con voz quebrada.

- Eso jamás. - digo. - Trata de descansar, porque no me cabe duda de que no duermes desde que hablamos.

- Estaba... estaba esperando a que tu llegaras. - dice hablando en susurros.

- Acá estoy...

No se cuanto tiempo paso, pero logre que Pierre descansará al menos un rato.

Cuando se despertó, nos sentamos en la cama apoyando la espalda en el respaldo. Él me pidió que lo siguiera abrazando, así que se hizo un ovillo y se pego a mi cuerpo, mientras lo rodeo con mis brazos. Las lágrimas siguen cayendo por su rostro y siento como respira con dificultad.

- ¿Has venido solo? - me pregunta rompiendo el silencio.

- No, Gianni está abajo. - digo, mientras con una mano comienzo a acariciar su cabello.

- ¿Quien te llamo?

- Lizzy...

Quedamos en silencio. - No... no logro hacerme a la idea de que no lo volveré a ver. - dice tratando de mantener la voz. - Que lo volvere a oir su voz, o no veré su cara gruñona, ni lo abrazare y sentire ese aroma que es tan él. ¿Como... cómo seguire sin él?

- Lo harás. por él. - digo. - Tomará su tiempo, pero aprenderás a vivir con ello...

- ¿Con qué?