Cᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 8

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Desde que asistí a mi primer día en la guardería no recuerdo haber tenido eso a lo que llaman amigo, esa persona a la que puedes recurrir en caso de problemas, si te sientes bajo de ánimos o simplemente por el placer de pasar un rato juntos. Tampoco había experimentado la complicidad entre compañeros de clase. Lo de compartir risas y anécdotas para distraerse de la tortura que suponen las clases a pesar de no verse nunca fuera de estas nunca me había llamado la atención. Me gustaba guiarme más por la lógica, no necesitaba nada de eso. Y entonces, ¿por qué sentía últimamente que mis días se tornaban cada vez más aburridos?

Apenas habían pasado un par de días desde la última conversación que tuve con esos cuatro idiotas, pero por algún motivo parecía faltarme algo. Puede que meterme constantemente con su inteligencia y mantener batallas verbales me gustaba más de lo que imaginaba. A pesar de eso tendría que acostumbrarme de nuevo a mi antigua forma de no involucrarme con el resto de personas ya que parecían haber pactado una promesa silenciosa en la que me evitaban a toda costa.

—Oye, estúpida.

Podía vivir con ello, tampoco era cuestión que me robara el sueño por las noches. Puede que mi orgullo estuviera un poco lastimado por su repentino distanciamiento pero no pensaba admitirlo.

—¡Oye, tú! ¡La morena! ¡Te estoy hablando a ti!

Había cientos de estudiantes con el cabello marrón por esos pasillos por lo que no me hubiese dado por aludida si un grupo de animadoras no me hubiese rodeado a continuación.

Era la segunda vez que me acorralaban de esa manera y como siguiera esa situación tendría que tomar medidas drásticas. Podría haberlas esquivado sin mucha complicación pero la curiosidad me pudo, parecían extremadamente molestas conmigo y antes de mandarlas a la mierda quería saber el motivo.

—¿Qué demonios queréis?

—¿Cómo te atreves a decir eso de Owy?

—¡No lo vamos a pasar por alto!—la siguió otra de ellas.

—Ni siquiera sé de quien estáis hablando.

—¡De Owy! Owy Ward. No te hagas la tonta que te hemos visto con él estos días.

Algo en mi cerebro pareció ordenarse y llegué a la conclusión que no era un nombre real sino un diminutivo de Owen. Puede que estuviera en mi misma clase pero nunca había llegado a escuchar su apellido y saber cual era me ayudó a entender algunas cosas. Sus padres tenían una importante empresa de electrónica llamada E-Ward. Estaba segura de que el noventa por ciento de los estudiantes tenía un teléfono de esa lujosa marca, al fin y al cabo su motivación era presumir de sus posesiones más caras y no se podía decir que aquellos móviles fueran precisamente baratos. De hecho tan solo habían tardado un par de años en quitarle el puesto número uno al iphone.

—¿Qué pasa con él?

—¡Has dicho cosas horribles de él!

—¿Yo?— elevé las cejas.

—No te hagas la tonta, todo el mundo sabe que los rumores vienen de ti.

—¿Y qué es lo que supuestamente estoy diciendo de él?

—Que está aprovechando su cargo en el instituto para robarnos.

—¿Cómo demonios iba un alumno a poder hacer eso?

—El pobre tendrá suerte de que no lo expulsen del consejo de estudiantes.—empezó una morena a hablar ignorando mis palabras.— Se supone que sus miembros no pueden ser revelados.

A decir verdad poco me importó que empezaran a prestarle más atención a sus quejas que a mí porque eso me concedió la oportunidad de escabullirme sin que se dieran cuenta. Podría dirigirme hacia mi próxima clase para así evitar toparme con más molestos estudiantes pero después de ese intento de conversación no podía no ir al comedor en busca de explicaciones más precisas.

Apenas había conseguido recabar algo de información por sus palabras, pero parecía ser que las palabras de Blake no habían sido fruto de un arrebato de locura. No me importaban ellos en absoluto, tampoco los necesitaba para amenizar mis días. Y entonces, ¿qué era esa necesidad de sacarlos de su error respecto a mí?

Abrí sin medir mis fuerzas la puerta del comedor importándome más bien poco la atención que podría acarrear el portazo que sonó. No me contó localizarlos porque como ya sabía siempre se sentaban en la misma mesa. Ellos parecían ser los únicos que aún no se habían percatado de mi presencia pero eso no me impidió caminar con firmeza hasta disminuir el espacio entre nosotros.

—Yo no he sido.— solté clavando la mirada en el castaño tras llamar su atención con un golpe en la mesa.

—¿Qué haces aquí?

—Me importa una mierda lo que hayáis oído, yo no he expandido ese rumor.

—¿Y se supone que deberíamos creerte solo porque tú nos lo digas?

Tyler mantenía la mirada fija en su plato y a juzgar por como parecía contraer el rostro no estaba muy conforme con la situación. Declan mantenía la cabeza ladea escuchando atentamente mis palabras sin llegar a juzgarme, solo por eso me prometí no meterme tanto con él en el caso de que aclarásemos las cosas. Por otra parte Owen que era el más afectado se limitaba a analizarme con la mirada midiendo la veracidad de mis palabras.

—Espabila, Evanson. No llevo aquí ni una semana, ¿y esperas que averigüe que Owen lleva las cuentas del Lakestone cuando nadie sabía siquiera que estaba en el consejo de estudiantes?

—Desde que llegaste no has parado de intentar jodernos. No te sé hasta donde serías capaz de llegar.

—¡Si quisiera joder a alguien habría averiguado algo de ti! Tyler y Owen me caen bien.— entendí perfectamente a Declan por su expresión sin que tuviera que decir nada.— No me molesta tu presencia, confórmate con eso.

—Podrías haberlo hecho para dañarme a través de mis amigos.—siguió en sus trece.

—No soy esa clase de persona.

La tensión reinó en el ambiente durante unos cuantos segundos que se me hicieron interminables. Que tuviéramos que mantener la voz sin elevar porque el resto de alumnos habían disminuido su tono de voz para escuchar nuestra conversación tampoco era que ayudara precisamente.

Ni siquiera teniendo sus gemas azules delante mía pude hacerme a la idea de lo que le estaría pasando por la cabeza. Su expresión se había mantenido impasible desde el principio de la conversación y quise provocarlo con alguna idiotez porque el hermetismo que mostraba estaba empezando a molestarme.

El movimiento de mi derecha me obligó a retirar la mirada de Blake. Mentiría si dijera que no me sorprendió ver a Declan levantándose con una de esas sonrisas confiadas que tanto lo caracterizaban. Por una vez no me quejé cuando su brazo izquierdo rodeó mis hombros, me mantuve a la espera de su próximo movimiento sin fiarme demasiado de sus acciones.

—La creo.

La expresión del castaño cambió ligeramente cuando elevó una ceja en su dirección. Aun así supe sin saber interpretar ese gesto ni siquiera de manera general.

—Hailey tiene razón, es todo demasiado enrevesado. Además, en el poco tiempo que la conozco me he dado cuenta de que es una persona sincera. Estoy seguro de que si hubiese sido hecha hubiese venido a regodearse.

—¿Eso significa que por fin vas a creerme cuando te diga que no me gustas?—bromeé intentando disipar esa tensión que empezaba a impedirme respirar con normalidad.

Me premié mentalmente cuando conseguí aligerar la atmósfera con una pequeña sonrisa de Tyler. Si él volvía a estar como siempre habría conseguido volver a la normalidad.

—Jamás. ¡Es imposible que yo no le guste a alguien!

—¿Qué dices tú? El rumor es sobre ti.—Blake permaneció serio mirando a Owen.

—No tengo datos suficientes como para saber si es inocente o no. En cualquier caso hay que tener a los amigos cerca y a los enemigos más cerca aún.

—¿Eso significa que podemos volver a hablar con ella?— la voz de Tyler sonaba esperanzada.

—Sí, me gustaría tenerla cerca hasta decidir en cuál de los dos bandos está.

Podría haberme ofendido por sus palabras pero comprendía la naturaleza analista de Owen y si lo que necesitaba para darse cuenta de que yo era inocente, borrando así la disconformidad del rostro de Blake, era analizarme entonces yo me prestaría gustosa a eso.

—Siéntate con nosotros, aún queda un rato antes de que suene el timbre.

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¡Buenos días/tardes/noches/lo-que-sea! Espero que os esté gustando la novela. Podéis dejarme vuestros comentarios por aquí diciendo que os a parecido.

Pregunta: ¿Qué móvil tenéis vosotros?

Y eso es todo por ahora.

Se despide, mglm17.

Rumores Azules (Disponible en Amazon)Where stories live. Discover now