I'ᴍ ɢᴏɪɴɢ ᴛᴏ ᴋɪss ʏᴏᴜ. I ᴍᴇᴀɴ ɪᴛ!/ SᴜᴘᴇʀCᴏʀᴘ / AU

Epílogo

–¿A dónde vas?– La voz insatisfecha de Lena exigió desde debajo de una pila de sábanas, mientras sentía que la cama se hundía.

–Ducha.

–¿Qué hora es?– No habían dormido mucho anoche, algo que fue completamente culpa de Kara. Kara y sus deliciosos labios errantes. –No importa. Demasiado temprano.

–Vuelve a dormir entonces.

–Bueno, ahora no puedo. Demasiadas distracciones–. Lena abrió un ojo cuando Kara desapareció en el baño, dejando la puerta abierta.

Unos minutos más tarde, comenzó el siseo del agua y Kara se metió en la ducha, transformándose en un brillo rosado detrás del cristal.

–Mi vista favorita.

–Mentirosa–, respondió Kara. –Es la que está fuera de tu ventana. Estoy segura de que eso es lo que me dijiste.

–Disparates–. Lena se sentó. –Definitivamente eres tú.

Eso era cierto. Incluso después de seis meses, nunca se cansaba de esto. Kara: desnuda, cálida, hermosa, suya. No importaba lo ocupada que había estado Kara con el trabajo, lo loca que había sido últimamente la publicidad de Choosing Hope y Ocho pequeñas piezas, siempre encontraba tiempo para Lena.

El episodio de despedida de la Jefa había sido nominado a dos premios Emmy: dirección destacada y actriz de reparto destacada en un drama. Primera nominación de Kara.

Durante semanas, la cadena había bombardeado las ondas de radio con vídeos de ese episodio, aprovechando las nominaciones para publicidad. Por mucho que a Lena le encantara ver la forma en que Kara la miraba en ese vídeo agonizante y desgarrador que usaban, Kara siempre apagaba la televisión enfadada.

–Demasiado real–, decía siempre, seguido de: –y no puedo creer que te dije que te amaba por primera vez frente a todo Estados Unidos

–Todo el mundo–, respondía obedientemente Lena. Choosing Hope salió al aire en treinta y dos países, después de todo. Kara nunca encontró esa discusión tan divertida como Lena.

Ella no había ganado el Emmy. Sin embargo, Ravitz sí. Incluso había recordado agradecer a Kara y Lena en su discurso, antes de atribuirse todo el mérito de Meltie. –Nuestra visión audaz–, la había llamado. –La diversidad realmente nos importa.

Seguro que lo hacia.

Lena había descubierto que compadecerse de Kara a través de besos y sexo apasionado era de beneficio mutuo. Aunque Kara no parecía sorprendida o molesta por su pérdida del premio.

Mientras corría la ducha, Lena tomó su teléfono y revisó las alertas de entretenimiento de Variety. Su mirada fue atraída por una foto familiar.

Rhea. Su corazón dio un vuelco, pero no como solía hacerlo. Sintió solo una pizca de tristeza ante el recordatorio de su polémico distanciamiento.

La historia anunciaba que había dejado Loving Under Palms debido a «diferencias creativas» y que regresaba a casa en el Reino Unido para realizar proyectos allí. Así que, después de todo, había seguido el consejo de Lena. Rhea ya tenía preparada una miniserie histórica llamada Queens and Legends. Primero era una historia sobre la reina guerrera Boudicca que estaban filmando en una mancha de mapa remoto de una isla frente a Gales.

Bueno, Rhea siempre dijo que quería viajar.

Por supuesto que lo clavaría. No importaba su edad o que no tuviera un hueso de guerrera en su cuerpo. Rhea lo poseería. Y para cuando ella tomara aire y regresara a la civilización, volvería a ser una estrella adorada. Exactamente lo que necesitaba para prosperar.