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La repentina muerte de varios habitantes de Forks era algo que le aterrorizaba a Xanthe, la pelinegra sabía que sería la primera en ser acusada de asesinato por los lobos y también que los Cullen podrían sospechar de ella como pasó con Keon cuando...

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La repentina muerte de varios habitantes de Forks era algo que le aterrorizaba a Xanthe, la pelinegra sabía que sería la primera en ser acusada de asesinato por los lobos y también que los Cullen podrían sospechar de ella como pasó con Keon cuando el primer cuerpo se encontró, ella era la única que se alimentaba de humanos y vivía allí en ese momento. Más lo que le preocupaba aún más a la pelinegra era que su padre se sintiera decepcionado con ella aunque no sea ella la causante. Sue Clearwater la trataba de animar, diciéndole un millón de veces que su padre la conocía lo suficiente como para no dudar de ella.

Keon se fue en el momento que el segundo cuerpo apareció, Xanthe le había pedido que se alejara un tiempo para evitar cualquier tipo de conflicto. El castaño había entendido a la perfección, además de que también tenía planeado ir a visitar a Nahuel, de quien hacía mucho tiempo que no sabían nada. Aquel cuerpo encontrado fue el aviso para el mayor de que debía desaparecer un tiempo, odiaba dejar a Xanthe sola, pero sabía de que su estadía le complicaría más las cosas con la gente a su alrededor y él no quería eso para ella.

Xanthe lo echaba muchísimo de menos, el castaño le había hecho compañía sin fallar ni un solo día y escuchaba cada una de sus tonterías sin siquiera moverse. Sabía que tenía a Jacob como amigo, más era consciente de que el menor estaba más pendiente de Renesmee y quería que así siguiera siendo que los padres de la niña habían resultado ser un dúo de inútiles.

Aithne lloraba en ocasiones, dejando ver cuánto echaba de menos al castaño. La pelinegra había estado llamándola llorica y bromeando con ella hasta que la tristeza de la cobriza fue contagiosa y Xanthe se unió al mismo modo melancólico que su hija. Ahora Jacob lidiaba con una vampiresa y dos híbridas tristes, porque sí, Renesmee también había caído ante Keon y le había entristecido su marcha.

El día que Rosalie Hale apareció frente a la puerta de su casa, Jacob estaba junto a Seth en el salón, los dos estaban al cuidado de las niñas. La rubia fue atendida por la pelinegra, quien notó el mal rostro de la contraria en cuanto la vio. Lo único que pidió la recién llegada a Xanthe fue que la acompañara, y ésta al tener a su hija bajo el cuidado de Seth no se preocupó y la siguió. La menor sabía que debía ser algo bastante grave como para que Rosalie viniera a buscarla directamente, siendo que llevaban varias semanas sin verse ni hablarse.

El hogar de los Cullen parecía haber vuelto a la normalidad, el lugar se encontraba impoluto y el silencio volvía a reinar. Xanthe fue saludada por Esme y Jasper, el último aún sintiéndose algo cohibido ante la presencia de la contraria, si bien Jasper era un vampiro con experiencia en la guerra y años y años de inmortalidad, éste se volvía una hormiga ante la contraria. Emmett seguía burlándose de él por esto a diario, alegando que no era posible que Xanthe lo intimidara. El vampiro más fuerte decía que Xanthe, en el fondo, era algo así como Rosalie.

Xanthe fue guiada por la estancia hasta que llegaron a una puerta de madera, la pelinegra pudo distinguir la leve fragancia de Carlisle. Cuando la puerta se abrió, la figura del rubio vampiro apareció frente a sus ojos. El mayor se veía bastante distraído, la pelinegra podía jurar que era cansancio mental lo del contrario.

— Xanthe—llamó al verla—, por favor, pasa y toma asiento. Gracias por traerla, Rosalie.

La joven a su lado asintió antes de salir del lugar, la menor había quedado a solas con el doctor y creía saber la razón porqué.

— Keon ya se fue, si esto es por la muerte de esas personas no te preocupes, él ya no está aquí.

Había muchas cosas que quizás podrían escaparse ante los ojos de Carlisle, pero la forma en la que la pelinegra defendía al castaño eran un claro signo de que se negaba a que lo culparan injustamente.

— Lo sé, y no te hice venir para incriminarlo—el mayor hablaba con voz calmada, a Xanthe le desesperaba que no fuera directamente al grano y dejara ese ahogador suspense entre oración y oración—. Se han reportado más muertes en los alrededores, por eso quiero que acudas a mí para alimentarte en vez de ir a cazar.

La mueca de asco en el rostro de Xanthe se hizo notable.

— No voy a alimentarme de animales.

— No te estoy pidiendo que lo hagas, te proporcionaré sangre humana pero a cambio te pido que no salgas de Forks. Eso les dará una prueba, a tu favor, de que no eres tú quién lo hace.

Xanthe se había dado cuenta desde hacía ya varios días en la forma en la que tanto Esme como Carlisle querían protegerla, ambos confiaban en que la joven no era quién se alimentaba de aquellos humanos de Forks. La pelinegra al principio creyó que la pareja únicamente lo hacía por reparar lo que Edward había hecho, por evitar sentir culpa hacia las acciones que alguien de su familia realizó, sin embargo, Xanthe se dio cuenta de que estaba en la naturaleza de ambos en ayudar.

— Está bien, lo haré. ¿Pero ante quien necesitamos pruebas para negar que fui yo?

El mayor bajó la cabeza ante aquella pregunta, Xanthe supo que algo andaba mal en el momento que le pidió que tomara asiento, Carlisle también le pidió que mantuviera la calma y no actuara precipitadamente. Aquellas respuestas le habían provocado una fuerte presión en el pecho, por alguna razón se sentía inquieta.

Carlisle dejó a la vampiresa en el despacho, pidiéndole que esperara allí un momento. A cada segundo que pasaba el sentimiento de que algo iba mal aumentaba, Xanthe tenía la necesidad de volver a la casa con su hija.

El fuerte olor a lobo llenó el lugar y una negra cabellera corta fue lo primera que visualizaron los rojizos ojos de Xanthe. El joven frente a ella era alto y miraba en su dirección con culpa. Ambos se miraron durante varios minutos, con el rubio observando con suma paciencia la escena.

— Embry Call.

Xanthe no lo había visto desde hacía años, el joven claramente había cambiado y su aspecto había mejorado de manera sorprendente. Sus marrones ojos evitaban mirar directo a los suyos, confirmando que algo no estaba bien.

— Suéltalo, Embry—demandó la chica.

Carlisle decidió interrumpir.

— Xanthe, creerás que soy pesado pero, por favor, mantén la calma, piensa y luego actúa.

El color rojo se clavó en el dorado mientras asentía.

— ¿Puedo saber qué sucede?

— El otro día entró un vampiro en la reserva—comenzó a informar Embry—, estaba paseando tranquilamente por el bosque como si nada, obviamente la manada no iba a dejar que eso sucediera por lo que fuimos tras éste. Bella era quien estaba en la reserva, ella dijo que nos estaba buscando para pedirnos un favor.

El cuerpo de Xanthe se tensó por completo, la sola mención de su hermana le disgustaba.

— ¿Qué favor?—cuestionó.

— Quiere ayuda para matarte a ti.

— Eso no es problema, que venga si es lo suficientemente valiente—la pelinegra rodó los ojos.

—También quiere matar a tu hija—la cara de Xanthe se descompuso, aquello no se lo esperaba, no esperaba que fuera tan directamente a pedir ayuda para matar a una niña. Que quisiera matarla a ella lo entendía, pero su hija no tenía la culpa de absolutamente nada—. Y Sam ha aceptado.

DESIRES; edward cullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora