XII

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Kageyama abre poco a poco los ojos. No sabe cuánto tiempo ha dormido. Se refriega el rostro y al mirar a su derecha se sobresalta.

—¿Qué haces aquí?

—Estaba esperando que despertaras.

Hinata está sentado en una silla a su lado.

—¿Cuánto tiempo estuviste aquí?

—Oh, no mucho, llegué hace unos diez minutos. Te iba a despertar, pero te veías tan tranquilo.

Kageyama se incorpora para sentarse. 

—¿Y qué tal te fue? —pregunta Hinata.

—Bien, supongo. Era una sensación extraña, pero nada muy emocionante. 

—¿Y puedes ir con gente?

—No —responde Kageyama con tristeza. De verdad le hubiera gustado tener a Hinata junto a él— de todas formas, es temprano y no podrías faltar a clases todos los días. 

—Sí, mejor te vengo a ver a esta hora, cuando aún estás débil —dice Hinata haciendo énfasis en la última palabra.

—¡A quién llamas débil, idiota! —dice Kageyama agarrándolo por el cuello de la camiseta.

—A ti, pero veo que me equivoqué —se ríe Hinata. 

Kageyama lo suelta y sonríe. Hinata le cuenta sobre las clases y la escuela.

—Los demás quieren venir a verte.

—Sí, me gustaría verlos. ¿No les has contado, cierto?

—Por supuesto que no —responde Hinata, sabiendo que Kageyama se refería a su diagnóstico. 

—Eso sí, que no vengan de a quince, por favor. 

Hinata ríe y asiente con la cabeza.

Dicho y hecho, al día siguiente, HInata llega junto a Yamaguchi, Tsukishima y Yachi. Ríen, conversan, bromean, incluso Tsukishima parece más agradable. 

Al siguiente, Tanaka, Nishinoya y Enosshita llegan junto a Hinata.

Y al siguiente, Daichi, Sugawara, Asahi y Kiyoko lo van a visitar junto a Hinata.

Aunque sea por separado, ver a sus compañeros de equipo le levanta el ánimo y le da la energía que la diálisis parece quitarle por las mañanas. Y Hinata siempre se preocupa de que esté cómodo y alegre. 

Los días pasan y Kageyama ya tiene una rutina. Diálisis por la mañana, visitas de Hinata por la tarde, y éstas últimas son las que más espera durante el día. 

El domingo es su día favorito, porque Hinata llega más temprano y puede pasar aún más tiempo con él. A veces conversan, se ríen, ven videos o solo se tiran la pelota durante varios minutos. 

Ese tiempo con Hinata le da toda la energía que necesita para seguir luchando un día más. Kageyama ha decidido que esa falla renal terminal no le ganaría.

Una Vez Más Where stories live. Discover now