Poco probable (Maya y Carina)

Capítulo 16

-Ya hablamos de esto Maya- no entiendo el por qué esta tan celosa, suele ser una mujer muy segura de sus mismas.

-Sabes mejor, dejémoslo así - la rubia entra a al cuarto de baño y se quita sus joyas, luego de ignorar mi argumento.

-No, somos dos personas adultas que podemos hablar y arreglar esto- la sigo y me quedo de pie en la puerta del cuarto de baño mientras la observo.

-Nada tenemos, que aclarar- se ve cada vez más enfadada, de verdad no entiendo que le sucede, pero algo me ha enseñado la vida y es, nunca dejar una disputa de pareja sin resolver.

Me acerco a ella y coloco mis manos a cada lado de su cintura, se que el más mínimo movimiento en vano, puede hacer esto peor pero me voy arriesgar.

-Maya te dije que ella es mi pasado y tú mi presente, ademas, es verdad que fue mi primer amor pero jamás cambiaría, ni un solo segundo de los que he pasado contigo estos meses, por estar con ella- lentamente rodeo con mis brazos su cintura y la pego a mi - eres la chica más cariñosa que he podido conocer en mi vida, aunque toda tu grite que eres de piedra , que no tienes sentimientos y ese cariño me hace sentir, que cada día te necesito más a mi lado- veo a travez del espejo como se va relajando su cuerpo y su rostro, esa es una buena señal -no tienes idea lo difícil que fue está semana para mi, te he extrañado tanto, que me hagas reír con tus ocurrencias, tus anécdotas del día con el batallón, no te puedes imaginar lo ansiosa que me ponía cuando veía las noticias y presentaban un incendio en tu turno, pensaba que si algo te pasaba nadie me iba a decir nada y se que lo que te diré es más que obvio, pero lo que más extrañe fue que me besaras, me frustra mucho tenerte aquí y no poder comerte a besos porque estás enojada- acomodó mi rostro entre su cuello y su hombro.

Nos quedamos así abrazadas, por unos minutos rodeadas por el silencio, siento como se suelta su cuerpo, no quiero ver el espejo y encontrarme con su cara enojada, aunque se que ya está más tranquila.

-Carina, de verdad lo siento, jamás he sido así, nunca he sentido celos de nada ó nadie, esto es nuevo para mi y no se como manejarlo, solo deseo romperle la cara a esa mujer y no volverte a ver más, se que está mal, pero es inevitable para mi no sentirme enojada, a mi no me molesta que otras personas te coqueteen pero con ella todo fue tan diferente- la rubia pone sus manos sobre las mías y entrelaza los dedos con los míos - y yo también te he extrañado esta semana, al llegar a mi apartamento y no verte sentada con todos tus estudios en la alfombra de la sala y tus notas sobre el sillón, ese café qué haces cuando tienes turno de noche antes de irte a la cama en la mañana y sí, he extrañado tus besos también- sonrío sobre su piel, se que las cosas ya están por solucionarse con lo que acabo de escuchar.

Levantó la mirada y miró sus ojos a través del espejo, le sonrió de forma pícara y veo que ella me devuelve la sonrisa.

-Sabes, a estas horas si no estuvieras así, ya llevarías 2 orgasmo- su cara es de sorpresa para terminar con una carcajada de su parte -¿ya está todo aclarado?¿ya no estamos enojadas?- Maya hace cara de estar pensando la respuesta- porque está seria nuestra primera pelea oficial, así que tendríamos nuestro primer sexo de reconciliación-

-¿Cómo que hoy, solo te interesa el sexo?-

-Me puedes culpar, igual te sentirías tú, si yo llevara este vestido tan sexy- suelto nuestros dedos entrelazados y subo mis manos hasta sus senos y los aprieto suavemente -te queda divino, me ha vuelto loca este escote toda la noche, es que, si pudieras ver lo que yo veo, el par de pechos que te hace el vestido, no hubiéramos salido del baño del salón de la fiesta, me tendrías secuestrada - vuelvo otra vez a apretar sus senos un poco más fuerte.

-Bueno, podemos probar un poco de ese sexo de reconciliación- menciona de forma seductora, mientras los dedos de su mano derecha se enredan en mi cabello y me acerca un poco a su cuello.