KISS AND TELL [REMUS LUPIN]

FIVE

Y así, Remus y Gracelyn comenzaron una relación de besos. Besar era una buena forma de liberar el estrés. Por lo general, se besuqueaban cuando uno de ellos estaba estresado o triste, pero a veces lo hacían por diversión.

Cada vez que la besaba, ella sentía un hormigueo en la espalda. Podía pasar horas, sin importar lo hinchados que estuvieran sus labios. Nunca pensó que estaría besando los mismos labios que siempre miraba en su tiempo libre.

Pensaría en las veces que lo vio comer barras de chocolate con cuidado con esos labios suyos, solo para recordar que podía saborear esas mismas barras de chocolate en sus labios. Le encantaba el sabor del chocolate en él, y cuando estaba en su período, solo alimentaba sus ansias por él y el chocolate.

Como experimento, mordió un trozo de barra de chocolate que él le había dado ese mismo día y se lo puso en la boca antes de besarlo. El fuerte sabor del chocolate los golpeó a los dos. Siempre habían notado el ligero sabor, pero ahora estaba amplificado. Combinado con el calor de sus bocas, el chocolate se derritió. Se separaron, Remus riendo entre dientes mientras le limpiaba los labios con la manga de su bata.

No importa cuántas veces se besaran, Remus siempre la dejaba aturdida y él también lo sabía. Le gustó el efecto que tuvo sobre ella. Sus mejillas estaban calientes y molestas, sus labios hinchados mientras observaba cada rincón y grieta del rostro de Remus, notando las marcas de belleza y las pecas en su rostro juvenil.

Remus miró hacia abajo, cada vez más avergonzado por su mirada. Sus manos alisaron la falda que le subía por las piernas. Ella estaba sentada en su regazo y la forma en que su falda se subió lo suficiente para revelar los calcetines hasta los muslos que tenía puestos fue suficiente para remover algo dentro de Remus que él sabía que no debería removerse.

Deberíamos trabajar en esa tarea de Astronomía ", murmuró, atreviéndose a mirarla, arrepintiéndose de inmediato al encontrarse distraído por su rostro.

Ella asintió con la cabeza, deslizándose lentamente del regazo de Remus para recoger los materiales necesarios para su tarea de Astronomía. No importa qué tan buenos fueran los besos, eventualmente tenían que hacer su trabajo.